Amigos...

Iniciado por reporter, 08 de Julio de 2011, 12:39:44 PM

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reporter

Amigos...


SINOPSIS: Nacho, Santi, Diego y Víctor, 35 años, son amigos desde la más tierna infancia. Cuando eran más jóvenes ponían a prueba su competitividad y su ingenio en peculiares apuestas. Debido a un incidente provocado por Nacho en una de ellas, éste fue ignorado desde entonces y los demás dejaron aquel juego para siempre.

CRÍTICA: Quien tiene un amigo, tiene una carga

Hace tiempo que Diego, Santi y Víctor no ven a Nacho, uno de sus amigos de la infancia. La razón de tan larga separación es una antigua y absurda apuesta que a punto estuvo de costarles la vida a todos ellos. Y es que el apostar se convirtió desde muy pronto en la actividad preferida de este singular grupo. Ahora, un último juego es planteado, con un más que suculento premio de diecisiete millones de euros como principal reclamo. ¿El camino a seguir para hacerse con tal cantidad de dinero? Conseguir más audiencia en la televisión que cualquier otro participante.

Me apiado de los pobres asistentes a la última edición de Festival de Cine Español de Málaga. Si decidieron que 'Amigos...' merecía ser considerada como la mejor película que pasó por el certamen, es que la cosecha que nos brindará el cine patrio esta temporada va a ser más bien poco memorable... por no emplear calificativos más fuertes. Si el filme fruto de la colaboración entre Marcos Cabotá y Borja Manso se largó de la cita malacitana con el Premio del Público en el bolsillo, significa que, o bien los espectadores se decantaron por el mal menor, o bien ésta es la enésima prueba de que la saturación fílmica de cada festival cinematográfico acaba por cebarse irremediablemente con la percepción del agotado espectador.

El mayor problema de 'Amigos...' no es que detectar los fallos garrafales de los que adolece sea más fácil que diagnosticar un catarro común, lo que pasa aquí es que reina una incomodísima sensación de desaprovechamiento. Para empezar, un imperdonable mal uso de unos actores que gustarán o no, pero que en anteriores ocasiones y en distintos formatos respectivamente, han mostrado holgadamente sus dotes cómicas. Nulidad también a la hora de aprovechar o de lograr que se manifieste el talento del guionista Borja Cobeaga (que aquí escribe junto al director Borja Manso), autor del sobrevalorado pero sin duda simpático fenomenillo 'Pagafantas', del que se reproducen aquí escasas virtudes... y demasiados defectos.

Pero lo más imperdonable de todo es que se desperdicie de una manera tan ruin una historia que sin llegar a prometer demasiado, sí que por el contrario hacía albergar esperanzas con respecto a ver algún que otro puñal atravesar la pantalla. En efecto, el punto de partida, que no es otro que la supuesta última gran apuesta; la que va a cambiar las vidas de los tres protagonistas, es por lo menos prometedor. ¿Una indecente cantidad de dinero para el que consiga conquistar la audiencia televisiva? Jugamos. ¿En este aspecto, qué es lo que triunfa más que nada? ¿Qué tipo de programa es el que arrasa sin importar el canal o la franja horaria en que se emita? Correcto, la telebasura, que al igual que los partidos de derecha, pocos son los que la apoyan públicamente... pero ahí están los fríos números para indicar que está presente en la mayoría de hogares.


Es ostra muestra del conflicto eterno entre realidad y apariencia. A todo el mundo le interesan los documentales sobre la vida animal en la sabana africana. No hay quien se resista a tan salvaje... somnífero. Así que, para mantener despiertas las neuronas, nada mejor que una buena dosis de cotilleos concerniendo a gente con menos valores que un banquero de Wall Street. Después, para que el nivel no decaiga, toca empaparse con los sufrimientos del ciudadano de a pie. Historias poco instructivas, desprovistas de interés... pero riquísimas en morbo: transexuales, viejos verdes, hijos abandonados, y otros monos de feria. Para todos los gustos. Y por último, pero no por ello menos importante, una pizca del reality show de turno, la ocasión ideal para mezclarse con los animales más singulares de nuestra sociedad.

Al final de esta sesión es muy probable que el cerebro acabe licuado, pero la diversión y la reafirmación de nuestro ego están más que garantizados, que es lo importante. Esto y dejar siempre claro cuánto se aborrece este tipo de programación, porque por mucho que la apreciemos, se supone que la odiamos... y como este conflicto interior es tan incómodo, en el fondo deseamos que alguien tome la iniciativa y arremeta con todo contra la industria que atenta día sí, día también contra la materia gris (si es que ésta existe) del país entero. En este panorama, un grupo de artistas se unen supuestamente (por la mala leche de la que hacen gala) para devolverle el golpe al trash de la caja tonta. Pero hay trampa.

La broma está pagada precisamente por el principal impulsor de este deleznable modelo televisivo, un canal que no citaremos no por evitar la publicidad gratuita, sino para ahuyentar los malos espíritus. De modo que, quién-ustedes-saben se encarga de poner el sustento económico a este producto concebido por unos amiguetes que no dudan un segundo en vender su alma y presunta mordiente a -otra vez- quién-ustedes-saben, para dárselas de irreverentes... mientras van sumando ceros a sus respectivas cuentas corrientes. De esta combinación imposible surge una película que tira por la borda sus pocos puntos atractivos por culpa de una puesta en escena sin punch. Una cinta ladradora y nada mordedora, pues nunca tuvo la más mínima intención de mostrarse ácida, ni mucho menos de ser ofensiva.

Para muestra un zapping: Los periodistas del corazón son gente cuya profesionalidad les impide dar coba a un freak que de buen seguro catapultaría el share del programa al que representan; los encargados de encontrar carnaza para saciar la sed de desgracias humanas del gran público son gente íntegra y preocupada por el bienestar de sus monstruos de feria; los pintorescos concursantes encerrados en una casa plagada de cámaras que retransmiten en directo sus vidas a lo largo de las veinticuatro del día, se permiten el lujo de dejar en ridículo a un reconocido arquitecto. Fantástico. En este mundo sí que vale la pena vivir. Larga vida... a quién-no-debe-ser-nombrado y a su innombrable legión de secuaces. Eso sí, si la emplean en algo distinto al cine, mucho mejor.

Nota: 3 / 10
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Banacafalata

Hamijos


Alabada por el premio del público en el festival de Málaga, y de la mano de Borja Cobeaga, llega a nuestras carteleras la primera película del tándem formado por Borja Manso y Marcos Cabotá. Una comedía que al menos prometía ser algo y fresco, y por el punto de partida tomado, también cabía esperar algo de mala leche y crítica contra ese medio, tan horrible (casi siempre), como es la televisión.

Bien, pues lo uno, ni lo otro. La película no resulta para nada algo novedoso, tira de los clichés y tópicos de siempre. Esto se podría perdonar, si al menos hubiera algo de crítica contra el medio, pero no, "Amigos" no es más que una comedía blanca, políticamente correcta, y sin ni siquiera dejar rastro de la mala uva y el humor negro que una premisa como esta pide a gritos.

Tras unos créditos geniales –sin duda lo mejor de la película –, pasamos a una torpe presentación de los personajes, que se alarga durante una media hora extenuante. Todo su desarrollo peca de ser terriblemente previsible, y resulta demasiado fácil ir por delante de la película, y aunque queda lugar para algún buen momento, estos escasean, y se hacen complicados de encontrar.

Y es que ese mar televisivo que nos muestra la película (y que por desgracia no difiere mucho del de la realidad), en el que absolutamente todo vale, sus creadores encuentran la excusa perfecta para volver a armar los chistes de siempre, y es que al final todo llega de exprimir al máximo los choques de todo tipo, tanto generacionales como culturales. Pocos son los chistes que realmente funcionan, y pocas también las escenas bien montadas, de la quema, prácticamente solo se salva la genial escena en la plaza del Sol.

La película no tiene ritmo ninguno, y es que sus directores se olvidan de algo tan imprescindible como esto a la hora de hacer comedía, para demostrar su buen hacer detrás de las cámaras y su conocimiento cinéfilo. Nos dan momentos tan innecesarios como esa salida de la comisaría, dejando por el camino una referencia a "Magnolia", excesivamente obvia y metida con calzador. Por no decir, que su brusco giro final es una descarada copia del final de "The Game" de David Fincher, al que hay que incluirle la insufrible sesión de moralina totalmente prescindible.

La sensación de desaprovecho llega también hasta su trío protagonista, con interpretaciones muy por encima de lo que la película exige. En especial un Ernesto Alterio, totalmente pasado de rosca y que consigue ser más divertido él, que su propio personaje.

"Amigos", es más lo que pudo haber sido, de lo que en realidad es. En lugar de esa crítica contra la telebasura que pedíamos a gritos, se queda en un pequeño homenaje a esa cadena desaparecida de mi televisor. Es un blanco, que debía ser negro. Es una mala leche digna de "Aquí no hay quien viva". Son los 'Hamijos', que no llegan ni a Amigos.


4/10
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Sacri94

#2
Pues no coincido ni con reporter ni con Banacafalata, al menos no en la nota, si en otras cosas. Al igual que Banacafalata, creo que la película podría haber sido una crítica hacía la telebasura brutal, pero en cuanto ves que está producida por Tele5 ya te das cuenta de que no, de que eso no es lo que vas a ver. Con ver el logo de Tele5 te haces a la idea de que vas a ver muchos guiños hacía la televisión pero nada criticándolo. Y una vez me hice a la idea lo único que le pedía era que me entretuviese y eso lo cumple. Va de menos a más, con una primera media hora que no tiene nada de comedia y que incluso puede resultar un poco aburrida, porque mira que hay formas de presentarnos a los personajes... pero no, van y escogen la peor. Una vez pasada esta media hora la cosa se pone en marcha y empieza el juego.

El principal problema es que es tópica y algunas cosas de las que van a pasar ya te las sabes. Tiene diversos puntazos como lo de la plaza del sol a ritmo de un temazo como el "Don't stop me now" de Queen, lo de Gran Hermano (me descojoné en el cine con eso) o el FUCK YEAH que se marca Alberto Lozano en el banco y es divertida (que no graciosa) en todo momento. Se nota mucho que el guión es de Borja Cobeaga, al igual que la personalidad y el aspecto visual de la película, aunque no esté dirigida por él se ve que ha metido mano en el proyecto. Un guión que, quitando lo políticamente correcto que puede llegar a ser, es bueno, o al menos la idea principal a mi me gusta.

El tandem de dirección Borja Manso/Marco Cabotá, en general, me ha gustado. No es una dirección perfecta, hay escenas que me han gustado y otras que me parece que sobran. Pero quitando la primera media hora el ritmo es suficientemente dinámico como para no aburrirse en ningún momento. La salida de la comisaría, al contrario que a otros, a mi me ha encantado y creo que el final de la cinta tendría que haber sido ese, sin más. Haberlo acabado ahí, hubiese estado muy bien y muy bonito. Pero ellos, Manso y Cabotá, tenían que cagarla. No lo digo por continuar la película después de esa escena, porque con lo de la plaza del sol también me reí mucho, lo digo por lo que viene después de eso. SOBRA.

Spoiler
Cuando veía que iban a recoger la herencia a casa de Nacho solté en medio de la sala un "Ahora estará vivo y todo", en plan coña. En el momento que vi como la puerta se empezaba a cerrar sola, en mi cabeza pensaba "No puede ser, no puede ser..." pero si, al final resulta que es LO DE SIEMPRE. El tío quiere unir a los otros amigos de nuevo y para hacerlo no se le ocurre otra cosa que hacerse el muerto para que, como imán, esté la herencia de 17 millones que tiene él. Y ya, una vez visto eso solté "Ahora solo falta la moraleja" y PUM, ahí estaba. Por suerte lo arreglan de alguna forma matando a Nacho y los otros tres, viendo que está medio muerto, en vez de ayudarlo se empiezan a reír. Lo único positivo que puedo sacar del final es eso.
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No me voy a olvidar de los actores, no. Ernesto Alterio es el mejor de los tres, totalmente desatado. El típico "Sir." que acaba como un maldito loco, un buen personaje, un mejor actor. Luego tenemos al "guaperas" de Diego Martín, conocido por muchos (entre los que me incluyo) por la serie 'Aquí no hay quien viva' y que está bien, sobre todo cuando empieza con todo el rollo ese de
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la familia peruana :risa :risa
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Alberto Lozano me ha parecido el peor de los tres, lo cual no significa que lo haga mal, para nada. Su personaje acaba siendo la bomba, pero no está al nivel de los otros dos. Exceptuando al tenista (ay Dios, que mal actor que es) el resto de secundarios pasan sin pena ni gloria, como mucho podría destacar al padre gitano y su monologo sobre "Yo haría todo lo que fuese por mis hijos".

Quitando lo del primer spoiler y que podía haber sido mejor con un poco más de mala leche, no me arrepiento de los 8 euros que me ha costado la entrada. Me lo he pasado bien, que es a lo que iba con mis otros dos amigos, también desde la infancia. Por eso, porque me he reído y porque el trío protagonista está por encima de lo que la película exige, tengo que aprobarla.

5,5/10

"Puedo estar horas comiendo una perita."
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~ΣDU~

Estamos ante una comedia algo absurda pero efectiva. Peca de simplona e infantil, pero nos regala unos puntazos que vistos con tolerancia son para partirse de risa. Sin duda lo mejor es la historia de Ernesto Alterio y su paso por el reality de cuyo nombre no quiero acordarme. Diego Martín también cumple pero no tanto su historia, que hace aguas por todos los lados (Manuela Velasco y demás). La trama de los gitanos y la sospechosa coincidencia con Farruquito resultaba algo denigrante. Vuelvo a reconocer que me lo he pasado bien y me ha sacado una sonrisa en varios momentos. No se la puede pedir más. Un 5.0


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Turbolover1984

Apuesta por la decepción

Llevado por la grata sorpresa del visionado de Promoción Fantasma y empujado por la ola de calor me decidí a seguir por el género y por una peli de aquí que en su día no me disgustaron sus promos y algunos la pusieron bien.

Por estadística y por lógica, era difícil acabar el visionado con las mismas sensaciones que dejó la anteriormente citada y efectivamente, quedaron lejos de lo deseado.

La historia parte de un cuarteto de amigos que se separa porque los afanes contínuos de apostar para todo de uno de ellos casi acaba cargándoselos en una escena de encuentro de aficiones futboleras que recuerda mucho a una de Torrente aunque acaben de modo distinto.

El amigo "apostador" muere, el trío restante se vuelve a reunir para su entierro y a base de actas notariales y cintas de video pone a su alcance su herencia, pero será para aquel que más audencia acumule.

¿Vale todo por la audiencia? Lo más atrayente de la película era ver como trataban este tema con la esperanza y expectación de ver como empezaban a dejar títere sin cabeza y como arrastraban a una de las lacras de nuestra sociedad como es la tele basura.

Cuando uno ve que Tele5 está detrás de la producción de la cinta se desinfla ese castillo de ilusiones y a medida que avanza el visionado uno asiste a una parodia muy light de diversos programas y personajes de ese mundo, rozando por momentos el lavado de imagen, con pobres trabajadores de tv que solo buscan una historia bonita y son vilmente engañados por el que va a promocionarse.

Como comedia tampoco destaca. No logra más que la simple simpatía en algunos momentos y el conformismo ante que por lo menos no tiene escenas que provoquen especial vergüenza ajena.

Del reparto se podría destacar sobretodo a Diego Martín que seguramente era el que más me llamaba la atención de los actores por sus geniales personajes de Aquí no hay quien viva o la reciente REC 3. Ernesto Alterio no me disgusta tampoco pero en esta ocasión nos vuelve a ofrecer un papel de nervioso que se maneja entre el balbuceo y el susurro con arranques momentáneos que se me hace algo repetitivo.

De visionado ligero pero decepcionante y muy lejos de lo que pido ser y no fue. Facilmente olvidable y con el final más evidente (y con discurso moral innecesario) que uno ya se imagina a los 5 minutos de película.

Nota: 4'4

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