El Cuarteto

Iniciado por Dragondave, 20 de Enero de 2013, 05:25:45 PM

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Dragondave

EL CUARTETO


Parece mentira, pero ha pasado ya mucho desde que ese chaval de treinta años desconocido por muchos y conocido por casi nadie, un tal Dustin Lee Hoffman, quedase en boca de todos y en la retina de millones de espectadores, asombrados con su talento en 'El Graduado'. Ahora, casi medio siglo después, a sus sesenta y siete años, el bueno de Dustin nos presenta su primera película como director.

No sé muy bien con qué pretensiones o de qué idea surgió para acabar realizando este proyecto, pero una vez visto, estoy seguro que lo ha hecho de corazón, con mimo y candor.

Se nota que Hoffman adora la ópera, y se nota de dónde viene, porque crea una película expresamente para los actores, ellos son la función y básicamente para ellos está hecho todo el guión.

'El Cuarteto' se desarrolla en la Beecham House, una residencia que alberga a viejas estrellas de la ópera que, ahora ya ancianas y pasados sus días de gloria, se contentan ensayando para una gala para celebrar el aniversario de Giuseppe Verdi. Además, dicha gala servirá para recaudar fondos para sustentar dicha residencia, con lo cual deberá ser una actuación que llame la atención, y para ello deciden reunir de nuevo al famoso cuarteto que causó furor en su época interpretando el Rigoletto, aprovechando la llegada de la última integrante del mismo a la residencia. Pero esto, sin embargo, lo que hará es traer a la memoria de ellos viejas redencillas pendientes...


Argumentalmente no es precisamente donde destaca la película, que viene a recordar 'El exótico Hotel Marigold' pero añadiendo a esa melancolía que supone el paso de los años, las trifurcas emocionales no resueltas y pendientes en las mentes y corazones de estos ancianos, antaño grandes estrellas de la ópera. Tratada con sencillez y aparentemente sin muchas pretensiones, crea una mezcla entre la risa y el drama, aunque funcione mejor la parte cómica que la otra. Sin ser nada del otro mundo, la sonrisa se va escapando, sobre todo a un agraciado Billy Connolly, un robaescenas que casi llega a empañar el papel protagonista a la pareja de Smith-Courtenay (recordemos que Maggie Smith opta al Globo de Oro por esta actuación), que son los que otorgan el punto dramático al asunto, pero queda todo muy complaciente, visto y previsible como para que funcione como debería. Punto aparte Pauline Collins, donde su pretendido papel cómico acaba siendo cargante y cansino.

La música forma, como puede presuponerse, un tema importante en la narración, y los amantes de la música sinfónica y la ópera en particular, disfrutarán la película un peldaño por encima del resto de los espectadores. Personalmente, aparte de disfrutar con ello de un modo menor, me quedo con un número musical un tanto gratuito pero que viene a resumir en parte la idea que saco de la película. Es el momento donde dos músicos cantan algo así como "¿Para qué quieres el dinero si no te diviertes?" que resume las vidas de estas estrellas que acaban amargados en su propio éxito. ¿Para qué quieres llegar a viejo si no vas a disfrutar tu vejez? No es una pregunta existencialista ni mucho menos pesimista, sino todo lo contrario... Una leve pero sana inyección de positivismo, dejando los problemas pasados en el camino y mirando al camino aún sin acabar con la sonrisa que se merece.


Quizás estas ideas, a los que ahora somos jóvenes nos quedan un tanto cursis, de moralina barata, y quizás por ello la película no termine de convencer del todo, pero a ese público que se asemeja en edad a su director, que pienso realmente que es a los que va dirigido, quizás les haga ver las cosas desde otra perspectiva. Y sino, al menos pasarán un raro agradable, al igual que los jóvenes que se acerquen a verla.

La pena, que al final, tanto hablar del cuarteto de Rigoletto que se van a marcar los ancianetes y te dejan con las ganas de verlos cantar...

Como recomendación personal, el documental Young@Heart (2007), más conmovedor y con otra, pero igualmente genial, banda sonora.

6/10
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Wanchope

El cuarteto
(Quartet)



SINOPSIS:
La Casa Beecham es un hervidero. Circula el rumor de que, esta residencia para músicos retirados, pronto acogerá a un nuevo huésped. Y se dice que será alguien famoso. Para Reginald Paget (Tom Courtenay), Wilfred Bond (Billy Connolly) y Cecily Robson (Pauline Collins) es sólo un cotilleo más. Cuando de repente ven entrar por la puerta a su ex compañera del cuarteto, Jena Horton (Maggie Smith), se quedan en estado de shock. Su posterior carrera como solista, con el ego correspondiente que le acompañaba, acabo no sólo con su gran amistad, sino también con su matrimonio con Reggie, el cual se toma las nuevas noticias muy mal. ¿Puede el tiempo cerrar viejas heridas? ¿Podrá el famoso cuarteto solventar sus diferencias para la celebración de la gala en La Casa Beecham?


CRÍTICA: La arruga es bella

Después de más de 45 años dedicado a tiempo completo a la interpretación ese pequeño gran actor que no necesita presentación alguna y responde al nombre de Dustin Hoffman ha decidido probar suerte en la dirección con 'El cuarteto', modesto y humilde filme en espíritu, maneras, ambiciones y resultados que no por casualidad se hace fuerte en aquello que mejor conoce Hoffman, las interpretaciones de su reparto (muchos de ellos músicos de verdad retirados), y que junto a la siempre bienvenida música de Verdi o Puccini, la cual nos acompañará entre dientes a la salida del cine por unas cuantas horas, acaparan casi todo el interés de la función. Un filme poco más que correcto y discreto que cumple y funciona de manera igualmente discreta con el que Hoffman, más que pretender dar un primer paso hacia la dirección, se diría que simplemente se ha permitido el capricho de experimentar que hay "al otro lado", sin más.


Esta experiencia en la dirección de Dustin Hoffman forma parte de ese cada vez más relevante e importante subgénero cinematográfico que, dicho sea con la misma acritud y mala leche de la que por norma suele carecer, podríamos definir como "cine de y/o para viejos"; dicho de otra manera algo más educada y en inglés, por aquella de que siempre queda más "cool", una dramedia "oldie". Un subgénero marcado por un tono claramente optimista que casi siempre se suele valer del sentido del humor como revulsivo contra los achaques de la edad; situado a mitad de camino y con amabilidad entre la ligereza del carpe diem y el poso emotivo que deja toda una vida por detrás; de un aspecto formal elegante pero más bien sencillo, práctico y sobre todo dinámico; de argumentos particularmente tan simples, directos y sinceros que casi siempre definen la palabra "tópico" (y típico); el tipo de cine, en resumen, seguro y que uno, se diría, recomendaría principalmente a su madre quien a buen seguro saldrá más que satisfecha.

'El cuarteto' es básicamente todo esto, un filme amable, ligero e incluso meramente alimenticio cuyas pretensiones encuentran un resultado afín tan discreto como perfectamente válido. Ni nada memorable ni tampoco nada que moleste salvo, si acaso, la posibilidad siempre presente de que con los mismos mimbres y una poca más de intención el resultado podría haber ganado en satisfacción a la par que perder parte de ese convencionalismo que, sobre todo, se apodera de su segunda y mucho más rutinaria mitad, cuando ya queda patente que no hay más de lo que se ve y el único as bajo la manga es el de la franqueza narrativa. En su descargo hay que decir que Hoffman, un monstruo delante de las cámaras, ni amaga con salirse del encuadre ni con dejarse notar de alguna manera, dándoles margen de sobra a su reparto para que disfrute y nosotros con ellos, nada que nos suponga un reto, a ellos o a nosotros, pero no por ello resuelto con menos eficiencia en ambos sentidos.

Precisamente esta palabra, eficiencia, es lo que vendría a resumir perfectamente un filme simplemente eficiente, que cumple a la hora de entretener con una sonrisa en la boca y sin complicaciones, y que si bien no marcará ningún antes ni después, si bien es posible que en el espacio de la Wikipedia dedicado a Dustin Hoffman este paso por la dirección no será más que un pequeño apunte a pie de página, los amantes de este tipo de cine sencillo, optimista y amable encontrarán motivos para salir satisfechos de la sala. Tal vez no demasiado dado que el filme, en última estancia, quizá abuse de ser demasiado sencillo, optimista y amable, de caer de forma demasiado fácil y obvia en lo convencional despreciando y/o desaprovechando esa maravillosa banda sonora que, al menos durante los primeros compases, amenaza con ser parte decisiva en la historia y no sólo su acompañamiento. Tal vez, pero la intención también cuenta... un poco.

Nota: 6.25


Lo Mejor:
- Su falta de pretensiones

Lo Peor:
- Que su falta de ambición derive en un filme irrelevante y prescindible
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