Into the Woods

Iniciado por reporter, 24 de Enero de 2015, 04:29:14 PM

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reporter

Into the Woods


SINOPSIS: "Into the Woods" es una versión moderna de los entrañables cuentos de hadas de los Hermanos Grimm que entrelaza las tramas de algunas historias seleccionadas y explora las consecuencias de los deseos y las inquietudes de los personajes. Este musical humorístico y conmovedor sigue los cuentos clásicos de Cenicienta (Anna Kendrick), Caperucita Roja (Lilla Crawford), Jack y las judías mágicas (Daniel Huttlestone) y Rapunzel (MacKenzie Mauzy). Todos ellos se combinan en una historia original que protagonizan un panadero y su esposa (James Corden y Emily Blunt), su deseo de formar una familia y su interacción con la bruja (Meryl Streep) que les ha echado una maldición.

CRÍTICA: De perdido al bosque

Érase una vez, en un teatro muy lejano, uno de los más dotados compositores de musicales del reino probó suerte con lo que muy pocos se atreven. Con dar, no un doble, ni un triple, si no un cuádruple salto mortal. Sin red de seguridad, como suele decirse, pues la propia naturaleza de su propuesta parecía que no iba a ser demasiado amiga de las medias tintas. O éxito sonado o fracaso absoluto, porque sólo estos finales (o uno o el otro, vaya) serían posibles, vista la voluntad de hacer convivir, sobre las mismas tablas, cuatro cuentos tan (archi)conocidos como "La caperucita roja", "Jack y las habichuelas mágicas", "La Cenicienta" y "Rapunzel". La pregunta apriorística era evidente: ¿Cómo diablos encajar cuatro historias tan sagradas en una sola? La respuesta, casi tan evidente: Siendo conscientes de que surgen, todas ellas, de las mismas mentes; que por ello forman parte del mismo universo. ¿De la misma época? Puede, poco importaba. ¿Obedeciendo cada una de ellas a las mismas inquietudes? También (primera clave del éxito). ¿Compartiendo el mismo escenario? Por supuesto.

Dónde, sino en un país remotamente indeterminado. Cuándo, sino en una época muy lejana. Y entonces, ¿qué hay del maldito punto de convergencia? Eureka: El bosque. Sobraba (y sigue sobrando) la denominación de origen. El escenario, la clave de todo ello, estaba definido por el amparo (protector y amenazante al mismo tiempo) proporcionado por la sombra de unos árboles tan viejos como el tiempo mismo. Cualquier cosa podía suceder allí. Desde los milagros más impresionantes de la naturaleza (como el de una enredadera gigante convirtiéndose en una torre que empalara las nubes), hasta las singularidades más melancólicamente bellas (como la del sauce llorón que creció, qué cosas, alimentándose de las lágrimas de una joven muchacha), pasando, faltaría más, por los terrores que, tarde o temprano, nos perseguirían por siempre jamás (como el del lobo, que esperaba pacientemente a que el almuerzo se le acercara felizmente dando brincos). El bosque fue pues, el punto de encuentro entre realidad y ficción, entre sueño y pesadilla... entre esos cuentos en los que todo esto (y mucho más) cabía.

El gran Stephen Sondheim resolvió la ecuación allá por el año 1987, y desde entonces que su musical no ha parado de representarse. 'Into the Woods' nos lleva, tal y como indica el título, a lo más profundo de ese Bosque que, más que un lugar, es una -formidable- excusa para condensar ni más ni menos que la esencia de las fábulas de los hermanos Grimm, pilar maestro de esa sabiduría (¿se admite?) popular que ha ido sobreviviendo a través del tiempo. Dicho elemento nos lleva al siguiente factor, pieza fundamental en el refuerzo estructural de ese imaginario colectivo tan consolidado pero a la vez (y ahí está la gracia), tan maleable. La Disney llama a la puerta, y a ésta mejor abrirle de buenas, antes de que se ponga a soplar y a soplar... hasta la casa derribar. Aunque también sea dicho, cualquier muestra de resistencia no habría pasado de la más intrascendente estupidez. Al fin y al cabo, ¿quién mejor que los magnates de la fantasía de toda la vida para dar vida (cinematográfica, se entiende) a la creación de Sondheim? Por si fuera poco, el momento también es el ideal para que la carambola deje al respetable con la boca abierta.


Este año, la vuelta (de tuerca) al cuento de siempre con 'Maléfica'. El anterior, el deshielo (irónicamente, con 'Frozen') de algunos de los esquemas más rígidos de dicha factoría. Es evidente que la Disney le ha perdido, definitivamente, el miedo a reinterpretar (que no a reinventar) los postulados más dogmáticos que a lo largo de tantas décadas han ido construyendo su propio espíritu. Si para ello se echa mano de la fiebre mash-up que vive actualmente la escena musical, más astros aún jugando a favor. Más madera: añadamos al conjunto un reparto estelar encabezado por nombres como Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick, Chris Pine, Johnny Depp o Meryl Streep, quien como sabemos garantiza, al menos (y no es poco), una preciosa nominación al Oscar a la Mejor Actriz Principal / Secundaria. Y más: Dirigiendo espectáculo, Rob Marshall, un director que, si bien llega a la cita en horas bajísimas (véase 'Piratas del Caribe 4', incluso la bastante fallida 'Nine'), demostró en sus -galardonadísimos- inicios que tenía un don especial para conciliar ese tan embriagador desparpajo de Broadway con (importante) las filias de la Academia y (todavía más importante) la voluntad de la taquilla.

Por desgracia, parece que lo que pesa más en esta suma es lo que, paradójicamente, más puede restar. Rob Marshall llega a la cita con su varita al borde de una fractura irreversiblemente fatal. Como si todo esto se tratara más de una última oportunidad, y no de una reválida benévola para relanzar su ahora mismo errática carrera detrás de las cámaras. Y con esta incertidumbre empieza 'Into the Woods'... y con una revelación engorrosamente sorprendente. Y es que hasta al músculo productor a priori más infalible, se le ven, en determinadas ocasiones, las costuras que revelan sus vulnerabilidades. Éstas no son, en ningún caso, excesivamente preocupantes, pero sí sorprende ver cómo aspectos en los que la maquinaria normalmente se luce tanto, se limitan aquí a aprobar con una nota mínimamente aceptable. Vestuario, maquillaje, diseño de producción... piezas del engranaje técnico, tan relativizables individualmente como imprescindibles en un todo que, al igual que todas ellas, parece contentarse con, precisamente, contentar al personal, y poco más.


Buena parte de la culpa la tiene el sospechoso habitual. Navegando entre dos aguas (o artes escénicas, si se prefiere), da la sensación de que Rob Marshall no acaba de tener del todo claro si lo que está haciendo aquí es cine o teatro. Su puesta en escena es, por lo menos, demasiado poco arriesgada. No conciliadora, sino más bien dubitativa, y empeñada en desaprovechar las armas únicas que el séptimo arte le da a uno para contar una historia (o dos, o tres, o cuatro, poco importa). Afortunadamente para todos, los actores sí cumplen, sobradamente, con su parte. ¿Maravillosos? Ni mucho menos. ¿De Oscar? Tal vez sí (ya saben, el Decreto Meryl-Streep). Muy entonados, sin lugar a dudas, e imprescindibles todos ellos a la hora no sólo de dar vida a la partitura (a la que, a la larga, le pasan factura sus repeticiones no lo suficientemente pegadizas), si no también cuando el filme entra realmente en materia. Lo que se intenta aquí es distanciarse de las Sagradas Escrituras. Alejarse del "pie-a-la-letra" para así adoptar cierta ironía gamberra (y cariñosa) a la hora de leer esos textos tantas veces leídos antes. Y sí, por supuesto la antes intocable institución del Príncipe Azul, sale cómicamente escaldada (en el que seguramente sea el número más acertado de toda la obra).

Nada que no hicieran antes triunfos tan rotundos como el primer Shrek o subproductos como 'La increíble pero cierta historia de la Caperucita Roja', pero ahora con el añadido de la magia Disney; con el bonus de jugar en un campo propio donde, consecuentemente, se dispone de total libertad a la hora de modificar las medidas de la cancha (además de otras muchas más características) para que así el juego tenga que adaptarse a un nuevo reglamento. Más atractivo, más espectacular, más cómicamente descontextualizado, más moderno o, al menos, más acorde a nuestros tiempos (teniendo siempre en cuenta, la inmortalidad del material de base). Claro que más allá de los -supuestos- planes iniciales, uno se encuentra, de repente, con que en el siglo XXI, el adulterio es el único crimen divinamente castigado con la pena de muerte. Es sólo un ejemplo. Aunque más allá de algún que otro tropiezo, y de esa continua falta de auténtica relevancia, lo más triste de todo es constatar cómo todas las buenas sensaciones y el inmenso potencial con los que juega Marshall se van al traste... precisamente, por su culpa.

Aviso para navegantes: Cuando 'Into the Woods' parece que vaya a terminar y a despedirse, dejándonos con el recuerdo (seguramente efímero) de una tontería simpática, decide fintar y alargar la función a lo largo de una media hora final que se hace, sencillamente, agónica. Casi se podría decir que ni el director esperaba ese giro y que por lo tanto, éste le cogiera a contrapié o, peor, con el depósito de reserva a punto de quedarse seco. El descalabro es total. Rob Marshall (quien parece tomarse demasiado en serio la declaración de angustia de uno de sus personajes cuando declara estar en la historia equivocada) no aguanta más y se hunde, definitivamente, para no volver jamás a la superficie. El rush de clausura es un compendio casi enciclopédico de cómo no hay que hacer cine. Los titubeos del principio se convierten en una pájara mental de la que todo el mundo se contagia. El guión, incapaz de profundizar realmente en ninguno de los frentes, se lía en sus continuas idas y venidas, el montaje se vuelve más y más confuso a cada secuencia que pasa y la dirección queda bochornosamente desnuda, al hacerse, más obvio que nunca, su alarmante ineptitud a la hora de plantear cada situación y, aún peor, a la hora de resolverla. Al final, el popurrí se salda con un estridente grito de socorro dirigido a un telón que se empeña en no bajar; a alargar una tortura que ni se habría aparecido en los sueños más oscuros de los Grimm; a dejar más claro que el crédito cinematográfico del antaño prometedor Rob Marshall, se está agotando a marchas forzadas.

Nota: 4 / 10
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Wanchope

De no ser por Emily Blunt sería un completo desperdicio...
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Beyond

Copio lo que puse en el hilo de "Qué película viste hoy". Me alegra ver que no soy el único que tiene una opinión negativa de esta película.

Into the Woods


No me ha dejado una buena impresión, me ha parecido aburrida y carente de emoción. Además, le sobra mucho metraje, no me gusta cómo la han estirado a partir de cierto momento. He visto que la mayoría de la gente pone las canciones por las nubes, pero salvo dos excepciones, a mí me han parecido bastante sosas... será que no es mi tipo de música. Las interpretaciones no están mal, pero tampoco son nada del otro mundo. Solo rescato el apartado artístico... y aun así es menos espectacular de lo que esperaba. Para mí gusto, una de las grandes decepciones de esta temporada.

Mi nota es 5/10.
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Sacri94

Terriblemente aburrida y con unas canciones nada pegadizas. La vi ayer y, siendo sincero, solo recuerdo dos números musicales: el de los príncipes y ese en el que todos se empiezan a culpar unos a otros. Los únicos que tienen algo de gracia y ritmo, además de autoparodia (en especial el de los príncipes). Del resto poco puedo decir. Un reparto que está muy acertado y algunos puntos que hacen sonreír, pero en general me ha parecido que partiendo de una premisa tan utópica acabe siendo tan tópica. Su primera parte, por mucho que intente reírse de los clásicos cuentos Disney, al final acaba siendo uno más. Y en su inútil segunda parte, intentan que la parte de la parodia sea mas más acentuada, pero lo único que consiguen es desesperar al espectador con media hora más de sufrimiento, de canciones sin gracia y de situaciones estúpidas que pretenden hacer reír o sorprender al espectador, pero conmigo al menos no han conseguido más que resoplidos.

Ya está bautizada como 'Into the WoodZzzzZZz'. Ingeniosa premisa, pero horrible desarrollo. Un reparto al que no se le puede poner pegas, especialmente a Chris Pine y a Emily Blunt pero una de las peores BSO que he visto en un musical. Meryl Streep, lo siento, pero veo exageradisima su nominación. Mejor lo ha hecho Bonham Carter como Bellatrix en la saga Harry Potter y no he visto ni un solo reconocimiento.

Un 3.

"Puedo estar horas comiendo una perita."
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Carlxs

Entonces te ha gustado o no.
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Wanchope

Cita de: Sacri94 en 21 de Febrero de 2015, 09:59:11 PM
Un reparto al que no se le puede poner pegas, especialmente a Chris Pine y a Emily Blunt pero una de las peores BSO que he visto en un musical. Meryl Streep, lo siento, pero veo exageradisima su nominación.

Dilo sin reparos: La nominación de Meryl Streep es de chiste. Como si fuera una actriz que la necesitase... mismamente Emily Blunt destaca más que ella.

Rebobino en mi cabeza y no sé ni como le pude poner un 5. Sobre la BSO recuerdo salir de verla sin recordar ni una sola nota de la misma. Y siendo un musical es algo que se puede considerar trágico.
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Sacri94

Cita de: Carlxs en 25 de Febrero de 2015, 08:22:10 PM
Entonces te ha gustado o no.
Mejor película de 2015. MOTY. Movie of the year.

Wancho, es un sufrimiento de película. Cuanto más pienso en ella peor recuerdo tengo. Prefiero no pensar :risa

"Puedo estar horas comiendo una perita."
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jescri

Demasiada mezcolanza, demasiada subtrama innecesaria con personajes carismáticos todos ellos por separado pero que pierden gran parte de su magia juntos. Como musical no está mal, bien elaborado y con canciones bastante pegadizas que al menos amenizan buena parte de la película. Respecto al reparto, hay de todo, aunque lo que más me llamó la atención fue la desaprovechada actuación de Depp como el Lobo.

Un conjunto pesado. Nota: 5.
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Black Knight

Grandisima decepción, aunque últimamente le había perdido bastante las ganas, Los musicales es uno de mis géneros favoritos y este no hay por donde cogerlo, la música que siempre es lo mas importante de un musical (Captain Obvious al rescate) se hace monótona y repetitiva y eso es imperdonable, solo se salvan 2 o 3 números números
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sobretodo el de los príncipes y el ultimo de la bruja y el que se echan las culpas no están mal
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Respecto a la historia me pareció un poco caótica, intentar mezclar los cuentos era difícil y no me convenció.

Los toques de humor que intentan meter lo mismo, no convencen, el único que me molo fue
Spoiler
el de la madrastra cortandole los dedos y el talón a  las hermanastras :D.
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Lo que mas se salva son los actores y el diseño artístico, y aun así la nominacion de Meryl streep me parece excesiva
que la fuerza os acompañe

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Balbo

Bufff... ¡qué mala!.  :'(

Claramente la película se divide en dos partes. La típica de los cuentos, con final feliz, y la parte de la giganta que es un rollo sin sentido. Una segun parte sin sentido alguno. Decepcionante.

Creo que has sido muy generoso poniendo esa nota. Yo le pondría un dos y va que arde. Menos mal que no fui al cine a verla  :abajo
"Yo soy grande. Es el cine el que se ha hecho pequeño"

El crepúsculo de los dioses (1950)
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