El gurú de las bodas (The Wedding Ringer)

Iniciado por Wanchope, 05 de Mayo de 2015, 10:58:38 PM

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Wanchope

El gurú de las bodas
(The Wedding Ringer)


SINOPSIS:
Mientras que la mayoría de los novios tienen el lujo de poder elegir a su padrino de boda entre los amigos de la infancia, los actuales y otros familiares, Doug (Josh Gad) está en un auténtico aprieto porque no encuentra a nadie que pueda ser su padrino. Entra en escena Jimmy Callahan (Kevin Hart), dueño y director ejecutivo de El gurú de las bodas, S.A., una compañía poco conocida que proporciona lo último en servicios como padrinos de boda...


CRÍTICA: ¿Y para qué todo lo demás?

"Las películas no se terminan, se abandonan" decía George Lucas para justificar el por qué de las diferentes ediciones especiales de su en otros tiempos franquicia galáctica. Aunque en realidad la frase no es suya, sino de un tal Akira Kurosawa. Lo mismo me es que me da lo mismo: tanto Lucas como Kurosawa lo decían en el buen sentido, el de que tanto puede llegar a ser el amor de su creador hacia su criatura que, casi casi, hay que arrebatársela de entre las manos para que los demás la podamos apreciar. Pero la "fuerza" no existiría sin el "lado oscuro" de las películas que parece que nacieron en el seno de una familia que nunca las quiso lo suficiente... abandonándolas así a su suerte.


Esta sensación de "dejadez" no es exclusiva pero sí está muy presente en el género de la comedia, siendo particularmente notable en la que proviene de Estados Unidos, posiblemente por una mera razón cultural: al fin y al cabo la "dejadez" manifiesta que desprendía '8 apellidos vascos' no fue un problema para que lo petase en su momento. Lo mismo me es que me da lo mismo, que no se trata necesariamente de un choque cultural sino de una cuestión de voluntad tan básica como la de exprimir los recursos a tu alcance. Y aunque hacer reír es un arte muy noble requiere de cierta elegancia para sugerir, simular o aparentar que no lo hacemos tan sólo porque nos pagan por ello...

... como sucede con 'El gurú de las bodas', otra descuidada comedia Made in USA cuyas posibles bondades se ahogan en su propia torpeza mal disimulada. Enésimo ejemplo de lo que parece ser el desprecio de los productores hacia un género en donde el fin pretende servir de justificación para cualquier medio. O ese recurso tan recurrente del si nos hace gracia, ¿a quién coño le importa todo lo demás? El "Hombre golpeado por balón de fútbol" que le arrebató el Oscar al Sr. Burns: tenga aquí usted una idea, rellene el formulario y llame al cómico de moda que estrenamos en un año. ¿Y qué hay de todo lo demás? Ummmm, si sólo se trata de hacer reír, ¿para qué todo lo demás? ¿por qué todo lo demás?

Y ese es precisamente el problema que arrastra la previsible versión extendida de su tráiler que es 'El gurú de las bodas', lo que se dice un hueco, baldío y a la postre sensiblero vehículo al servicio de unos Josh Gad y Kevin Hart que hacen lo que pueden para terminar como amigos (y cobrar su cheque). Una aséptica y apocada suma de sketchs pretendidamente groseros y tan sólo ocasionalmente divertidos a la que tampoco redimen sus respectivas voces españoles, "Flo" y Dani Martínez, incapaces de encontrar ese sustento excéntrico al que tanto se saben prestar Mike Myers o Will Ferrell. "Las películas no se terminan, se abandonan" aunque sea al poco de ser paridas. ¿Y para qué todo lo demás?

Nota: 5.0


Lo Mejor:
- Algún que otro gag tiene su gracia

Lo Peor:
- Lo endeble de su guión
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lourdes lulu lou

"La verdad siempre es lo mejor", y la verdad sobre esta película es que no cumple su misión, simplemente falla como desmadre jocoso de comedia que se desplaza por el despropósito, el descaro y la desfachatez, donde la lotería de esta tarjeta conocida, otras tantas veces vista, no funciona pues repetir lo conocido, lo ya referido sin pizca de originalidad ni mejora en el resultado es hacer el trabajo ¡pa'na!, y todos sabemos, gracias al genial José Mota, ¡que ir pa'na es tontería!
Miras las escenas y sabes que están preparadas para que te rías pero ¿significa ello que lo consigan?, porque esta pandilla de amigos alquilados tienen un miembro para cada clisé estipulado, a la espera de su lucimiento para explayarse en la bobada de turno, cada uno en su correspondiente banal papel para confeccionar la estrafalaria amistad que hará brotar la diversión y tu sonrisa grata e inesperada pero, sin embargo, estás mirando y mirando, esperando y pasando los minutos y, reconoces elementos de otras historias de más éxito, de relatos más intensos en su genialidad y fantasía creativa para el montaje de la tan ansiosa fiesta brutal que debe abarcar todo su visionado pero ¡que la tan mencionada verdad prevalezca!, ni un tímido escarceo de entretenimiento válido ni pasatiempo honorable que recordar.
Sucesión de momentos precocinados, fingidos y diseñados con disfraz poco motivante que apenas dan para cachondeo gustoso o jarana sabrosa, que se digieren en escenas sin salsa ni jugo mordaz, que ni siquiera merecen la mención de la referencia que todos tenemos en mente pues ni se acerca al carisma de un resacón ni a la locura de las Vegas, ¡y no digo, ya, la creación de Bic! que bebe, descaradamente, de un Hitch al que no llega por muchas ganas que le ponga su intérprete.
Despedida de soltero de un perdedor sin amigos cuyo montaje teatral es delineado con sumo cuidado para provocar gracia, siguiendo los pasos esperados y la estela adivinada sin mayor problema y, puede que ahí resida su falta de humor y picardía, en una forzada actuación donde se representan los cliché conocidos pero que, combinados -y tampoco en solitario-, no causan la chispa e ingenio que se les suponía, sólo estupor por pretender, Jeremy Garelick -guionista y director-, conseguir tu respeto y consideración con esta pretendida distracción sin efecto ni devoción y, aparte, creerse sus posibilidades de aprobado.
Alquiler de padrino-la traducción española es tema aparte- con entrada muy hollywoodiense, mucho colorido de fiesta venidera, llamativa banda sonora y mantel de alto standing, a partir de ahí cesa el ruido, se interrumpe el show y queda un argumento básico, de guión apenas avispado que vive de situaciones prototipo, llenas de sentencias ahorcadas, que se anulan mutuamente por ostentar alcanzar, un grado de calidad cómica, que no se posee ni puede lograr con tan escaso espectáculo, inmadurez creativa que vive de parientes lejanos, recordados con nostalgia próxima, que anulan cualquier posibilidad de triunfo en la presente comedia ¡si es que alguna vez la hubo!, pues se confunde tontería insípida con inteligente mascarada y, aunque es verdad que han habido grandes aciertos, de hilarante contenido, en este terreno de la fantochada filmográfica ésta, aún en su propósito y ganas, se queda muy lejos, simplemente las ve pasar, las rememora, intenta imitarlas y lo estropea en un esfuerzo gratuito que no llega lejos.
"..., una amistad no se mide por cómo te sientes sobre alguien más, lo importante es cómo te hace sentir sobre ti mismo" y sí, buena camaradería interpretativa entre Kevin Hart y Josh Gad pero insuficiente para lograr lo primordial, hacer reír al público que mira, observa y ni amago de esa alegría deseada, de ese efecto efervescente en tu rostro que desprende y anula, de un golpe, todas tus penas y, teniendo en cuenta que la eliges para reírte, desternillarte, troncharte etc, etc, etc y no lo consigue ¿qué hacemos?, ¿disculparla por el intento sin beneficio? No, condenarla por sustituible, prescindible y vaporosa, suspenderla en su exámen final ya que su verborrea fresca, de rodaje ágil y bromas prefabricadas, resulta estéril e insustancial.
Lo mejor, con diferencia, la referencia final del perdido Jorge García "I have a bad feeling about that fly" de tan ilustre serie, por siempre recordada/por pocos entendida que, perfectamente, puede valer para la película entera lo cual dice muy poco del cuadro presente ¿no? 
lou
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Beyond

Estoy de acuerdo con que la película da la sensación de dejadez y que prefiere hacer uso de gags muy trillados en lugar de desarrollar un guión con personalidad. Es cierto que algunas bromas llegan a funcionar, pero también tengo que reconocer que a mí un humor tan grosero y poco trabajado me acaba sacando de la película. Y a todo esto, Kaley Cuoco está totalmente desaprovechada en un papel insulso que no aporta absolutamente nada a la película más allá de la necesidad de que haya una novia.

Mi nota es 5/10 porque en algunos momentos muy concretos logró que me riera.
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Zinefilo

Parecen los Goonies, crecidos y convertidos en violadores.

No podía faltar en la cartelera una película sobre bodas o despedidas de solteros, El Gurú de las Bodas (The Wedding Ringer, 2015). El género de comedia romántica tan recurrido entre los estrenos y que actualmente es un género en sí mismo: el bromance.

En esta ocasión el desconocido y novel director Jeremy Garelick nos presenta un guión que, pese a su premisa inicial interesante y el buen hacer de los actores, acaba siendo lo más previsible y cargado de tópicos que uno pueda llegar a imaginar. Para crear tan lamentable guión, Garelick ha necesitado colaboración. y con la ayuda de Jay Lavender nos presenta la historia de Doug Harris (Josh Gad) quien a una semana de su boda con Gretchen Palmer (Kaley Cuoco-Sweeting) no sólo no tiene padrino para su boda sino que todavía no ha sido capaz de dar el nombre de tan siquiera un amigo invitado. Ante tal problemática Doug Harris recurre al gurú de las bodas, Jimmy Callahan / Bic (Kevin Hart),  un personaje que monta bodas a gente sin amigos.

La gracia principal de la película reside en la presentación de sus "amigos" así como sus meteduras de pata o excentricidades, entre los que reconocemos a Jorge Garcia, Hugo o Hurley en la serie Perdidos (2004). El ritmo recae sobre la pareja de cómicos, Josh Gad y Kevin Hart. En un papel más secundario, desaprovechado y con poca gracia (alguna extra le roba protagonismo) tenemos a la estrella de TV Kaley Cuoco-Sweeting más conocida por su papel de Penny en The Big Bang Theory en lo que supone su salto a la gran pantalla.

Los que esperen ver un final con algún giro o sorpresa, que se vayan marchando. En definitiva, es una película previsible, que intenta hacer gracia con cosas ya vistas y que te sacará alguna carcajada. Generalmente ligera sonrisa más que carcajadas. Pese a ese par de carcajadas que me sacó me parece un bagaje final insuficiente para un película de 100 minutos. Aparentemente no es mucha duración pero a alguno se le puede atragantar y acabar haciendo "bola". La escena del baile de los dos protagonistas me parece que roza el ridículo.

Lo mejor: La química entre los dos cómicos,  la presentación de los amigos. Alguna que otra frase.

Lo peor: Guión previsible no, lo siguiente. Que no te haga reír a carcajada limpia. Nada nuevo.

Nota: 4
-"Y ahora, ¿qué estoy haciendo? Ah, persigo a ese tipo."
.....
-"No, él es quien me persigue."
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