A mí me ha gustado la película, pero sin esos entusiasmos desatados que he visto en algunos por aquí.
Me parece más un drama adolescente, con un puntito de vampirismo que le da originalidad. La historia entre los dos niños me parece estupenda y muy bien llevada. En el lado del "miedo", sin ser una película terrorífica, cumple bastante bien, y lo hace de forma muy sencilla, sin grandes montajes ni efectos especiales. Por lo menos a mí los ataques de la niña, de lejos y en penumbras, acompañados de esos rugidos y sonidos de succiones bastaban para ponerme bien tieso en el sofá, cuando en realidad el director lo deja a tu imaginación porque verse, verse, no se ve gran cosa, lo que a mí me parece un acierto. De hecho, agradezco que no haya sangre y vísceras por todas partes que, ya lo he dicho muchas veces, tengo el estómago muy sensible y el gore no me va nada.
Yo, como princesa, primero pensé que el señor era el padre y que cuidaba de ella. No pensé que era vampiro porque no era normal que desangrara a las víctimas como lo hubiera hecho un tío normal. Se veía claramente que la sangre era para otro, vamos, que la niña es un vampiro nos lo dicen muy rápidamente.
Pero cuando la niña conoce a Oskar y va intimando un poco con él, supe de inmediato qué era para ella el señor, el "criado cuidador" que siempre tiene un vampiro y, estoy con reporter, que tuve claro que al señor lo había conocido como a Oskar, de niño, sólo que él se hizo mayor mientras ella seguía atrapada en el cuerpo infantil, por lo que también me quedó claro que, si nadie lo remediaba, Oskar estaba destinado a ser el sustituto del hombre.
Sobre si es un niño o una niña, yo me inclino por niño. De hecho, Eli le dice 2 ó 3 veces claramente que "no es una niña" y cuando se está poniendo ropa de la madre de Oskar y éste espía un poco, aunque la escena es muy rápida cuando enfocan la zona genital de Eli, se puede ver que tiene como una cicatriz.
Es cierto que tiene varias escenas impactantes y sobre todo la de la piscina es realmente buena. Me parece increíble las sensaciones que me provocó, en nada de tiempo y de una forma tan simple.
También me gustó la fotografia, sobre todo de los exteriores.
Pero...
Le voy a poner dos pegas, una es que ya empiezo a estar un poco harto de encontrar vampiros por todas partes. Es que una cosa se pone de moda y jo-er, aburren hasta a las ovejas.
La otra pega es que la película tiene un ritmo muy pausado, en general, lo cual a mí no me molesta en absoluto, pero en algunos momentos, sobre todo al principio y algunas escenas en la parte central, peca de excesivamente parsimoniosa, para mi gusto, vamos, que es leeeeeeeeeeeennnnntaaaaaaa de cojones. De hecho, en alguna ocasión en que la cámara estaba recreándose en el paisaje nevado, me pareció más estar viendo un documental que una película. Un poco más y casi esperamos ver salir de su madriguera al zorro blanco del ártico.
Por todo ello, mi nota va a ser un 6-6,5.