

El cruel paso del tiempo y sus manifestaciones

TITULO ORIGINAL American Gigolo
AÑO 1980
DURACIÓN 117 min.
PAÍS
DIRECTOR Paul Schrader
GUIÓN Paul Schrader
MÚSICA Giorgio Moroder
FOTOGRAFÍA John Bailey
REPARTO Richard Gere, Lauren Hutton, Hector Elizondo, Bill Duke, Brian Davies, Nina Van Pallandt
PRODUCTORA Paramount Pictures. Productor: Jerry Bruckheimer
Drama. Intriga / SINOPSIS: Julian Kay es un hombre treintañero, atractivo, culto e inteligente que utiliza sus cualidades para vivir de la prostitución. Su manager es Anne, que se encarga de buscarle mujeres que paguen el dinero que pide por sus servicios. Un día acepta, por 500 dólares, pasar dos horas con una pareja. Al día siguiente la mujer aparece asesinada y todas las sospechas recaen en él. (FILMAFFINITY)
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Intérpretes:
Richard Gere (Julian)
Lauren Hutton (Michelle)
Hector Elizondo (Sunday)
Nina Van Pallandt (Anne)
Bill Duke (Leon)
Acerca de American Gigolo:
Paul Schrader es uno de los mejores guionistas de las últimas décadas. Entre su material hay títulos tan importantes como La última tentación de Cristo, Toro salvaje, Taxi Driver (las tres de Martin Scorsese), La costa de los mosquitos o el expreso de Corea. Como director es más irregular y mezcla títulos sin demasiado interés, como El exorcista: el comienzo (2004), con obras más redondas como ésta que me ocupa, American Gigolo, o la magnífica e impactante Aflicción, protagonizada por un atormentado Nick Nolte, un drama que retrata con pulso firme la violencia y la tristeza que queda cuando aquella es reprimida, pero que forma parte inherente de algunos hombres y el medio familiar en el que vivieron (muy recomendable esta película. Si no hay trabajo en el foro de ella, y un día me animo, igual hago una pequeña crítica)
Entramos en los años 80 y la sociedad va cambiando de gustos. Los vaqueros con campanas de los primeros 70, o las crestas punk de los últimos años de esta década, dan paso a las chaquetas con hombreras y ropa pretendidamente elegante, inspirada en el pop británico, donde los nuevos románticos empezaban a hacer acto de aparición. En este ambiente de inspiración pop (la música de Giorgo Moroder también ayuda lo suyo) es donde se mueve Julian( Richard Gere). Aquí Gere es muy joven y su aire de chulo canalla, pero con buen fondo, le sirve muy bien a Paul Schrader para desarrollar el personaje protagonista de la cinta; éste es elegante y se sabe mover bien en los círculos de familias adineradas, donde las esposas mayores de los hombres con poder, y ricos, desahogan sus deseos.
El es el encargado de satisfacerlas sexualmente, ya que ese es su trabajo, pero también de divertirlas en su vida social.
. En ese mundillo Julian es el mejor y es requerido constantemente por la Madamme que lo introdujo en el negocio, una mujer rubia y madura que tiene a su cargo un negocio muy rentable de prostitución de lujo, y es de ella de la que Julian se desmarca hace tiempo porque cree que se aprovechaba de su trabajo y no recibe todo lo que él cree merecer. También le da trabajo de vez en cuando un amigo de raza negra homosexual, pero Julian siempre que acepta un encargo de él parece olvidarse de la pretendida amistad y le cobra una comisión demasiado alta, con lo que no despierta demasiadas simpatías entre mucha de la gente que vive del negocio del sexo.
Es trabajando en un restaurante de lujo de la ciudad cuando Julian conoce a la esposa de un político local famoso, Michelle, interpretada por la entonces modelo Lauren Hutton. En una especie de malentendido inician una conversación muy sugerente con dobles significados que resulta simpática, y que está llena de sensualidad. En dicho diálogo Julian trata de aparentar que se encuentra allí trabajando para quien solicite sus servicios de intérprete, le dice a Michelle que habla 4 o 5 idiomas y que ese es uno de sus trabajos. Michelle, después de cruzarse con el hombre unas cuantas frases ambiguas, con media sonrisa de complicidad no correspondida todavía por Julian, pero que se sospecha, le pregunta directamente cuánto cobra por acostarse con una mujer. A Julian parece haberle sentado mal el comentario, y más dicho tan directo, con lo que, con educación, se despide de ella diciéndole antes que se ha equivocado.
Los personajes principales de las películas y guiones de Paul Schrader sienten una atracción casi enfermiza por el pecado. En American Gigoló Richard Gere vive cómodo y sin demasiadas preocupaciones de tipo moral. La suya es una vida sofisticada de lujo, fácil, como la que cualquier hombre que se dedica a la prostitución de lujo pudiera tener. Muy distinta es la visión de esta profesión que se nos muestra en otra gran película: Cowboy de medianoche, donde Jon Voight, que interpreta al gigoló, sí tiene unos principios que le hacen renunciar a muchos de los vicios o comodidades que este estilo de vida pudiera traer consigo, y a esto se une su evidente inocencia que no sirve demasiado para el trabajo que quiere hacer, aunque también es cierto que en Cowboy de medianoche el gigoló no tiene tanta suerte como la que tiene Gere en American Gigoló; en ésta, Gere está introducido en ese mundo de una forma pensada, inteligente; el protagonista se sabe mover como pez en el agua en esos ambientes porque a pesar de ser un hombre aparentemente insensible y materialista, no deja de ser listo(
hasta que le tienden una trampa con asesinato incluido, y esto complica su situación ).
Con la complicación que surge en la vida de Julian las cosas empiezan a cambiar de rumbo. Ahora ya no hay placidez ni despreocupación que la vida frívola favorece y sí un via cruzis que le lleva a una consciente redención, y es la mujer del político de la que se enamora la que lo ayuda no sólo a superar su problema con la justicia (en un final muy emotivo declara a la policía que Julian no había podido ser el asesino de la mujer porque esa noche habían estado juntos, y con esto rompe con su anterior vida de matrimonio con un político prestigioso), sino también a abrir los ojos e intentar cambiar. Cuando se produce un cambio sustancial en Julian, hay una escena de renuncia muy sugerente entre él y la mujer del político, en la que Richard Gere, ya a punto de ser detenido por su presunto delito, le dice a Michelle que se olvide de él, que lo deje y siga su vida, a pesar de sentir lo que siente por la mujer. Aquí se da cuenta de que hay algo que le importa realmente en su mundo y no quiere arrastrarla con él por los pecados cometidos; la considera demasiado pura e importante para él; pero Michelle lo quiere realmente y no puede consentir una injusticia…
El ritmo de la película es pausado en su justa medida, tranquilo, va fluyendo sin demasiados saltos ni giros vertiginosos. Aunque en ocasiones hay un estilo abigarrado por la mezcla de ambientes que se enseñan en el film, se pasa del lujo de la vida de la gente con dinero a ambientes más urbanos de ambiente homosexual que describen la vida de uno de los amigos de Julian( el hombre de color gay que le da ciertos trabajos de vez en cuando), en general se percibe más bien una vida sofisticada, de ropa exclusiva, coches de marca y hoteles de cinco estrellas donde es difícil entrar en su restaurante si no tienes mucho dinero o si no eres famoso.
Una escena: Gere hace ejercicio en su casa mientras practica sueco para salir con una de sus clientas. Luego se ve muy elegante, con su traje a medida y muy peinado; el estilo de vida del gigoló de lujo está perfectamente expresada.
Alguna anécdota: Antes de Richard Gere se manejaron otros nombres para hacer el papel de protagonista como Christopher Reeve( era la época de Supermán) o John Travolta. Éste dio marcha atrás finalmente cuando estaba a punto de firmar porque quería tener control sobre el montaje final. No debe ser un actor muy fácil ya que Polanski ya tuvo problemas con él en otro proyecto.
El éxito de taquilla fue considerable: 23 millones de recaudación en USA; el film costó 5 millones.
El tema principal de la banda sonora, “ call me”, de Blondie, fue un gran éxito de este grupo representante en USA de la llamada New Wave.
8.90/ 10