CRÍTICA: Las cicatrices del alma Que Oscar Wilde era un genio que desgranaba con una facilidad pasmosa las miserias del ser humano, no vamos a discutirlo (si hubiese nacido en la época actual, en vez de escritor, hubiese sido director de cine, seguro estoy de ello... y de que hubiese sido íntimo amigo de Almodóvar, también) y es por ello que su obra cumbre se ha intentado llevar al cine en multitud de ocasiones, siendo esta que nos ocupa la enésima intentona.Y que tiene de malo esto, pues nada y todo. Nada si se hace bien y el público queda contento y todo si esto último no se cumple, porque empezamos con comparaciones no sólo a la novela homónima en la que se basa sino en todas las adaptaciones anteriores. ¿Que cual es nuestro caso?....analicémoslo.
El director Oliver Parker ha tenido siempre muy claro lo que pretendía con todas sus películas, prueba de ello es que con tan solo 9 filmes en su haber, encontremos 3 adaptaciones de obras de Oscar Wilde y una de Shakespeare, lo que muestra claramente que a este londinenses lo que le obsesiona son las pasiones humanas.
En este caso, la pasión que nos ocupa es el narcisismo desmesurado de nuestro protagonista, capaz de vender su alma por la eterna juventud, pero ahí acaban todas las similitudes con la obra de Wilde, ya que si bien los personajes más importantes del libreto aparecen en el film, no debieron estos ser de suficiente enjundia para Parker que no sólo modifica estructuralmente a su antojo la obra y a estos, sino que tratando de aportarle una profundidad consistente en un malogrado intento de que su protagonista pueda redimirse por medio de la mayor de las pasiones humanas, ha añadido mas personajes en una especie de 2ª parte o ultimo tercio de película que flojea sobremanera, creando una sobredosis de "esto ya me lo conozco de sobra" que hace que el metraje se extienda hasta los 112 minutos lo que perjudica bastante la buena impresión que dejan los primeros 90. Y es que Wilde sólo había uno y Parker por mucho interés que ponga en mostrar adecuadamente las sentimientos que otros escribieron, cosa que hace bastante bien, no consigue el mismo resultado, cuando estos sentimientos son de su cosecha (aunque el guión no lleve su firma, la idea sí que es a lo que me refiero).
¿Y todo esto a que nos lleva?, pues al inicio de nuestra diatriba, es decir, ¿que tal podemos catalogarla como película que llega al público?.
Pues aunque haya cambiado en bastantes aspectos la obra original y añadido personajes y motivaciones de su cosecha (para eso es el director), le película se deja ver bastante bien siempre y cuando vayamos al cine sin tener demasiado en cuenta la obra de Wilde (es decir, vamos a ver algo “basado en” no una adaptación fiel. El film tiene claramente 3 partes, de las cuales la 2ª sobresale por encima de las demás y en las que el director se siente muy cómodo creando ambientes cargados. Tanto la primera como sobre todo la para mi entender floja tercera parte, no logran aun así estropear el regusto que nos deja esa parte central de la película donde realmente se nos disecciona el alma humana, el poder de la belleza, lo peligrosas que son las palabras afiladas, la facilidad de estas para corromper mentes vírgenes, y donde tanto Colin Firth como Ben Barnes (sobre todo el primero) nos hacen ver a ese Wilde con mala uva que hay debajo de todo. Además los ambientes victorianos perfectamente recreados, ayudan mucho ya que el esfuerzo en mostrar las partes claras y oscuras de la época se nota cuidado con la intención de que la propia atmósfera de la época sea una más de las que hacen a Dorian proclive a los excesos que acaban por nutrir de cicatrices la única parte del ser humano que no se deja ver a simple vista, el alma.
Un buen entretenimiento intentado llevar un poco más lejos, que no desagrada (tampoco deja indiferente) pero que cojea en su propósito final aunque no suspenda en el proceso.
Lo Mejor:- El primer Colin Firth.
- Ben Barnes
- Mejor de lo que esperaba
Lo Peor:- El segundo Colin Firth (anciano)
- Ben Chaplin desaprovechado
- Flojea su parte final
- Con una mejor fotografía hubiese ganado muuuuchos enteros
Nota: 5.5