The Asylum, la productora más hija perra que hay en el mercado cinematográfico
The Asylum, esa "gran" productora cinematográfica que lanza directamente sus mierdas al mercado doméstico, vuelve a la carga por enésima vez este año. Todo parece indicar que el negocio parece rentable y que una buena parte de infelices como yo acaban sucumbiendo a sus "encantos". El caso es que esta vez la película parodiada (ese es el verbo al que hay que atenerse) es nada más y nada menos la que hasta hace bien poco ha sido la película más taquillera de todos los tiempos: 'Titanic' (1997) de James Cameron. Me imagino que las altas esferas de The Asylum pensarían que por efecto rebote, éste sería su trabajo más rentable.
Antes de meterme en faena con lo poco que dio de sí la película, esta basurilla tiene los santos huevos -por no decir otra cosa- de apropiarse de algún modo de la cinta de Cameron colocando un vergonzoso "2" en su título e intentar burdamente calcar alguna escena de la del 1997. Un jodido despropósito. Ya a modo de curiosidad y para que veáis el odio que profeso a este despojo fílmico, he de reconocer que 'Titanic' es ex aequo con 'Gladiator' mi película preferida, así que antes de comenzar a ver este experimento de Asylum, ya iba yo con ganas de guerra y de darla verdaderos palos.
El conjunto en sí es una vaga mezcla de 'Titanic' más 'Poseidón' pero exhibiendo una cutrez tal grande como la herramienta de trabajo de Nacho Vidal. La historia avanza totalmente a trompicones, tan pronto estamos viendo cómo navega el Titanic sobre el croma verde de la sala de rodaje como una gran placa de hielo se destruye sin dar apenas explicación alguna. Los diálogos son tremendamente superficiales, creo que ni uno en todo el metraje me interesó un ápice. El desarrollo de los personajes también está muy mal llevado, ninguno destaca (salvo el guaperas millonetis) y resulta muy difícil conectar con alguno de ellos. Lo peor son los extras, en especial cuando desaparecen de la faz del barco por arte de magia y en las escenas de pánico, aparecen andando de fondo como si con ellos no fuera la cosa. Mención aparte son los efectos especiales, aunque sí que es cierto que en este apartado, 'Titanic 2' no llega al paupérrimo nivel de otras producciones de esta compañía. Digamos que se ha agradecido no haber visto pulpos gigantes que destruyan rascacielos ni tiburones que coman aviones en pleno vuelo.
Está claro que si se puede dar un cero, se lo daría con todo el gusto posible, aunque desagraciadamente ésta no es la peor película que he visto en mi vida. Hay más bodrios repartidos en la viña del Señor. Lo que yo os aconsejo es que os la ahorréis. Tan sólo la vi para acabar el ciclo de obras relacionadas con el famoso trasatlántico (ésta muy cogida con pinzas) y ya de paso por si me salía alguna crítica con la que desahogarme en esta mañana de lunes, pero sólo por eso.
Un 0.50/10