Déjame salir(Get Out)
SINOPSIS: Para Chris (Daniel Kaluuya) y su novia Rose (Allison Williams) ha llegado el momento de conocer a los futuros suegros, y ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford).
CRÍTICA: Dejen entrar antes de salirEs complicado pasar por alto el sorprendente éxito comercial que en Estados Unidos ha tenido 'Déjame salir', la segunda incursión más o menos seria de Jordan Peele en el mundo del cine tras la de 'Keanu', ahora ya sin su media naranja y en una de esas cosas extra-deportivas que tres meses después la acompañan dentro y fuera del terreno de juego, como si fuera el contenido adicional de la edición doméstica ahora recién editada en su país de origen.
La acompañan, o más bien le hacen sombra. O el contenido adicional convertido en el verdadero objeto del deseo.
El éxito al fin y al cabo, es lo que vende. Aunque la verdad, con un culo como el mío que se ha visto unas cuantas de su calaña en según que lugares sombríos no es complicado pensar mal, máxime cuando se viste de mona de Pascua al habitual thriller a proyectar en Sitges a las 3 de la mañana en medio del maratón de rigor. Será que soy demasiado blanco como para que me importe, o será que soy demasiado blando como para que me moleste.
O será el momento unido a los antecedentes de la más que avispada Blumhouse para dar gato por liebre.
Claro que es poco apropiado valorar una película por aquello que le rodea, del mismo modo que es poco acertado calificarla en base a los ceros (a la derecha) de su taquilla. Craso error, con o sin mala leche, y de forma particular, cuando no deja de ser un punto de vista. El mío, en este caso, y que desprovisto de números, paradojas, cuestiones sociales y lugares sombríos despoja al fenómeno del fundamento del que ante mis ojos carece como tal.
Cuando no es y significa que no. O cuando no entiendes, no quieres entender, o no puedes entender.
'Déjame salir' es tan imperfecta como "peli de miedo" como ya lo era 'Keanu' como Buddy movie, además, sin la simpatía natural del dúo Key & Peele. Demasiado convencional, superficial, demasiado rácana como para -posibles fenómenos paranormales, fortuitos y/u oportunos al margen que alimenten las buenas conciencias- sobresalir del pelotón de los sopotocientos títulos que se proyectan en un festival tan sombrío como puede ser el de Sitges.
Quizá sean las expectativas, quizá es que no hacía falta hacerse expectativa alguna salvo ninguna.
La cinta acaba ahogada en su propio jugo, bajo un desarrollo genérico y en un círculo vicioso y formal que la arremolinan sobre sí misma decayendo, con el paso de los minutos, en una a la postre aburrida indiferencia a la que parece sólo dignifica el color de la piel. Todo lo demás la acompañan, o más bien le hacen sombra, pero porque su discreción como una broma sin chispa permite, y posibilita que cualquier factor le pueda hacer dormir a la sombra.
Nota:
5.5Lo Mejor:
- Su buen casting
Lo Peor:
- Lo hinchado que está "el fenómeno"