Guns Akimbo
SINOPSIS: Miles vive como un pardillo hasta que se topa sin querer con SKIZM, una banda clandestina que se dedica a organizar duelos de muerte reales para emitirlos por internet.
CRÍTICA: Radcliffe on fire"Película inquietantemente profética con humor negro y violencia sin tapujos que combina suspense y ciencia ficción. En ella, un desarrollador de videojuegos (Daniel Radcliffe) participa en un duelo a muerte ilegal retransmitido en directo".
Esta es la descripción que hace Prime Video de 'Guns Akimbo', la nueva gamberrada escrita y dirigida por Jason Lei Howden, responsable en 2015 de una 'Deathgasm' que un servidor también tuvo la oportunidad de disfrutar, rodeado de semejantes, en un marco tan propicio para este tipo de "bro movies" como es y sigue siendo el festival de Sitges.
Larga vida al festival de Sitges.
Y larga vida también a Daniel Radcliffe, un actor a menudo recomendable (bajo ciertas condiciones específicas de uso). Miles, su personaje en 'Guns Akimbo', es un experto en huir de absolutamente todo... justo lo contrario que Radcliffe, quien se apunta a un bombardeo y es evidente que se toma su carrera en el cine como una manera de disfrutar de la vida.
'Guns Akimbo' podría considerarse como una producción a mitad de camino entre 'Crank' y 'Gamer': No es tan alocada y cafre como la primera, si bien tampoco es tan descafeinada y deshilachada como la segunda. Dos posibles referentes para calibrar qué esperar de lo nuevo del responsable de 'Deathgasm': Otra honesta oda al esparcimiento y lo sociofestivo.
Una película con la que Daniel Radcliffe vuelve a demostrar, lo dicho, que sigue al pie del cañón para divertirse. Y eso es precisamente lo que ofrece la propia película, diversión sin prejuicios ni cargo de conciencia alguno. Un alocado pasatiempo "guay" y "molón", tan lleno de movimiento y florituras visuales como resultón y en gran medida, superficialmente divertido.
Una de "esas películas tontorronas" muy del gusto de Sitges, muy de ver con algún buen amigo y mejor espectador, a poder ser de estómago agradecido y para redondear una imagen tan bucólica, con una cerveza siempre en la mano. Una de "esas películas" para dejarse llevar, y disfrutar viéndola en igual medida que a buen seguro, Daniel Radcliffe haciéndola.
Nota:
6.5Lo Mejor:
- Radcliffe, siempre dispuesto a reírse de lo que haga falta
Lo Peor:
- Como tantas películas de este estilo, sus bondades pueden no ser percibidas de la misma manera según cuando, dónde y con quién se la vea