El último duelo(The Last Duel)
SINOPSIS: Una apasionante historia de venganza y traición ambientada en la opresión a las que estaba sometida la mujer en la Francia del siglo XIV.
CRÍTICA: ¿Qué hacemos con Marguerite?Han pasado casi 45 años desde que Ridley Scott debutase como director con 'Los duelistas', una estupenda película que por desgracia siempre ha estado a la sombra de sus dos siguientes filmes, 'Alien' y 'Blade Runner', para muchos aún todavía sus dos mejores trabajos. Mucho ha llovido desde entonces, y durante estos casi 45 años el cineasta británico ha alternado buenos trabajos con otros no tan buenos; cabe señalar, que como la mayoría de los cineastas.
Y también, al igual que ocurre con la mayoría de los cineastas, el ímpetu creativo de sus primeros años se ha ido estancando, siendo que a estas alturas es complicado que pueda dar un vuelco a la mesa como los de 'Alien', 'Blade Runner'... o 'Los duelistas', el origen del viaje que nos lleva hasta 'El último duelo', destinada a ser tal vez su última película en aquella otra vida en la que 'Gran Torino' hubiera sido la última de Clint Eastwood (al menos como actor).
Lo uno no quita lo otro, y lo que ha podido perder de innovador lo ha ganado en estabilidad: 'Marte' fue una buena prueba de ello, como también lo es ahora 'El último duelo', película que a más de una sorprenderá que haya hecho "un señoro" de 82 años. Apuesto a que 9 de cada 10 críticas que lean mencionarán el "Me Too", dicho sea como un halago hacia la película que tal vez mejor ha sabido diseccionar ese patriarcado que cierto es, alguna vez existió.
Como existió una película llamada '¿Qué hacemos con Maisie?', y también, por supuesto, otra llamada 'Rashomon' cuyo visionado es requisito fundamental para obtener el carnet de cinéfilo. Scott demuestra la solidez que arrastra después de 45 años de carrera cinematográfica, y despojado de la responsabilidad de hacer un blockbuster ha sido capaz de condensar en dos vibrantes horas y media lo que en 'Exodus: Dioses y reyes' no le salió del todo bien.
O lo que en tiempos de 'El reino de los cielos' fueron cuatro -exquisitas- horas de metraje, que por ser, ahora también hubieran podido ser, y todos igual de contentos. 'El último duelo' son tres versiones de una misma historia donde el punto de vista determina la verdad... de cada uno. Y nadie es el villano de su propio relato. Tres versiones que confluyen en "el último duelo" de su título, cuando las dos horas (y pico) previas descargan con una intensidad brutal.
Si bien es lo más contundente que ha rodado Scott en años, es el camino hasta él lo que le da valor y resonancia. Dos horas y pico donde Scott, guiado por un guión conciso y preciso, y en el que prácticamente no hay puntada sin hilo, demuestra la experiencia narrativa que decía: No hay nada transgresor o innovador, pero todo está rodado y montado con tanta prestancia y determinación, que fluye como un río embravecido que lo arrastra todo a su paso.
Scott hace que parezca tan fácil, sencillo y orgánico que incluso las notables interpretaciones del reparto no parecen surgir de ningún esfuerzo, siendo un ejemplo claro de película lo que se dice "bien hecha" que funciona a la perfección por la suma del sentido común que se ha aplicado a cada elemento. Tan cierto es que ha costado 100 millones como que no todos los directores saben qué hacer cuando estos apenas van destinados a los efectos CGI.
Me too. 'Rashomon'. 'Los duelistas'. Ridley Scott. Y '¿Qué hacemos con Maisie?', por aquello de que la niña -o en este caso mujer- viene a ser un subterfugio para ver quién la tiene más larga. Casi 45 años después Scott (y su cohorte) demuestra que no hay que innovar para ser moderno ni ser moderno para ser contemporáneo, y que se puede filtrar contenido y sensibilidad actual dentro de un relato de porte clásico sin canibalizarlo ni resultar impositivo, anacrónico o artificioso.
También, seguir haciendo cine en letras mayúsculas aunque sea por inercia y rutina, siempre a la sombra de 'Alien' y 'Blade Runner'.
Nota:
8.0Lo Mejor:
- La solidez de la propuesta a todos los niveles. Y por supuesto, "el duelo" en sí mismo.
Lo Peor:
- Que no sea (aún) más ambigua