Gattaca
SINOPSIS: En el futuro, la mayor parte de los niños son concebidos in vitro y con técnicas de selección genética. Vincent (Ethan Hawke) es uno de los últimos niños concebidos de modo natural, pero nace con una deficiencia cardíaca por la cual no le otorgan más de treinta años de vida. Es un “no válido”, alguien condenado a ocupar los puestos menos gratos de la sociedad. Por el contrario, su hermano Anton recibe lo mejor de la carga genética de sus padres, lo cual le garantizará el acceso a infinidad de oportunidades. Desde niño, Vincent sueña con ir al espacio pero, por su condición de no válido, es consciente de que nunca podrá ser elegido haga lo que haga.
CRÍTICA:
La belleza de la imperfecciónEl filme dibuja un futuro en el que la selección genética para obtener niños teóricamente perfectos es una práctica universal. Sin embargo, el matrimonio Freeman decide dejar en manos de Dios la concepción de su primogénito, Vincent. Tras comprobar que el azar les ha dado una criatura extremadamente frágil y débil, acuden a la ciencia para asegurarse de que su segundo hijo (Anton) va a cumplir con sus altas expectativas. Al pasar los años, todas las puertas se abren ante Anton… no puede decir lo mismo Vincent, a quien el destino parece haberle reservado una vida indigna y llena de adversidades. Pero lejos de rendirse, emprenderá un peligroso camino que deberá llevarle a cumplir el sueño de su vida: viajar al espacio exterior.
A pesar de ser su primera película, Niccol se muestra muy seguro y crea un hipnótico y a ratos asfixiante estilo propio, repleto de imágenes cargadas de simbolismo. Además se apoya en la preciosa y colorista fotografía de Slawomir Idziak, en la emotiva banda sonora compuesta por Michael Nyman y en unas buenas actuaciones donde destaca el protagonista Ethan Hawke, que se crece primero con el joven duelo interpretativo que mantiene con un Jude Law que ya apuntaba buenas maneras y después aprovecha su química con Uma Thurman.
El guión (firmado por el propio Niccol) destaca por combinar muy bien la originalidad con la profundidad reflexiva. El protagonista se convierte en el narrador de la historia e impide que nos perdamos ante la complejidad de la sociedad descrita. Una sociedad escrupulosa, que busca obsesivamente cualquier indicio de imperfección para penalizarlo duramente. Un mundo en el que el joven Vincent se siente solo y en el que es consciente que un pelo o un milímetro de piel muerta podría desmontar su gran mentira.
‘Gattaca’ (un inconfundible guiño genético) es una obra redonda y apasionada que bajo la ingenua apariencia de un buen thriller policiaco esconde un bello cuento fantástico que sirviéndose de la ciencia ficción trata temas tan universales como el derecho a la igualdad, la libertad y la capacidad innata en el ser humano para superarse a él mismo rompiendo todas las barreras (precioso el enfrentamiento de resistencia en condiciones extremas entre ambos hermanos). Porqué al fin y al cabo, la moraleja es que incluso en la sociedad más discriminatoria y totalitarista, es posible -gracias a la naturaleza impredecible del hombre- que incluso el individuo aparentemente más débil pueda llegar a hacerse un hueco a base de fuerza de voluntad.