Director: Luis Buñuel
País:
Guión: Luis Buñuel, Luis Alcoriza
Música: Gustavo Pittaluga, Rodolfo Halffter
Fotografía: Gabriel Figueroa (B&W)
Reparto: Alfonso Mejía, Roberto Cobo, Estela Inda, Miguel Inclán, Alma Delia Fuentes, Francisco Jambrina
Año: 1950
Género: Drama
Duracion: 88 min.
SinopsisEl Jaibo es un adolescente que escapa de un correccional y se reúne en el barrio con sus amigos. Unos días después, el Jaibo mata, en presencia de su amigo Pedro, al muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran al reformatorio. A partir de entonces, los destinos de Pedro y el Jaibo estarán trágicamente unidos. (FILMAFFINITY)
ReseñaEl neorrealismo fue un movimiento cinematográfico que surgió en Italia en los años 40. Muchos directores italianos de la época participaron en dicha corriente (De Sica, Fellini, Rossellini, etc.). El objetivo de estos autores era retratar la realidad de la época con la máxima objetividad posible. Las películas mostraban la miseria y pobreza que salpicaba al país tras la Segunda Guerra Mundial, con historias que desprendían pesimismo y en las que no había lugar para los finales felices forzosos e idealizados.
En 1950, Luis Buñuel hizo lo propio en México DF con Los olvidados. En la historia no hay espacio para el sentimentalismo barato. El director aragonés se limita a mostrar la cruda realidad con frialdad. Los personajes son gente de los barrios marginales de la ciudad atrapados en la miseria. La cámara de Buñuel en ningún momento les juzga, no hay buenos ni malos. Hasta Ojitos, el niño que representa la inocencia de forma más evidente, es capaz de lo peor: casi intenta agredir al ciego y más tarde incita a Meche para que le clave un puñal a Don Carmelo...
La película se centra en la desgraciada vida de unos jóvenes delincuentes. Atacan y roban sin ningún tipo de pudor a minusválidos pero al mismo tiempo, son víctimas de malos tratos, explotación laboral y sobretodo, del abandono y olvido por parte de los padres. También, en una magistral escena muda, se sugiere que los niños pueden ser víctimas de abusos sexuales. Los pocos rayos de esperanza se observan en el personaje de Pedro, quien intenta reformarse en varias ocasiones, pero factores externos a él -la sociedad- se lo impedirán.
Gracias a Pedro también podemos fijarnos en un punto clave del film: la escena onírica. Buñuel introduce en una película realista uno de los rasgos más característicos de su cine, el surrealismo. El sueño de Pedro sirve para conocer a su personaje. En él, se muestran sus dos principales preocupaciones: su madre y el Jaibo. Pedro busca constantemente portarse bien con su madre para coseguir su aprobación y amor. Por otra parte, siente un gran remordimiento al no contar el delito que comete el Jaibo. Otro punto surrealista no lo desvelaré para evitar destripes.
El film está lleno de matices e incluso simbolismos (las gallinas es uno de los más evidentes). Incluso se puede observar cierta crítica a la religión: no es casualidad que sea el personaje ciego quien tenga un crucifijo en casa. Más tarde, vemos como un director de una escuela y la enseñanza tienden la mano al chico (en lugar de un Dios).
Los olvidados es una película que trata de hacernos conscientes de la realidad de la época. Buñuel así nos lo recuerda tirando huevos a la cámara. Estas personas -reales- no deben caer en el olvido.