FICHATITULO ORIGINAL - "Hatari!"
AÑO - 1962
DURACIÓN - 159 min.
DIRECTOR - Howard Hawks
GUIÓN - Leigh Brackett
MÚSICA - Henry Mancini
FOTOGRAFÍA - Rusell Harlan
REPARTO - John Wayne, Hardy Kruger, Elsa Martinelli, Bruce Cabot, Red Buttons
PRODUCTORA - Paramount Pictures
SINOPSISSean Mercer, un cazador que recorre el mundo capturando animales para venderlos a los zoos, reúne un grupo de cazadores en las llanuras de Tanganika, para cazar cebras y jirafas. La aparición de una fotógrafa, que pide unirse al grupo, modificará las relaciones y provocará tensiones dentro del equipo.
CRÍTICAHoward Hawks es un director con bastantes variantes, no en vano es de los pocos que ha dirigido una gran película en cada uno de los géneros: western ("Río Bravo"), negro ("Tener y no tener"), aventuras (esta "Hatari!"), comedia ("Me siento rejuvenecer")... Pero tenía sobre todo una fascinación: enseñar vida. Sin necesidad de filosofar, ni de ser profundo, ni de tener el mejor guión del mundo, a él lo que más le gustaba era mostrar la convivencia diaria entre varios personajes.
Y esta "Hatari!" lleva este asunto al extremo: una peli con una historia sin mucha más profundidad que enseñarnos a un grupo de amigos viviendo en la naturaleza, rodeados de animales. Otra de sus obsesiones, dicho sea de paso, muchas de sus películas tienen animal de por medio a pesar de lo que opinaba Alfred Hitchcock al respecto ("Evita trabajar con niños o animales"). En esta lo lleva al extremo y hace casi un documental: no fue empleado NI UN DOBLE para las escenas de caza, todo lo hacen los actores. Donde otros directores nos pondrían un plano de la cabeza del rinoceronte, otro de Wayne con una cuerda y otro de la cuerda cayendo sobre el cuerno del animal, aquí Hawks nos pone un solo plano de Wayne, el animal y cómo lo caza. En vivo y en directo, sin trampa ni cartón. Y aún así, según cuenta el propio Hawks, le quedó material filmado como para una hora más de metraje. Lo único que tiene algo de trampa es el sonido, que se tuvo que volver a grabar en algunas escenas por culpa de los insultos e improperios que soltaba Wayne.
Toda la carga dramática de la película ocurre al principio, pero en cuanto se resuelve esa situación, se pasa más al género de la comedia, a la fiesta, al buen rollo, al melodrama romántico y al espectador no se le pide mucho más que sentarse y pasar un rato con este grupete de cazadores. En realidad el que la historia sea tan "flojita" es pura casualidad: el guión original estaba pensado para un duelo Wayne-Gable, dos cazadores verteranos luchando por una chica, pero el bueno de Clark se les muere en 1960 y les deja en la estacada. Como el estudio no se quiere gastar 1 millón extra en traer a otra gran estrella, H.H. reestructura todo el guión y lo deja en Wayne vs. un par de chavales que no tienen nada que hacer contra él, es demasiado grande. Aprovecha la oportunidad para irse lejos del control del estudio, a Tanzania, y pasar casi unas vacaciones filmando escenas de caza.
La película es algo larga, pero aún así recomendable en todo momento y apta para todos los públicos y estados anímicos, hasta para levantar ánimos cuando se está deprimido. Trata, simple y llanamente, sobre vivir en libertad. Sin pretender para nada ser la mejor película de su director.
Nota:
7.75 CURIOSIDADES-Hatari significa "Peligro" en swahili
-Atención a la pieza de Mancini titulada "Baby elephant walk". La habeis oído mil veces y seguro que no sabíais que viene de esta película. Mil veces versionada.
-En la escena en la que capturan a un rinoceronte y se les escapa para volverlo a cazar, esto ocurre de verdad, es improvisado. Hawks decide dejar la escena completa por su realismo, para que se vea que no se cazan a la primera tan fácilmente.
-El personaje que planea la caza de los monos en el árbol (que por supuesto ocurre de verdad) tiene ese caracter tan nervioso imitando al técnico que ideó esa escena en la realidad. Se tiró cinco días calculando la trayectoria del cohete y los vientos y la toma les salió bien a la primera.