Terminamos con otro buen capítulo que pese a dilatar en exceso los acontecimientos logra cerrar el círculo de manera satisfactoria aunque personalmente no me parece un final a la altura de la serie.
Me ha gustado una vez más los guiños en forma de flashbacks que nos muestran situaciones que parecieran banales pero que transmiten muy bien lo que ha sido la esencia de la serie y que además nos muestran la naturaleza de sus personajes con una reflexión tan simple como la de la máquina del tiempo.
Por contra y aunque entiendo que Kim es lo mejor que le ha ocurrido a Saul en su vida hasta el punto de sacrificarse por ella, no termino de aceptar que la propia Kim pueda vivir con ello más aún cuando su propio cargo de conciencia la había llevado a confesar voluntariamente, no me convence la idea y creo además que el final es injusto con el personaje de Saul al que tal vez por empatia le deseaba mejor suerte.
Dicho esto y haciendo balance es indudable que ha sido una de las mejores experiencias seriefilas de los últimos años, una de esas propuestas con la personalidad y calidad necesarias para congratularse por el tiempo empleado en disfrutarla, lo cual tratándose de un
spin off de una de las series más populares de la historia tiene incluso más mérito.
