Brutal, enigmática, oscura, crepuscular e incluso poética serían los calificativos que mejor definirían la película de Robert Rodríguez y Frank Miller. La mejor manera de conseguir una visión general de ‘Sin City’ es imaginándose la mítica Gotham (son inevitables las comparaciones con el hombre murciélago) pero llevada al extremo. Y es que la ciudad del pecado ideada por Miller es un lugar completamente gobernado por el mal, donde ni los propios protagonistas parecen adaptarse a la definición más clásica de héroe. En resumen, es un cóctel explosivo de ángeles y demonios combinados con altas dosis de disparos, sangre y corrupción… cine negro en estado puro. En el aspecto técnico el trabajo de Rodríguez es simplemente impagable, no ha hecho una adaptación, ha puesto el cine al servicio de la obra de Miller dándole vida propia, creando así un film escalofriantemente precioso. A la ardua labor de dirección se le une un reparto de excepción (excelentes Mickey Rourke y Bruce Willis), una banda sonora inquietante y un marcado y electrizante estilo propio. Todo unido hace de ‘Sin City’ una delirante obra maestra que sin ninguna duda será recordada durante muchísimo tiempo.

"Yo no voy a verla porque Eastwood sólo recurre a los tópicos" "Yo no la voy a ver porque no me gusta el boxeo" "Yo no la voy a ver porque Eastwood es un fascista", etc. etc. Tonterías como estas he tenido que oír estas últimas semanas en mi entorno. Cuando recomendaba la película en cuestión, me convertía automáticamente en el paria del grupo. Y es que parece que la gente aún sigue asociando al maestro Eastwood con el personaje de Harry el sucio (increíble...). Lamentabilísimo error. Si algo ha demostrado este fantástico director, actor, productor... es que hay gente que al igual que el buen vino, mejora (y de que manera...) a medida que el tiempo avanza. En efecto, 'Million Dollar Baby' es la culminación de una de las carreras más interesantes del cine actual (en la que encontramos filmes como 'Sin perdón', 'Un mundo perfecto', 'Ejecución inminente', 'Los puentes de Madison', 'Mystic river'...). A la nueva película de Eastwood no le falla nada. Los tres actores protagonistas están en estado de gracia (así lo demostraron los Oscar de Freeman y Swank). El tratamiento de los personajes es sencillamente perfecto (los diálogos y la relación entre ellos le dejan a uno sin palabras). Las escenas filmadas en el ring son absolutamente vibrantes (casi hacen que me levante de la butaca). Los toques sentimentales no abusan de los tópicos y van directos al corazón (quien no se emocione con 'Million Dollar Baby' es que tiene horchata en las venas). Y por último, un mensaje precioso que sólo ha podido salir de alguien con una exquisita sensibilidad.
'Million Dollar Baby' es una historia tan dura como sensible, es una historia de personas puras, de perdedores que jamás quisieron rendirse, de gente que siguió en pie hasta que el golpe definitivo acabó derribándoles... pero siempre con dignidad.

Jueeer, esq he d vnir yo a salvaros el culo . Nfin, q la frase es d la grandisima 'Salvar al soldado Ryan' (la dicen en la interesantisima scena d la iglesia).