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Cine clásico y contemporáneo / Rebelión a bordo (1935)
« en: 02 de Febrero de 2010, 01:20:07 pm »
REBELIÓN A BORDO

 
“Yo soy su capitán, su juez y su jurado”


FICHA TÉCNICA

Título Original: Mutiny on the Bounty
Año: 1935
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Frank Lloyd
Intérpretes: Charles Laughton, Clark Gable, Franchot Tone, Herbert Mundin, Donald Crisp, Dudley Digges, Eddie Quillan
Guión: Jules Furthman, Talbot Jennings y Carey Wilson
Música: Herbert Stothart
Fotografía: Arthur Edeson
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer
Duración: 132 minutos


SINOPSIS

(La sinopsis es idéntica para las tres versiones de la película, de modo que si la lees en uno de los comentarios, podéis eludirla en los otros dos).

Las otras dos versiones son:


En diciembre de 1787 el barco británico “Bounty” está anclado en el Puerto de Portsmouth, poco antes de su marcha a Tahití. Su misión una vez allí será embarcar brotes del árbol del pan para trasladarlos a Jamaica y trasplantarlos allí como alimento fácil de cultivar y económico que proporcionará comida a los esclavos que el Imperio Británico mantiene en sus colonias de las Indias Occidentales, en Jamaica concretamente. Pero es cosa sabida que ni el barco ni los frutos llegaron a su destino porque es algo histórico y porque, como el propio título de la película indica, hubo una rebelión a bordo, un motín de la tripulación. ¿Qué ocurrió en ese barco para que este hecho se produjera?


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) El guión de la película adapta los dos primeros volúmenes de la trilogía “La Bounty”, de Charles Nordfort y James Norman Hall, que está basada en hechos reales y que propiciaron el cambio de las Leyes vigentes de la Marina británica en los buques de su Armada. Los títulos de esta trilogía son ““Mutiny on the Bounty”, “Men Against the Sea” y “Pitcairn's Island”. Los tres guionistas acreditados eran profesionales muy reputados en el mundillo cinematográfico, Carey Wilson por “Scaramouche”, Talbot Jennings por “La buena tierra” y Jules Furthman por “Río Bravo”.

2) Ganadora del Oscar a la mejor película, obtuvo 7 nominaciones más: Dirección, actor principal (triple candidatura a sus tres intérpretes principales, Clark Gable, Charles Laughton y Franchot Tone), guión, montaje y banda sonora. Curiosamente las estatuillas a mejor director y mejor actor fueron para la misma película, El delator, de John Ford y Victor McLaglen.

3) Se utilizaron para el rodaje de los exteriores escenarios naturales de California (San francisco, Monterrey), y de islas del Océano Pacífico y la Polinesia, incluida la isla de Tahití, donde transcurre gran parte de la historia. Y para las escenas en interiores loas instalaciones de los estudios de la MGM en Culver City, California.

4) Cuando la película ya estaba lista para su estreno, se descubrió que los británicos habían rodado también una historia sobre el mismo tema, relatando este histórico motín en el buque “La Bounty”. Irving Thalberg, productor no acreditado de la película, compró los derechos de esta película británica para evitar su coincidencia en los cines y tuvo la idea de resumirla a una especie de documental sobre los hechos ocurridos en el barco, para exhibirla en los cines justo antes de la película que nos ocupa, como un modo bastante eficaz de informar al público asistente de lo ocurrido y preparándoles para lo que iban a ver a continuación. Como curiosidad añadida comentar que en esta película británica figuraba un joven actor llamado Errol Flyn, que no tardaría en ser descubierto por la industria cinematográfica norteamericana y convertido en una gran estrella  del cine de aventuras precisamente.

5) Contó con un presupuesto de 2 millones de dólares de la época que, para estar hablando del año 1935, resulta una cifra más que considerable.

6) Existen dos versiones posteriores, la realizada en 1962 con igual título, “Rebelión a bordo”, protagonizada principalmente por Marlon Brando y Trevor Howard, y la realizada en 1984 “Motín a bordo”, con Mel Gibson y Anthony Hopkins al frente.


COMENTARIO PROPIO

Durante los primeros compases de la película, mientras el barco se prepara y está avituallándose para su partida a los mares del Sur, se nos presenta a los diferentes personajes que van a tener un papel destacado en el desarrollo de los acontecimientos.

La presentación del Capitán William Bligh (Charles Laughton) es todo un prodigio de concisión y precisión; según sube a bordo y ve a los familiares de los marineros despidiéndose de ellos pues van a estar ausentes más de dos años, su primera fase es “Señor Christian, despeje de gentuza la cubierta”. No tardaremos mucho en conocer el carácter de este hombre, sus modales y sus acciones. Es un hombre severo, estricto, inflexible con las normas y su aplicación, pero también es alguien déspota, tiránico y cruel. Impone su autoridad a golpe de látigo y castigos, humilla a los que están bajo sus órdenes, roba y engaña aprovechándose de su rango, resulta malévolo y malvado, y tan sádico como para ser capaz de ordenar azotar a un cadáver simplemente porque así lo establecen las ordenanzas y para que sirva de ejemplo de disciplina al resto de la tripulación. Es... el malo.

El 2º de a bordo es el Teniente Fletcher Christian (Clark Gable), un buen oficial, estricto cuando hay que serlo y comprensivo cuando hace falta. Experto, disciplinado, recto y, sobre todo, justo. Tiene una buena relación con el resto de los oficiales y  con la tripulación que lo respeta y es el puente entre éstos y el Capitán. Su sentido del deber le hace obedecer las órdenes del capitán aunque es evidente que no está en absoluto de acuerdo con él y con su modo de gobernar el barco. Es evidente que él es... el bueno.

   

Amén del resto de los marineros, el botánico que viaja para hacerse cargo del árbol del pan cuando éste esté a bordo y el médico que es un personaje simpático y borrachín, el tercer personaje destacado es el Guardamarina novato Roger Byam (Franchot Tone).

Ni qué decir tiene que la travesía resulta un auténtico infierno y sólo será cuestión de tiempo el que veamos cuándo y cómo se va a producir el enfrentamiento y cuál será el motivo.

Aunque se trata de una película bastante coral, el protagonismo indiscutible recae sobre los tres personajes que he mencionado que están francamente bien, con unos enfrentamientos verbales tan intensos como impecables. Laughton con unas cejas postizas para acentuar un rostro malvado ya que, tan orondo, por lo general resulta bastante afable y bonachón. Gable sin bigote, que creo que es la primera y única vez que lo he visto sin él y que me costó un poco darme cuenta de qué era lo que me resultaba extraño en él. Y un para mí desconocido Tone, a quién se le reserva el emotivo y moralizador discurso final.

Es una historia en la que la intensidad narrativa va de menos a más paulatinamente, hasta la parte en que por fin llegan a Tahití y se nos ofrece un pequeño paréntesis romántico que, curiosamente, coincide con la ausencia de Laughton en pantalla. Bien la parte de vestuario, maquillaje y puesta en escena en general. Bellísima la fotografía en blanco y negro que nos regala unas estupendas imágenes del barco, precioso, y de la travesía en el mar. Y una música que, sin ser  nada del otro mundo, resulta apropiada para el relato.

Una pena que la película decaiga bastante en su tramo final, para mi gusto resuelto de un modo muy precipitado y un tanto entrecortada su narración, sobre todo cuando aparecemos, de repente, en el Consejo de Guerra. No obstante, es todo un clásico del cine de aventuras que habría que ver, al menos, una vez.


PEQUEÑA COMPARATIVA

(Este apartado es idéntico para las tres versiones de la película, de modo que si la lees en uno de los comentarios, podéis eludirla en los otros dos).

Las películas comparadas son:

      1ª.- Rebelión a bordo (1935), en adelante la 1ª.
    2ª.- Rebelión a bordo (1962), en adelante la 2ª.
      3ª.- Motín a bordo (1984), en adelante, la 3ª.

Básicamente, las 3 cuentan la misma historia, las dos primeras basadas en la misma novela, la trilogía “La Bounty”, de Charles Nordfort y James Norman Hall, y la 3ª basada en la novela  “Capitán Bligh y Señor Christian”, de Richard Hough.

De duración similar, poco más de hora y media la 1ª y 3ª, la de mayor duración es la 2ª, que se va a las 3 horas. Sin embargo, a mí la que se me hace más larga de las 3 es la última, la más moderna, porque es la más lenta de desarrollo y, de lejos, la más aburrida. En la 1ª me parece que le hubiera venido bien unos minutillos más, pues el final es un tanto precipitado y se resuelve de un modo demasiado rápido y atropellado. En cambio a la 2ª, la de mayor duración, yo creo que le sobran unos minutos que la hubieran aligerado un poco y que se podrían haber conseguido fácilmente eliminando algunas escenas aquí y allá que no aportan gran cosa al grueso de la historia.

La ambientación y la fotografía son estupendas en las 3 películas, en blanco y negro la primera y a todo color en las otras dos. También la música está bastante bien en todas, siendo la más normalita la de la 1ª y la más extraña por no pegarle demasiado a la historia, la de la 3ª, aunque a mí me gusta bastante las melodías de Vangelis. Para mí la mejor es la de la 2ª, mucho más épica que la de su predecesora y con acompañamiento coral en su gran tema central, y también más acorde con lo que se narra, aunque ya digo que la de Vangelis también está muy bien.

El motivo del viaje es el mismo en las tres versiones. Hay que ir a Taihí a buscar árbol del pan y llevarlo a Jamaica, colonia británica, para plantarlo y conseguir comida barata para los esclavos. Pero tanto en la 1ª como en la 3ª apenas es una excusa argumental para emprender el viaje y casi no tiene mayor importancia luego en el desarrollo de la historia, mucho más en el segundo caso. En cambio en la 2ª no sólo es el motivo del viaje si no que se nos cuentan más cosas sobre este fruto, el botánico encargado de él y que viaja en el barco tiene mucho más papel y también tiene el arbolito mucha importancia en los acontecimientos que se desarrollan en el barco. Refleja mucho mejor que la 1ª y de una forma más coherente las situaciones por las que tiene que pasar la tripulación hasta llegar al motín, que en la 1ª son una serie de incidentes, mostrados uno tras otros sin mucho hilo narrativo. Y ambas, 1ª y 2ª, le dan 200.000 vueltas a la 3ª.

El barco es similar en las tres, bellísimo. El incidente del robo del queso también se menciona en las 3, aunque sucede en momentos distintos e influyen en la historia de diferentes modos. Las 3 expediciones llevan un médico a bordo, pero su papel no es especialmente importante excepto en la 1ª versión, donde se nos presenta como una persona alegre y simpática, borrachín que cuenta cómo perdió su pierna de un modo diferente cada vez, y cobrando su papel un momento de relevancia en el desarrollo del drama.

En fin, que al ser tres versiones de la misma historia, encontraremos muchas similitudes, algunas cosas son prácticamente iguales, otras con diferencias más o menos sutiles, pero no es cuestión de irlas enumerando una por una porque este apartado se haría excesivamente largo y tedioso.

Y es que lo que realmente diferencia a las 3 películas es la forma de narrar la historia y los detalles en que se hace más hincapié y, sobre todo, la definición de sus dos personajes principales, el capitán William Bligh y el Primer Oficial Fletcher Christian y en cómo se suceden los acontecimientos que provocan el motín en el barco.

En la 1ª:
El capitán es un ser duro, inflexible, rastrero, cruel y sádico. Se nos presenta así desde el primer momento y continúa igual el resto de la película. Es simplemente malvado porque sí, sin mayor motivo que el desprecio que le provoca su tripulación a quién considera inferiores. Charles Laughton hace un gran papel, la verdad, con sus cejas postizas y su gesto permanente enfurruñado, aunque a veces resulta un poco histriónico y de puro hacer de “qué malo soy”, a veces parece un malo de opereta.

El Sr. Christian es severo sin ser cruel, escucha a sus interlocutores y puede mostrarse compasivo y generoso cuando la ocasión lo requiere. Su puesto es intermedio entre el mando y la tripulación y sabe estar a bien con cualquiera de los dos bandos, que le respetan y obedecen. Pero no puede soportar la actitud del capitán. Obedece sus órdenes por pura disciplina y sentido del deber, pero cada vez le cuesta más no enfrentarse a él. Sobriamente interpretado por un Clark Gable con melenilla y sin bigote en un gran papel que él, sencillamente, borda.

En la 2ª:
Bligh es también un capitán duro e inflexible, aunque se nos muestra su carácter de una forma más paulatina, según van aconteciendo las cosas. También es cruel y sádico, pero de un modo mucho más sutil que en la 1ª y, en algunos momentos, se nos muestra los motivos que tiene para actuar como actúa, que pueden estar equivocados, pero al menos los tiene, no como Laughton que a veces ordenaba las cosas porque sí. Trevor Howard realiza un trabajo de lujo, regalándonos una soberbia actuación.

Sin embargo el Sr. Christian interpretado por Marlon Brando es el menos convincente de estas dos versiones, aunque si lo comparamos con el de la 3ª podría decirse que está magistral. Si es que todo en esta vida es relativo. Brando parece que trabaja en la película obligado y que no siente ni el más mínimo interés por lo que allí suceda. Realiza su trabajo de una forma sosa, afectada al máximo, con total pasotismo que a mí a veces me exasperaba un poco. Da la impresión de que se confundió de papel, pues el Sr. Christian no es “El zorro”, caballero amanerado de cara a la galería y héroe enmascarado en su alter ego, pero él lo interpreta como si lo fuera, sólo que sin antifaz. Excepto en 2 ó 3 escenas en las que parece que el actor sale de su amodorramiento y baja a la Tierra, no me gustó nada Brando en esta película.

En la 3ª:
El capitán Bligh de Anthony Hopkins es estricto con las normas y el reglamento, y duro con sus subordinados, aunque en una escala muchísimo más leve que en las otras dos versiones. Aquí se nos presenta más humano, incluso nos dejan ver a su familia, su mujer y dos niñas, y durante la travesía las recuerda constantemente en su diario de a bordo o escribiéndoles cartas. Es amigo desde hace años del 1º Oficial, por lo tanto su relación es mucho más directa e intensa que en las dos primeras entregas. Pero, en realidad, la tripulación no parece estar excesivamente a disgusto con él porque tampoco es que se meta tanto con ellos, por lo que el motivo por el que se rebelan queda un tanto... descafeinado. Hopkins parece estar medio “ido” en la mayor parte del metraje, con cara de estar intentando acordarse de su diálogo. A mí me parece uno de los peores papeles de su carrera.

El Sr. Christian de Mel Gibson es, sin duda, el más guaperas de los tres y he de decir que como actor es el peor de los tres también, pero con diferencia. La película está montada totalmente alrededor de él, a su mayor gloria y para que luzca palmito y bajadas de pestañas. Se centra tanto en la parte romántica y sus escarceos amorosos, que parece que estamos viendo otra película. Incluso parece que el motín se fragua por una pataleta que le da a él porque su amigo del alma le ha regañado y no le deja quedarse en la isla para seguir disfrutando de la vidorra.

En fin, no me extiendo más. Si sólo vas a ver una de las versiones, mi consejo es que elijas la de 1962 porque, para mí, es la mejor. De hecho, si pudiéramos acortar un poco su metraje y cambiar a Brando por Gable, la película sería sencillamente perfecta.

Si vas a ver dos de las versiones, te aconsejo que sean las dos primeras y en su orden cronológico, que sería lo suyo. Y de la 3ª podrías pasar sin el menor problema.

Verse las tres versiones, además de un esfuerzo (os lo digo por experiencia) es una tarea reservada a gente que quería hacer un estudio comparativo, como yo, o a locos cinéfilos de insaciable curiosidad. Bueno... y a gente como Edu, que se ve todo lo que pilla.


A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.    :guiñar

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Cine clásico y contemporáneo / Rebelión a bordo (1962)
« en: 02 de Febrero de 2010, 01:06:36 pm »
REBELIÓN A BORDO



FICHA TÉCNICA

Título Original: Mutiny on the Bounty
Año: 1962
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Lewis Milestone
Intérpretes: Marlon Brando, Trevor Howard, Richard Harris, Hugh Griffith, Richard Haydn, Tim Seely, Percy Herbert, Chips Rafferty, Gordon Jackson, Tarita
Guión: Charles Lederer
Música: Bronislau Kaper
Fotografía: Robert Surtees
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer
Duración: 179 minutos


SINOPSIS

(La sinopsis es idéntica para las tres versiones de la película, de modo que si la lees en uno de los comentarios, podéis eludirla en los otros dos).

Las otras dos versiones son:

En diciembre de 1787 el barco británico “Bounty” está anclado en el Puerto de Portsmouth, poco antes de su marcha a Tahití. Su misión una vez allí será embarcar brotes del árbol del pan para trasladarlos a Jamaica y trasplantarlos allí como alimento fácil de cultivar y económico que proporcionará comida a los esclavos que el Imperio Británico mantiene en sus colonias de las Indias Occidentales, en Jamaica concretamente. Pero es cosa sabida que ni el barco ni los frutos llegaron a su destino porque es algo histórico y porque, como el propio título de la película indica, hubo una rebelión a bordo, un motín de la tripulación. ¿Qué ocurrió en ese barco para que este hecho se produjera?


ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES

1) El guión de la película adapta los dos primeros volúmenes de la trilogía “La Bounty”, de Charles Nordfort y James Norman Hall, que está basada en hechos reales y que propiciaron el cambio de las Leyes vigentes de la Marina británica en los buques de su Armada. Los títulos de esta trilogía son ““Mutiny on the Bounty”, “Men Against the Sea” y “Pitcairn's Island”.

2) El presupuesto de la película fue de 19 millones de dólares. Solamente en los Estados Unidos generó unos beneficios de casi 14 millones de dólares en la venta de entradas de cine, a los que habría que sumar otros 10 millones de dólares de beneficio en los videoclubes.

3) Ésta es un remake de una versión anterior, la de igual título de 1935  y protagonizada por Charles Laughton y Clark Gable. Además, existe una versión posterior, la realizada en 1984 con el título de “Motín a bordo”, con Mel Gibson y Anthony Hopkins al frente.

4) La actriz que interpreta a la tahitiana de la que se enamora Marlon Brando en la isla, Tarita, se convirtió posteriormente en la tercera esposa del actor en la vida real, y tuvieron dos hijos.

5) Además de diversas nominaciones en festivales y en diferentes premios, obtuvo 7 nominaciones a los Oscar, aunque no obtuvo ninguna estatuilla. En honor a la verdad hay que decir que excepto en la nominación a mejor película, que ese año ganó “Lawrence de Arabia”, el resto de las nominaciones eran en apartados técnicos: Banda sonora original, canción original (“Follow me”), fotografía a color, dirección artística en color, montaje y efectos visuales.


COMENTARIO PROPIO

El botánico que va a ocuparse de recolectar, cuidar y trasplantar el árbol del pan llega al puerto británico de Portsmouth, donde se está preparando para zarpar el navío “Bounty”. Su voz en off nos relata el motivo de esa expedición marina. Se nos presenta entonces al Capitán Bligh (Trevor Howard) que va a estar al mando del buque, y que espera la llegada de su 1º Oficial, el Teniente Fletcher Christian (Marlon Brando), a quien no conoce y que le ha sido asignado al estar enfermo el oficial que él solicitó.

Rápidamente veremos cuál es el carácter de estos dos personajes principales. El capitán es un hombre que se ha hecho a sí mismo, serio, adusto, rígido e inflexible en lo que a disciplina se refiere. A Christian se le presenta como de alta cuna, bastante cursi y amanerado.


Es ésta una travesía en la que el paso del tiempo tiene un papel primordial pues ha de llegarse a Tahití cuando los árboles estén floreciendo y luego hay que llegar a Jamaica a tiempo de trasplantarlos en su época, por lo que el capitán Bligh establece unas duras pautas y correr más riesgos de los debidos en la navegación, incluso con peligro de muerte para los marineros, para conseguir ese objetivo que le dará prestigio y renombre en su carrera como marino. Lógicamente, estos puntos no van a hacer agradable la vida en el barco y los marineros, todos ellos voluntarios, empiezan a resentirse de las situaciones que se crean, sobre todo el más bravucón y pendenciero de ellos, Mills (Richard Harris).

Como es normal, al ser esta película un remake a color de la anterior, hay escenas que resultan mucho más vistosas y coloristas, las de navegación, las de paisajes y puestas de sol, las de las islas tropicales. De hecho, la llegada a Tahití no sólo me parece además de impresionante mucho más colorida que la de la versión de 1935. Eso, y la gran cantidad de extras que se usan en estas escenas que es uno de los puntos donde más se nota que estamos ante una gran producción y por eso resultan realmente espectaculares las escenas de la tormenta o la de la pesca realizada por los nativos, por ejemplo. Pero es que también me parece mucho más realista el recibimiento que los nativos hacen a los desconocidos, aunque por desgracia esta primera buena impresión se pierde rápidamente al ver que se nos muestra a los nativos con ese prisma hollywoodiense que siempre hace que parezcan idiotas entusiasmados con los espejos y los abalorios. Vamos, que cambian a los tahitianos por apaches y no veríamos ninguna diferencia.

Sobre las interpretaciones, a mí me gusta mucho más el Capitán Bligh compuesto aquí por Trevor Howard, que tarda un poco más en mostrar su carácter ruin, cruel y sádico, estricto, rígido e inflexible con las normas y poco compasivo, pero que no resulta tan malo de opereta como el protagonizado por Charles Laughton en la versión de 1935. En cambio, como Teniente Fletcher Christian me quedo de todas-todas con Clark Gable. El que compone Brando no me resulta creíble en prácticamente ningún momento. Pasea por la película dando una sensación de hastío y pasotismo, regalándonos alguna sonrojante escena como su aparición con una estrambótica bata y gorrito de dormir que resulta totalmente ridícula además de innecesaria en una película de tema serio como ésta, por lo que su actuación forzada y afectada es lo que menos me gusta de esta película, de lejos, aunque en la parte final mejora un poquito, cuando deja un poco de lado su pose afectada y desganada.


Como pega diría que unos minutitos menos en el metraje le habría venido de perlas y podría haberse logrado el recorte sin demasiado problema eliminando alguna escena aquí y allá, sobre todo en la parte inmediatamente posterior al motín, donde el ritmo narrativo baja un poco y se hace un pelín pesada durante algunos minutos.

Resumiendo, una gran película de aventuras, tan buena o más que la de 1935, donde veremos cómo cosas tan intangibles pero importantes como el honor, la lealtad, el abuso de autoridad, la disciplina, la injusticia, la crueldad, la compasión y un montón de sentimientos más se mezclan y revuelven en un cóctel que, por fuerza, ha de resultar explosivo cuando se encuentran embutidos en un microcosmos tan reducido como el marcado por los límites de un barco mercante. Es ésta una gran historia, un relato apasionante y bellamente filmado y, en definitiva, todo un clásico que no deberíais perderos.



PEQUEÑA COMPARATIVA

(Este apartado es idéntico para las tres versiones de la película, de modo que si la lees en uno de los comentarios, podéis eludirla en los otros dos).

Las películas comparadas son:

      1ª.- Rebelión a bordo (1935), en adelante la 1ª.
    2ª.- Rebelión a bordo (1962), en adelante la 2ª.
      3ª.- Motín a bordo (1984), en adelante, la 3ª.

Básicamente, las 3 cuentan la misma historia, las dos primeras basadas en la misma novela, la trilogía “La Bounty”, de Charles Nordfort y James Norman Hall, y la 3ª basada en la novela  “Capitán Bligh y Señor Christian”, de Richard Hough.

De duración similar, poco más de hora y media la 1ª y 3ª, la de mayor duración es la 2ª, que se va a las 3 horas. Sin embargo, a mí la que se me hace más larga de las 3 es la última, la más moderna, porque es la más lenta de desarrollo y, de lejos, la más aburrida. En la 1ª me parece que le hubiera venido bien unos minutillos más, pues el final es un tanto precipitado y se resuelve de un modo demasiado rápido y atropellado. En cambio a la 2ª, la de mayor duración, yo creo que le sobran unos minutos que la hubieran aligerado un poco y que se podrían haber conseguido fácilmente eliminando algunas escenas aquí y allá que no aportan gran cosa al grueso de la historia.

La ambientación y la fotografía son estupendas en las 3 películas, en blanco y negro la primera y a todo color en las otras dos. También la música está bastante bien en todas, siendo la más normalita la de la 1ª y la más extraña por no pegarle demasiado a la historia, la de la 3ª, aunque a mí me gusta bastante las melodías de Vangelis. Para mí la mejor es la de la 2ª, mucho más épica que la de su predecesora y con acompañamiento coral en su gran tema central, y también más acorde con lo que se narra, aunque ya digo que la de Vangelis también está muy bien.

El motivo del viaje es el mismo en las tres versiones. Hay que ir a Taihí a buscar árbol del pan y llevarlo a Jamaica, colonia británica, para plantarlo y conseguir comida barata para los esclavos. Pero tanto en la 1ª como en la 3ª apenas es una excusa argumental para emprender el viaje y casi no tiene mayor importancia luego en el desarrollo de la historia, mucho más en el segundo caso. En cambio en la 2ª no sólo es el motivo del viaje si no que se nos cuentan más cosas sobre este fruto, el botánico encargado de él y que viaja en el barco tiene mucho más papel y también tiene el arbolito mucha importancia en los acontecimientos que se desarrollan en el barco. Refleja mucho mejor que la 1ª y de una forma más coherente las situaciones por las que tiene que pasar la tripulación hasta llegar al motín, que en la 1ª son una serie de incidentes, mostrados uno tras otros sin mucho hilo narrativo. Y ambas, 1ª y 2ª, le dan 200.000 vueltas a la 3ª.

El barco es similar en las tres, bellísimo. El incidente del robo del queso también se menciona en las 3, aunque sucede en momentos distintos e influyen en la historia de diferentes modos. Las 3 expediciones llevan un médico a bordo, pero su papel no es especialmente importante excepto en la 1ª versión, donde se nos presenta como una persona alegre y simpática, borrachín que cuenta cómo perdió su pierna de un modo diferente cada vez, y cobrando su papel un momento de relevancia en el desarrollo del drama.

En fin, que al ser tres versiones de la misma historia, encontraremos muchas similitudes, algunas cosas son prácticamente iguales, otras con diferencias más o menos sutiles, pero no es cuestión de irlas enumerando una por una porque este apartado se haría excesivamente largo y tedioso.

Y es que lo que realmente diferencia a las 3 películas es la forma de narrar la historia y los detalles en que se hace más hincapié y, sobre todo, la definición de sus dos personajes principales, el capitán William Bligh y el Primer Oficial Fletcher Christian y en cómo se suceden los acontecimientos que provocan el motín en el barco.

En la 1ª:
El capitán es un ser duro, inflexible, rastrero, cruel y sádico. Se nos presenta así desde el primer momento y continúa igual el resto de la película. Es simplemente malvado porque sí, sin mayor motivo que el desprecio que le provoca su tripulación a quién considera inferiores. Charles Laughton hace un gran papel, la verdad, con sus cejas postizas y su gesto permanente enfurruñado, aunque a veces resulta un poco histriónico y de puro hacer de “qué malo soy”, a veces parece un malo de opereta.

El Sr. Christian es severo sin ser cruel, escucha a sus interlocutores y puede mostrarse compasivo y generoso cuando la ocasión lo requiere. Su puesto es intermedio entre el mando y la tripulación y sabe estar a bien con cualquiera de los dos bandos, que le respetan y obedecen. Pero no puede soportar la actitud del capitán. Obedece sus órdenes por pura disciplina y sentido del deber, pero cada vez le cuesta más no enfrentarse a él. Sobriamente interpretado por un Clark Gable con melenilla y sin bigote en un gran papel que él, sencillamente, borda.

En la 2ª:
Bligh es también un capitán duro e inflexible, aunque se nos muestra su carácter de una forma más paulatina, según van aconteciendo las cosas. También es cruel y sádico, pero de un modo mucho más sutil que en la 1ª y, en algunos momentos, se nos muestra los motivos que tiene para actuar como actúa, que pueden estar equivocados, pero al menos los tiene, no como Laughton que a veces ordenaba las cosas porque sí. Trevor Howard realiza un trabajo de lujo, regalándonos una soberbia actuación.

Sin embargo el Sr. Christian interpretado por Marlon Brando es el menos convincente de estas dos versiones, aunque si lo comparamos con el de la 3ª podría decirse que está magistral. Si es que todo en esta vida es relativo. Brando parece que trabaja en la película obligado y que no siente ni el más mínimo interés por lo que allí suceda. Realiza su trabajo de una forma sosa, afectada al máximo, con total pasotismo que a mí a veces me exasperaba un poco. Da la impresión de que se confundió de papel, pues el Sr. Christian no es “El zorro”, caballero amanerado de cara a la galería y héroe enmascarado en su alter ego, pero él lo interpreta como si lo fuera, sólo que sin antifaz. Excepto en 2 ó 3 escenas en las que parece que el actor sale de su amodorramiento y baja a la Tierra, no me gustó nada Brando en esta película.

En la 3ª:
El capitán Bligh de Anthony Hopkins es estricto con las normas y el reglamento, y duro con sus subordinados, aunque en una escala muchísimo más leve que en las otras dos versiones. Aquí se nos presenta más humano, incluso nos dejan ver a su familia, su mujer y dos niñas, y durante la travesía las recuerda constantemente en su diario de a bordo o escribiéndoles cartas. Es amigo desde hace años del 1º Oficial, por lo tanto su relación es mucho más directa e intensa que en las dos primeras entregas. Pero, en realidad, la tripulación no parece estar excesivamente a disgusto con él porque tampoco es que se meta tanto con ellos, por lo que el motivo por el que se rebelan queda un tanto... descafeinado. Hopkins parece estar medio “ido” en la mayor parte del metraje, con cara de estar intentando acordarse de su diálogo. A mí me parece uno de los peores papeles de su carrera.

El Sr. Christian de Mel Gibson es, sin duda, el más guaperas de los tres y he de decir que como actor es el peor de los tres también, pero con diferencia. La película está montada totalmente alrededor de él, a su mayor gloria y para que luzca palmito y bajadas de pestañas. Se centra tanto en la parte romántica y sus escarceos amorosos, que parece que estamos viendo otra película. Incluso parece que el motín se fragua por una pataleta que le da a él porque su amigo del alma le ha regañado y no le deja quedarse en la isla para seguir disfrutando de la vidorra.

En fin, no me extiendo más. Si sólo vas a ver una de las versiones, mi consejo es que elijas la de 1962 porque, para mí, es la mejor. De hecho, si pudiéramos acortar un poco su metraje y cambiar a Brando por Gable, la película sería sencillamente perfecta.

Si vas a ver dos de las versiones, te aconsejo que sean las dos primeras y en su orden cronológico, que sería lo suyo. Y de la 3ª podrías pasar sin el menor problema.

Verse las tres versiones, además de un esfuerzo (os lo digo por experiencia) es una tarea reservada a gente que quería hacer un estudio comparativo, como yo, o a locos cinéfilos de insaciable curiosidad. Bueno... y a gente como Edu, que se ve todo lo que pilla.


A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.     :guiñar

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Cine clásico y contemporáneo / Motín a bordo (1984)
« en: 02 de Febrero de 2010, 12:56:19 pm »
MOTÍN A BORDO



FICHA TÉCNICA

Título Original: The Bounty
Año: 1984
Nacionalidad: Reino Unido
Dirección: Roger Donaldson
Intérpretes: Mel Gibson, Anthony Hopkins, Laurence Olivier, Edward Fox, Daniel Day-Lewis, Liam Neeson, Philip Davis, Bernard Hill
Guión: Robert Bolt
Música: Vangelis
Fotografía: John Graysmark
Productora: MGM / UA
Duración: 132 minutos


SINOPSIS

(La sinopsis es idéntica para las tres versiones de la película, de modo que si la lees en uno de los comentarios, podéis eludirla en los otros dos).

Las otras dos versiones son:


En diciembre de 1787 el barco británico “Bounty” está anclado en el Puerto de Portsmouth, poco antes de su marcha a Tahití. Su misión una vez allí será embarcar brotes del árbol del pan para trasladarlos a Jamaica y trasplantarlos allí como alimento fácil de cultivar y económico que proporcionará comida a los esclavos que el Imperio Británico mantiene en sus colonias de las Indias Occidentales, en Jamaica concretamente. Pero es cosa sabida que ni el barco ni los frutos llegaron a su destino porque es algo histórico y porque, como el propio título de la película indica, hubo una rebelión a bordo, un motín de la tripulación. ¿Qué ocurrió en ese barco para que este hecho se produjera?


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) Tercera revisión del tema, tras las realizadas con idéntico título, “Rebelión a bordo” en 1935, a cargo de Charles Laughton y Clark Gable, y en 1962, protagonizada por Marlon Brando y Trevor Howard, entre un elenco de conocidas estrellas.

2) A diferencia de sus dos predecesoras cuyo guión se basaba en la misma novela, ésta realiza la adaptación para la pantalla de la novela “Capitán Bligh y Señor Christian”, de Richard Hough.


COMENTARIO PROPIO

La película nos va a ser narrada con voz en off en muchas ocasiones, sobre todo por parte del Cap. Bligh (Anthony Hopkins) que inicia la película enfrentándose a un Consejo de Guerra por haber perdido su barco, la “Bounty” en un amotinamiento de su tripulación y es ahí donde nos va a relatar “la historia”. No obstante, a lo largo del metraje, se regresará de nuevo a este punto en dos o tres ocasiones, por lo que la narración de la película adelanta o atrasa su tiempo según estamos en el juicio o en el largo flash-back.

Es ésta una versión diferente del mismo tema, tal vez porque el guión bebe de otra novela y, aunque en realidad se nos cuenta la misma historia que en sus dos predecesoras, lo cierto es que esta película es totalmente distinta a ellas, tanto en su forma como en su fondo. Cuajadita de grandes nombres del cine, lo cierto es que Laurence Olivier, Daniel Day-Lewis, Edward Fox, Liam Neeson apenas tienen papel, de hecho casi ni tienen diálogo y sus presencias son meramente testimoniales y un claro reclamo publicitario para dar más empaque a la producción. Pero al final la película se centra en los dos personajes principales de la historia, el Capitan Bligh (Anthony Hopkins) y el Teniente Fletcher Christian (Mel Gibson), el primero con cara de ido en la mayor parte de la película, que parece que acabe de levantarse de la cama y aún no se haya despejado, y el segundo luciendo palmito y bajadas de ojos, pues la película en realidad, más que en otra cosa, se centra en la parte romántica, a mayor gloria y lucimiento de un joven y atractivo Gibson.

         

A mí me parece que esta versión no aporta nada nuevo a lo visto en los dos trabajos anteriores. Su narración es mucho más lenta, su ritmo muchísimo más pausado, la historia “básica” del suceso está adulterada y descafeinada pues aquí Christian no se enfrenta por lo que cabe esperar, si no porque está enfadado con el Capitán que le ha regañado, incluso siendo buenos amigos. En realidad, la rebelión no sucede por lo que conocemos por las otras versiones, no, aquí es más bien una cuestión de faldas o, mejor dicho, de ausencia de ellas porque aquí el árbol del pan apenas pinta nada. Es más, ni siquiera la tripulación parece pintar nada. Pero eso sí, como es una película mucho más moderna, aquí lo que sí que pueden verse son tetas. Muchas.

   

Una pena la cantidad de buenos actores que desaprovecha esta película, dándole cancha justamente al peor de todos, Gibson. Por decir algo bueno de ella, que la fotografía es preciosa y que la música de Vangelis me parece preciosa, aunque quizá no sea la más apropiada para una película de aventuras en el siglo XVIII.

La vi en el cine, hace mucho tiempo y lo cierto es que no me apetecía volver a verla porque no me gustó. La razón de haberlo hecho es por el estudio comparativo de las tres versiones que he hecho, porque de otro modo, en lo que a mí respecta, esta película nunca hubiera estado en los clásicos, ni siquiera en los modernos. Y si os leéis el apartado comparativo notaréis aún más que, siempre en mi humilde opinión, las dos versiones anteriores son dos grandes películas y ésta, además de insulsa y aburrida, es una patata.


PEQUEÑA COMPARATIVA

(Este apartado es idéntico para las tres versiones de la película, de modo que si la lees en uno de los comentarios, podéis eludirla en los otros dos).

Las películas comparadas son:

     1ª.- Rebelión a bordo (1935), en adelante la 1ª.
  2ª.- Rebelión a bordo (1962), en adelante la 2ª.
      3ª.- Motín a bordo (1984), en adelante, la 3ª.

Básicamente, las 3 cuentan la misma historia, las dos primeras basadas en la misma novela, la trilogía “La Bounty”, de Charles Nordfort y James Norman Hall, y la 3ª basada en la novela  “Capitán Bligh y Señor Christian”, de Richard Hough.

De duración similar, poco más de hora y media la 1ª y 3ª, la de mayor duración es la 2ª, que se va a las 3 horas. Sin embargo, a mí la que se me hace más larga de las 3 es la última, la más moderna, porque es la más lenta de desarrollo y, de lejos, la más aburrida. En la 1ª me parece que le hubiera venido bien unos minutillos más, pues el final es un tanto precipitado y se resuelve de un modo demasiado rápido y atropellado. En cambio a la 2ª, la de mayor duración, yo creo que le sobran unos minutos que la hubieran aligerado un poco y que se podrían haber conseguido fácilmente eliminando algunas escenas aquí y allá que no aportan gran cosa al grueso de la historia.

La ambientación y la fotografía son estupendas en las 3 películas, en blanco y negro la primera y a todo color en las otras dos. También la música está bastante bien en todas, siendo la más normalita la de la 1ª y la más extraña por no pegarle demasiado a la historia, la de la 3ª, aunque a mí me gusta bastante las melodías de Vangelis. Para mí la mejor es la de la 2ª, mucho más épica que la de su predecesora y con acompañamiento coral en su gran tema central, y también más acorde con lo que se narra, aunque ya digo que la de Vangelis también está muy bien.

El motivo del viaje es el mismo en las tres versiones. Hay que ir a Taihí a buscar árbol del pan y llevarlo a Jamaica, colonia británica, para plantarlo y conseguir comida barata para los esclavos. Pero tanto en la 1ª como en la 3ª apenas es una excusa argumental para emprender el viaje y casi no tiene mayor importancia luego en el desarrollo de la historia, mucho más en el segundo caso. En cambio en la 2ª no sólo es el motivo del viaje si no que se nos cuentan más cosas sobre este fruto, el botánico encargado de él y que viaja en el barco tiene mucho más papel y también tiene el arbolito mucha importancia en los acontecimientos que se desarrollan en el barco. Refleja mucho mejor que la 1ª y de una forma más coherente las situaciones por las que tiene que pasar la tripulación hasta llegar al motín, que en la 1ª son una serie de incidentes, mostrados uno tras otros sin mucho hilo narrativo. Y ambas, 1ª y 2ª, le dan 200.000 vueltas a la 3ª.

El barco es similar en las tres, bellísimo. El incidente del robo del queso también se menciona en las 3, aunque sucede en momentos distintos e influyen en la historia de diferentes modos. Las 3 expediciones llevan un médico a bordo, pero su papel no es especialmente importante excepto en la 1ª versión, donde se nos presenta como una persona alegre y simpática, borrachín que cuenta cómo perdió su pierna de un modo diferente cada vez, y cobrando su papel un momento de relevancia en el desarrollo del drama.

En fin, que al ser tres versiones de la misma historia, encontraremos muchas similitudes, algunas cosas son prácticamente iguales, otras con diferencias más o menos sutiles, pero no es cuestión de irlas enumerando una por una porque este apartado se haría excesivamente largo y tedioso.

Y es que lo que realmente diferencia a las 3 películas es la forma de narrar la historia y los detalles en que se hace más hincapié y, sobre todo, la definición de sus dos personajes principales, el capitán William Bligh y el Primer Oficial Fletcher Christian y en cómo se suceden los acontecimientos que provocan el motín en el barco.

En la 1ª:
El capitán es un ser duro, inflexible, rastrero, cruel y sádico. Se nos presenta así desde el primer momento y continúa igual el resto de la película. Es simplemente malvado porque sí, sin mayor motivo que el desprecio que le provoca su tripulación a quién considera inferiores. Charles Laughton hace un gran papel, la verdad, con sus cejas postizas y su gesto permanente enfurruñado, aunque a veces resulta un poco histriónico y de puro hacer de “qué malo soy”, a veces parece un malo de opereta.

El Sr. Christian es severo sin ser cruel, escucha a sus interlocutores y puede mostrarse compasivo y generoso cuando la ocasión lo requiere. Su puesto es intermedio entre el mando y la tripulación y sabe estar a bien con cualquiera de los dos bandos, que le respetan y obedecen. Pero no puede soportar la actitud del capitán. Obedece sus órdenes por pura disciplina y sentido del deber, pero cada vez le cuesta más no enfrentarse a él. Sobriamente interpretado por un Clark Gable con melenilla y sin bigote en un gran papel que él, sencillamente, borda.

En la 2ª:
Bligh es también un capitán duro e inflexible, aunque se nos muestra su carácter de una forma más paulatina, según van aconteciendo las cosas. También es cruel y sádico, pero de un modo mucho más sutil que en la 1ª y, en algunos momentos, se nos muestra los motivos que tiene para actuar como actúa, que pueden estar equivocados, pero al menos los tiene, no como Laughton que a veces ordenaba las cosas porque sí. Trevor Howard realiza un trabajo de lujo, regalándonos una soberbia actuación.

Sin embargo el Sr. Christian interpretado por Marlon Brando es el menos convincente de estas dos versiones, aunque si lo comparamos con el de la 3ª podría decirse que está magistral. Si es que todo en esta vida es relativo. Brando parece que trabaja en la película obligado y que no siente ni el más mínimo interés por lo que allí suceda. Realiza su trabajo de una forma sosa, afectada al máximo, con total pasotismo que a mí a veces me exasperaba un poco. Da la impresión de que se confundió de papel, pues el Sr. Christian no es “El zorro”, caballero amanerado de cara a la galería y héroe enmascarado en su alter ego, pero él lo interpreta como si lo fuera, sólo que sin antifaz. Excepto en 2 ó 3 escenas en las que parece que el actor sale de su amodorramiento y baja a la Tierra, no me gustó nada Brando en esta película.

En la 3ª:
El capitán Bligh de Anthony Hopkins es estricto con las normas y el reglamento, y duro con sus subordinados, aunque en una escala muchísimo más leve que en las otras dos versiones. Aquí se nos presenta más humano, incluso nos dejan ver a su familia, su mujer y dos niñas, y durante la travesía las recuerda constantemente en su diario de a bordo o escribiéndoles cartas. Es amigo desde hace años del 1º Oficial, por lo tanto su relación es mucho más directa e intensa que en las dos primeras entregas. Pero, en realidad, la tripulación no parece estar excesivamente a disgusto con él porque tampoco es que se meta tanto con ellos, por lo que el motivo por el que se rebelan queda un tanto... descafeinado. Hopkins parece estar medio “ido” en la mayor parte del metraje, con cara de estar intentando acordarse de su diálogo. A mí me parece uno de los peores papeles de su carrera.

El Sr. Christian de Mel Gibson es, sin duda, el más guaperas de los tres y he de decir que como actor es el peor de los tres también, pero con diferencia. La película está montada totalmente alrededor de él, a su mayor gloria y para que luzca palmito y bajadas de pestañas. Se centra tanto en la parte romántica y sus escarceos amorosos, que parece que estamos viendo otra película. Incluso parece que el motín se fragua por una pataleta que le da a él porque su amigo del alma le ha regañado y no le deja quedarse en la isla para seguir disfrutando de la vidorra.

En fin, no me extiendo más. Si sólo vas a ver una de las versiones, mi consejo es que elijas la de 1962 porque, para mí, es la mejor. De hecho, si pudiéramos acortar un poco su metraje y cambiar a Brando por Gable, la película sería sencillamente perfecta.

Si vas a ver dos de las versiones, te aconsejo que sean las dos primeras y en su orden cronológico, que sería lo suyo. Y de la 3ª podrías pasar sin el menor problema.

Verse las tres versiones, además de un esfuerzo (os lo digo por experiencia) es una tarea reservada a gente que quería hacer un estudio comparativo, como yo, o a locos cinéfilos de insaciable curiosidad. Bueno... y a gente como Edu, que se ve todo lo que pilla.

A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.     :guiñar

4
Cine clásico y contemporáneo / La ley de la hospitalidad (1923)
« en: 01 de Febrero de 2010, 01:15:00 pm »
LA LEY DE LA HOSPITALIDAD



   
   


FICHA TÉCNICA

Título Original: Our Hospitality
Año: 1923
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Buster Keaton, John G. Blystone
Intérpretes: Buster Keaton, Joe Roberts, Ralph Bushman, Craig Ward, Monte Collins, Joe Keaton, Kitty Bradbury, Natalie Talmadge
Guión: Jean C. Havez y Joseph A. Mitchell
Música: MUDA
Fotografía: Gordon Jennings y Elgin Lessley
Productora: Joseph M. Schenck Productions
Duración: 74 minutos



ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) El guión de Jean C. Havez y Joseph A. Mitchell está basado en una historia de Clyde Bruckman.

2) La chica de la película, Natalie Talmadge, era la esposa de Keaton en la vida real. Y el actor que hace de ingeniero es Joe Keaton, el padre de Buster. Y el bebé que hace de William McKey (el personaje de Buster Keaton) cuando aún es bebé, es su propio hijo de 15 meses de edad. Como véis, todo quedaba en familia.

3) ) El gran escapista Harry Houdini, también carne de muchas películas, fue el padrino de Buster Keaton.

4) Joseph Frank Keaton nació el 4 de octubre de 1895 en la localidad de Piqua, estado de Kansas (Estados Unidos). Sus padres, llamados Joe y Myra Keaton, eran avezados cómicos de vodevil que habían formado con su hijo un grupo humorístico denominado The Three Keatons. Joseph comenzó desde bebé a actuar con sus progenitores. En una de sus representaciones y cuando Keaton contaba solamente con medio año de vida cayó desde unas escaleras y, sorprendentemente, salió indemne del accidente. Houdini, que acompañaba a la troupe como mago, tras ese suceso le apodó "Buster", que cada uno traduce como puede pero que si miramos un diccionario de inglés podría significar, coloquialmente, “macho”, y con ese nombre es con el que se le conoce en todo el mundo y ha pasado a la historia.

5) Conocido en el mundillo como "Cara de Palo", tenía prohibido por contrato reírse en las películas. En España se le conocía como “Pamplinas” porque así llamaron a su personaje en numerosas películas. Visitó España en 1931 y en una corrida de toros a la que asistió en San Sebastián, el actor quedó muy sorprendido cuando al ser descubierto entre el público fue ovacionado por todo el mundo al gripo de “¡Pamplinas, Pamplinas!”.

6) El director Leo McCarey comentó una vez sobre Keaton: “Preparaba los mejores gags para sí mismo y nadie podía robárselos.“
         


SINOPSIS Y COMENTARIO PROPIO

Película muda y en blanco y negro, como no podía ser de otro modo si nos fijamos en su fecha de producción, 1923. De poco más de una hora y cuarto de duración, está dividida en un prólogo y la historia en sí.

Prólogo: En 1810, en un lugar del sur de los Estados Unidos, Los Canfield y los McKay son dos clanes familiares, acérrimos enemigos que se profesan un odio que se han ido transmitiendo de padres a hijos, generación tras generación, aunque ya no saben qué fue lo que lo provocó. Una noche en la que hay una terrible tormenta, los dos hijos mayores de ambos clanes, los dos casados y con un bebé, se enfrentan a tiros resultando ambos muertos. Harta de esta situación, la reciente viuda de la familia McKay decide irse de allí, a Nueva York, a casa de una hermana.

Un momento, un momento... ¿Seguro que es una comedia de Buster Keaton? Es que con este prólogo tan tétrico y siniestro no lo parece, la verdad.

Historia: Continúa en Nueva York y han pasado 20 años. Willie McKay (Buster Keaton) tiene ahora 21 años y es todo un señorito de ciudad. Vive con su tía desde que su madre murió y ahora ha recibido una carta en la que se le pide que regrese a su pueblo natal, Rockville, para hacerse cargo de la casa familiar que le ha llegado como herencia. Imaginándose el propietario de una gran mansión sureña, Willie se pone en marcha y en el viaje de regreso conoce a una joven, de la que queda encandilado y que le invita a cenar en su casa, con su familia, cuando lleguen.

Bueno, pues viendo las siguientes imágenes que se suceden, sí, es una comedia de Buster Keaton. No me he equivocado. Porque nuestro querido “cara de palo” tarda más de 8 minutos en salir en pantalla, pero su presentación en una bicicleta sin pedales y sin sillín es de antología de la comedia. Como lo es el singular medio de transporte que utiliza para viajar, tan original como estrambótico y cómico, quizá premonitorio de la locomotora por la que es famoso en todo el mundo, El maquinista de la General (1927). Y es que todo el trayecto en este extraño ferrocarril resulta cómico y disparatado, como el original modo que tiene un tipo de conseguir leña, el simpático modo en que Keaton recupera su tradicional sombrerillo plano, el variable trazado de las vías y su forma imposible de salvar obstáculos...

Como much@s habréis adivinado, va a ser ésta una revisión un tanto sui generis del clásico de Shakespeare “Romeo y Julieta”, con la particular visión cómica de Keaton, claro. Y es que la casa a donde ha sido invitado a cenar es, justamente, la de los Canfield, los sempiternos enemigos de su familia, lo que ocurre es que la ley de la hospitalidad sureña obliga a tratar como a un rey a un invitado... mientras esté bajo su techo. El problema viene en cuanto ponga un pie fuera de la casa.

Muy divertido el episodio de violencia de género que, por supuesto, hoy en día habría sido totalmente inviable rodarlo o, de hacerlo, le habrían llovido palos por todas partes, pero aquí, en una película de 1923, cuando no éramos tod@s tan políticamente correctos, queda francamente gracioso.

No es ésta una película de carcajadas. Su humor no es de los de tartazos y caídas constantes, bastante habitual en los primeros cortos de Keaton. Pero sí que logrará ponerte una sonrisa en los labios permanente durante casi los primeras compases, en una de las historias más consistentes y más trabajadas de la obra de Keaton. Contiene cantidad de detalles originales, resueltos con maestría e inteligencia, sobre todo en el tramo final de la película en que se añade la conocida capacidad atlética de este hombre. Podría destacar la escena en que el padre de ella afila los cuchillos, la huida a caballo, el momento caballo-paraguas, las escenas del acantilado. En fin, que se pueden encontrar infinidad de escenas y detalles ingeniosos y divertidos que impiden que se te borre la sonrisa de la cara.

Excepto en su parte final, no es que tenga un ritmo trepidante, lo que choca un poco tratándose de una comedia de este estilo, aunque no es tan extraño en una película de Keaton. En sus películas, el ritmo y la acción siempre van de menos a más, hasta concluir en un final acelerado y taquicárdico y, en general, antológico.

Al principio se nos muestra la historia de una forma bastante típica en las películas de Keaton, es decir, haciendo cómplice a los espectadores del guión. Nosotros sabemos qué ocurre en pantalla y el por qué de las cosas, mientras que nuestro héroe aún es ajeno a lo que pasa y se va librando de todo por pura casualidad, lo que acentúa la comicidad de las escenas. Luego, cuando por fin Keaton descubre lo que el espectador ya sabe, la comicidad es total y, en casi todas las escenas, la sonrisa y la carcajada están garantizadas. Y ese humor que sabiamente se nos ha ido proporcionando poco a poco, con cuentagotas, se desborda totalmente en la parte final del relato con la persecución y el espectacular desenlace del rescate en la catarata. Y aún quedará tiempo para un pequeño guiño final al espectador.

Tal vez no sea ésta la mejor comedia muda que se haya rodado, pero es que a mí Keaton me gusta mucho y considero que junto con Chaplin y Lloyd son los tres mejores cómicos que ha dado la historia del cine. Y en esta película en concreto, aunque sólo sea por ver ese increíble y, repito, antológico tramo final que tiene, merece la pena no perdérsela.

A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.    :guiñar


5
Biofilmografías y Homenajes / Adiós a "Lavinia" (1929 - 2010)
« en: 25 de Enero de 2010, 10:57:04 am »
JEAN SIMMONS
(31/01/1929 - 22/01/2010)



Nació el 31 de enero de 1929 en Londres (Inglaterra) y desde niña dirigió sus pasos hacia el mundo de la interpretación. Apenas era una adolescente cuando obtuvo su primer papel acreditado en el mundo del cine con la película “Give Us the Moon” (1944). Para entonces había estudiado algo de danza y había demostrado que cantar no se le daba del todo mal. Su ascenso dentro de la industria del séptimo arte británico fue rápido, de “César y Cleopatra” (1945) de Gabriel Pascal, pasó a la joven Estella de “Cadenas rotas” (1946) de David Lean, la exótica Kanchi de “Narciso negro” (1947) de Michael Powell y Emeric Pressburger y, sobre todo, la Ophelia de “Hamlet” (1948), adaptación de la obra homónima de William Shakespeare dirigida y protagonizada por Laurence Olivier, por la que fue nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria y, aunque finalmente no se llevó la estatuilla (que fue para Claire Trevor por "Cayo Largo"), la nominación le sirvió para empezar a ser conocida por las productoras de Hollywood.

En 1950 se casó con el actor Stewart Granger, con quien había coincidido por primera vez en "César y Cleopatra" (1945) y con el que volvió a compartir créditos en las películas "Adán y... Ella" (1949), "La Reina Virgen" (1953) y "Pasos En La Niebla" (1955).

En 1952, poco después de su boda con Granger, fue la "femme fatale" que lleva a la perdición a Robert Mitchum en “Cara de ángel”, participó en el musical “Ellos y ellas” (1955), compartiendo reparto con Frank Sinatra y Marlon Brando. En 1960 se divorció de Granger y se casó con el director Richard Brooks, con el que estuvo felizmente casada hasta su muerte el 11 de marzo de 1992 y que fue quien le dio uno de sus mejores papeles, el de la hermana Sharon en “El fuego y la palabra” (1960), adaptación de la novela de Sinclair Lewis. Ese mismo año intervino en la impresionante de “Espartaco” de Stanley Kubrick, donde interpretó a Lavinia, la compañera del esclavo rebelde Espartaco, quizá su papel más conocido. También dio la réplica a Cary Grant en “Página en blanco”, donde también salían Deborah Kerr y Robert Mitchum. Volvería a coincidir con su marido en "Con Los Ojos Cerrados" (1969), trabajo por el que Jean volvió a ser nominada al Oscar, ahora en la categoría de mejor actriz principal, aunque tampoco tuvo fortuna, ya que el dorado galardón fue a parar a manos de Maggie Smith por su interpretación en "Los Mejores Años De Miss Brodie".

Fue una de sus últimas grandes actuaciones en la gran pantalla,  ya que ante la falta de papeles interesantes para ella en cine se pasó a la televisión donde trabajó en algunas series de éxito como “Norte y Sur” o “El pájaro espino”.

Volvió al cine esporádicamente, con pequeñas apariciones como en “Sentido y sensibilidad” (1990) junto a Emma Thompson y Kate Winslet, o “Donde reside el amor” (1995) junto a Winona Ryder y Anne Bancroft, y en los últimos años ha prestado su voz para doblar películas al inglés, como por ejemplo la cinta de animación japonesa “El castillo ambulante” (2004).
La actriz londinense falleció a causa de un cáncer de pulmón el 22 de enero del año 2010, a la edad de 80 años.



Filmografía:
(Os he puesto enlace a las películas de la actriz que ya están en nuestros Clásicos. Alguna más caerá en el futuro)

                         

El castillo ambulante (2004)

Donde reside el amor (1995)

Margaritas en diciembre (1995)

Reencuentros (1993)

Sensibilidad y sentido (1990)

Conducta confidencial (1988)

El misterio de la familia Dain (1978)

La maldición de los Dain (1978)

Con los ojos cerrados (1969) - Nominada al Oscar como actriz principal.

Noche de titanes (1967)

El novio de mi mujer (1967)

Espartaco (1960)

El fuego y la palabra (1960)

Esta tierra es mía (1959)

Horizontes de grandeza (1958)

Después de la oscuridad (1958)

Mujeres culpables (1957)

Ellos y ellas (1955)

Pasos en la niebla (1955)

Desirée (1954)

Demetrius y los gladiadores (1954)

Una bala en el camino (1954)

Sinuhé, el egipcio (1954)

La túnica sagrada (1953)

Entre dos mujeres (1953)

La reina virgen (1953)

Cara de ángel (1952)

Androcles y el León (1952)

Trágica Obsesión (1951)

Adán y... ella (1949)

Hamlet (1948) - Nominada al Oscar como actriz secundaria

Cadenas rotas (1947)

Narciso negro (1947)

César y Cleopatra (1945)

Sirva de pequeño homenaje este comentario con su biofilmografía y descanse en paz una de las actrices más bellas que han podido verse en la gran pantalla.


6
Cine clásico y contemporáneo / Río sin retorno (1954)
« en: 18 de Diciembre de 2009, 12:46:25 pm »
RÍO SIN RETORNO



FICHA TÉCNICA

Título Original: River of No Return
Año: 1954
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Otto Preminger
Intérpretes: Marilyn Monroe, Robert Mitchum, Rory Calhoun, Tommy Rettig, Murvyn Vye, Douglas Spencer
Guión: Frank Fenton
Música: Cyril Mockridge (Canciones de Lionel Newman)
Fotografía: Joseph LaShelle
Productora: 20th Century Fox
Duración: 91minutos

El director y sus tres principales protagonistas
   


SINOPSIS

Durante la fiebre del oro en una región de Canadá, un granjero y su hijo se ven metidos en dificultades al verse comprometidos por una corista y su novio, jugador de póker profesional, que le ha ganado una concesión minera en una partida y haciendo trampas a un minero.


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) Esta película fue el único western realizado por Otto Preminger, autor de películas como Laura o Anatomía de un asesinato, entre otras.
 
2) El guión adapta y desarrolla una historia original escrita por Louis Lantz.

3) La película se rodó en los escenarios naturales que proporcionaron los Parques Naciones de Banff y Jasper, ambos en la región de Alberta, Canadá. Y los interiores en lo platos de los Estudios Fox.

4) Algunas escenas fueron retocadas por el director Jean Negulesco, por iniciativa del Estudio y para posteriores proyecciones, para incrementar la sensualidad del film. Algunas de estas escenas son la del forcejeo previo al beso, la del beso, la del masaje a Marilyn y la del canto de Kay en el saloon del campamento minero, por ejemplo.

5) Fue una película de encargo que no convencía ni al director ni a sus protagonistas y que se vieron obligados a realizarla por cuestión de contratos. Aún así, cosechó un éxito de crítica y, sobre todo de público bastante notable. Unos rumores apuntan a que su pareja protagonista no se llevaba excesivamente bien, sin embargo otros rumores apuntan a que pudo haber un posible idilio entre ambos. Vete tú a saber la verdad, sólo son rumores.

6) Fue una de las primeras producciones rodadas en el nuevo sistema panorámico Cinemascope y con sonido estereofónico de cuatro pistas magnéticas, lo que supuso una gran novedad para la época y consiguió darle una gran espectacularidad a la proyección en los cines preparados técnicamente para ello.

7) La canción principal y cuyo título coincide con el de la película “The River Of No Return”, compuesta por Ken Darby y Lionel Newman, dice así:

    If you listen you can hear it call: Wailaree (Wailaree)
    There is a river called the river of no return,
    Sometimes it's peaceful and sometimes wild and free.
    Love is a trav'ler on the river of no return,
    Swept on forever to be lost in the stormy sea (Wailaree)
    I can hear the river call (no return, no return)
    (Where the roarin' waters fall, Wailaree)
    I can hear my lover call, "Come to me".

    I lost my love on the river,
    And forever my heart will yearn.
    Gone, gone forever,
    Down the river of no return.
    Wailaree, wailaree..
    He'll never return to me.

8) La película se estrenó como “Almas perdidas” en Argentina y “Almas rebeldes” en Venezuela.

COMENTARIO PROPIO

Mientras contemplamos un impresionantemente bello paisaje y suena una bonita balada country, el “Revier of no return” del título, Matt Calder (Robert Mitchum) viaja a caballo, sin prisas, y salen los títulos de crédito. Ya ha oscurecido cuando llega a un bullicioso campamento bastante grande de tiendas de campaña y carretas junto al río al que los indios llaman “El río sin retorno”, y cuyos principales moradores son mineros. No se especifica en la película, pero debemos estar a finales del siglo XIX, durante la “Fiebre del oro”. Vemos un poco cómo es el campamento porque Calder se mueve por él, preguntando por un niño de 9 años.

Luego la cámara nos traslada a la gigantesca tienda de campaña que hace las veces de “saloon” para presentarnos a la otra protagonista de la película, Kay (Marilyn Monroe), que es la cantante del lugar y está comprometida con un jugador de cartas profesional, Harry Weston (Rory Calhoun). Gran entrada en escena de Marilyn Monroe, guapísima en su vestido rojo de corista, a juego con sus queridos zapatos también rojos, luciendo piernas y escote para cantar su primera canción en la película, “one silver dollar”, acompañándose con una guitarra, sólo unos pequeños y sencillos acordes, tampoco vayáis a pensar que es Paco de Lucía.

Por fin Calder encuentra al niño, su hijo Mark (Tommy Rettig), que no lo reconoce porque era muy pequeño la última vez que lo vio. Tendremos que esperar a ver un poco más de la película para conocer el motivo de su separación. Ahora Calder está empezando a poner en marcha una pequeña granja y quiere llevarse allí al niño, pero éste insiste en despedirse de una amiga que ha cuidado bien de él. Y así es como Calder y Kay se conocen.

La cosa se complica cuando Weston gana una mina de oro haciendo trampas en la partida y el minero, que tiene mal perder, decide recuperar su propiedad, por lo que la pareja ha de abandonar a toda prisa el campamento en una balsa por el río. ¿Y dónde diréis que van a ir a parar? ¡Efectivamente! A la granja de Calder, que es acechada constantemente por los indios.

¿Es ésta una película del Oeste? Pues sí, claro que lo es. Pero no es fácil clasificarla únicamente en este género porque aunque transcurre en el oeste y hasta hay indios y todo, pero lo que la definiría mejor en realidad es el drama, con una gran parte de aventura y una historia romántica, y todo ello en medio de un paisaje sencillamente espectacular.

Es cierto que la historia no es ninguna maravilla. Es bastante simple, previsible y sin grandes novedades ni sorpresas. Pero su argumento está bien hilvanado y narrado con sencillez y naturalidad, y apoyado en una pareja de actores competentes, atractiva y bien conjuntada en unos personajes con cuerpo y bien definidos, a los que se les coge aprecio, y que consiguen mantener el interés del espectador hasta el desenlace. Y sobre todo, lo que a mí me parece la gran baza de la película, tanto la historia como los personajes están perfectamente encajados en lo que yo considero un personaje más, el increíble y espectacularmente bello paisaje del que podemos disfrutar prácticamente toda la película. Las imágenes en el río, sobre todo cuando atraviesan el desfiladero o cuando se enfrentan a los rápidos, además de impresiones y bien filmadas, resultan bellísimas. No obstante, os diré que también podemos ver en dos o tres ocasiones a los protagonistas en la balsa, en primer plano, mientras tras ellos pasa una película del río, vamos, esos montajes hechos en el estudio que resultaban tan poco naturales y que “cantaban” tanto.

Los indios son sólo una excusa argumental, aparecen poco y de forma puntual en dos o tres escenas, cosa que personalmente agradezco mucho porque a mí las indios y vaqueros, en general, me gustan poco. Y otro punto a favor es que el niño de la película, el pequeño Tommy Rettig, no resulta repelente. Hace preguntas, sí claro, como cualquier niño de su edad, pero sin que llegue a resultar cargante. En su favor, además, el que ayude a que podamos ver a una Marilyn Monroe en una faceta más dulce y maternal, para mayor contraste con el erotismo y la sensualidad que despliega en otras escenas de la película.

- ¿Nos haremos ricos como los buscadores de oro? - pregunta el niño a su padre cuando están en la granja.
- Más ricos que los que no lo encuentran - responde Mitchum, de carácter realista y práctico.

No quiero engañaros. A mí no me parece que ésta sea una gran película. Sinceramente creo que está lejos de ser la mejor de su director y tampoco es de las mejores de sus protagonistas, pero no sé qué tiene que hace que a mí me guste mucho y sea una de mis películas del oeste favoritas, siendo un género éste al que yo no soy especialmente aficionado, aunque reconozco que cuando un western me gusta, me gusta mucho. Y esta “Río sin retorno” no es tan buena como otras de mis debilidades, léase Horizontes de grandeza, Río Bravo o El hombre que mató a Liberty Valance, por ejemplo, pero yo la coloco junto a ellas, porque me resulta amena y muy agradable. Me encanta cuando Marilyn, casi al final, canta el “The river of no return”, con tono triste y melancólico, con voz grave y mucho sentimiento. ¡Preciosa la canción!. Y también me gusta mucho la escena final, cuando tira sus queridos zapatos rojos, símbolo de que para ella comienza una nueva vida.

Technicolor para la imagen y Cinemascope para la pantalla. Lástima que siempre haya visto esta película en la tele porque en cine debió resultar grandiosa.


A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.   :guiñar

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7
Cine clásico y contemporáneo / El moderno Sherlock Holmes (1924)
« en: 15 de Diciembre de 2009, 12:41:37 pm »
EL MODERNO SHERLOCK HOLMES



FICHA TÉCNICA

Título Original: Sherlock Jr.
Año: 1924
Nacionalidad: EE. UU.
Dirección: Buster Keaton
Intérpretes: Buster Keaton, Kathryn McGuire, Joe Keaton, Ward Crane, Erwin Connelly, Jane Connelly
Guión: Clyde Bruckman, Jean Havez y Joseph Mitchell
Música: Muda
Fotografía:  Elgin Lessley y Byron Houck
Productora:  Buster Keaton Productions
Duración: 45 minutos


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) El gran escapista Harry Houdini, también carne de muchas películas, fue el padrino de Buster Keaton.

2) Joseph Frank Keaton nació el 4 de octubre de 1895 en la localidad de Piqua, estado de Kansas (Estados Unidos). Sus padres, llamados Joe y Myra Keaton, eran avezados cómicos de vodevil que habían formado con su hijo un grupo humorístico denominado The Three Keatons. Joseph comenzó desde bebé a actuar con sus progenitores. En una de sus representaciones y cuando Keaton contaba solamente con medio año de vida cayó desde unas escaleras y, sorprendentemente, salió indemne del accidente. Houdini, que acompañaba a la troupe como mago, tras ese suceso le apodó "Buster", que cada uno traduce como puede pero que si miramos un diccionario de inglés podría significar, coloquialmente, “macho”, y con ese nombre es con el que se le conoce en todo el mundo y ha pasado a la historia.

3) La película fue seleccionada en 1991 por la librería del Congreso de los EE.UU para el registro Nacional de Films por ser "obra culta, histórica y estéticamente significante". En 2000 fue seleccionada por el Instituto de cine americano para la lista de las mejores 100 comedias.

4) El actor que hace de padre de la chica en la película es Joe Keaton, el auténtico padre de Buster.

4) Puede que sea la primera vez que se utilizara el recurso del cine dentro del cine, algo que otros autores han repetido en la posterioridad. El ejemplo que seguramente nos viene a la memoria a todos es “La rosa púrpura de El Cairo”, de Woody Allen.

5) Conocido en el mundillo como "Cara de Palo", tenía prohibido por contrato reírse en las películas. En España se le conocía como “Pamplinas” porque así llamaron a su personaje en numerosas películas. Visitó España en 1931 y en una corrida de toros a la que asistió en San Sebastián, el actor quedó muy sorprendido cuando al ser descubierto entre el público fue ovacionado por todo el mundo al gripo de “¡Pamplinas, Pamplinas!”.

6) El director Leo McCarey comentó una vez sobre Keaton: “Preparaba los mejores gags para sí mismo y nadie podía robárselos.“

7) Buster Keaton siempre rodó sus escenas sin necesidad de dobles, aunque entrañaran alto riesgo.  En esta película en concreto, el rodaje de la escena en que termina sostenido de un caño, resbalando y posteriormente cayendo por el efecto de un tremendo chorro de agua al suelo le provocó una lesión en el cuello que le trajo como consecuencia el que el resto de su vida sufriera de unas tremendas jaquecas. Incluso sustituyó a Erwin Connely, el actor que tenía que caer de una motocicleta, para actuar él mismo como doble en la caída.


SINOPSIS Y COMETARIO PROPIO

“El moderno Sherlock Holmes”, debido a sus 45 minutos de duración, podría considerarse un mediometraje, ya que es demasiado larga para ser un corto y demasiado corta para ser un largometraje.

Nos narra la historia del proyeccionista y chico de la limpieza de un modesto cine-teatro de barrio que sueña con ser un gran detective, hasta el punto de llevarse broncas de su jefe por dejar de lado su trabajo para leer con interés un manual titulado “Cómo ser un detective”. Por una serie de malintencionados trapicheos de su rival por la chica de la película, Keaton es acusado de ladrón. Abatido por haber perdido el favor de su amada y mientras en el cine está proyectando una película titulada “Corazones y Perlas”, se queda dormido. Su cuerpo se desdobla y entra en la película proyectada en el papel de un de un famoso detective que va a investigar el crimen cometido.




El guión nos presenta una historia muy sencilla que, usando la excusa de “todo fue un sueño” se desdobla en dos historias totalmente independientes y, sin embargo relacionadas y, ambas, absolutamente al servicio de su autor, Buster Keaton, para que pueda lucir su gran vis cómica con un humor unas veces muy sutil, otras tan directo como una caída con una cáscara de plátano y la mayor parte de las veces muy “físico” y directamente arriesgado como podremos comprobar en muchas de las escenas.

De factura técnica impecable sobre todo para la época de la que estamos hablando,  la historia que se nos narra no es que sea la octava maravilla del mundo, pero no olvidemos que es una película de 1924, cómica y donde lo que más importaba era el lucimiento de la gran vis cómica y de la portentosa capacidad atlética de su protagonista. La mayor pega que yo le encuentro es la unión entre esas dos historias de las que hablaba antes, cuando se introduce en la película que se está proyectando en el cine en el que trabaja. La primera vez resulta imaginativo y divertido, pero cuando insiste en ello, Keaton se olvida por completo de la historia que está contando para enlazar de forma continua y sin respiro un gag con otro, con lo que rompe un poco la línea argumental que la historia llevaba hasta el momento. Lo que pasa es que hasta esos momentos de lucimiento propio son perdonables porque realmente son estupendos.

No es una película de carcajada si no más bien de sonrisa permanente, con momentos coreografiados y rodados al milímetro como cuando se convierte en la sombra de su principal sospechoso o las escenas de la circulación de la moto entre los coches, que son un auténtico prodigio. Extraordinaria la escena en que se sube a un coche en marcha colgado de una barrera de contención, o la que ya os he comentado en las curiosidades de la manguera de abastecimiento de agua de los trenes que le causó la lesión en el cuello. Impresionante su transformación en viejecita, ante los ojos de todos, sin truco ni cartón, que ya quisiera David Copperfield. Buenísima, aunque un poquito larga, la escena del billar. Por supuesto, de antología toda la escena de la moto que supone una auténtica obra de arte de ingeniería de planificación y rodaje.

En fin, parece increíble que se puedan destacar tantísimas escenas de gran comicidad y encima con una calidad impresionante cuando, ojo, la película sólo dura 45 minutos. En serio, a mí me parece una auténtica joya.


A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.    :guiñar


8
Cine clásico y contemporáneo / Siete días de mayo (1964)
« en: 24 de Noviembre de 2009, 01:42:44 pm »
SIETE DIAS DE MAYO



FICHA TÉCNICA

Título Original: Seven Days in May
Año: 1964
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: John Frankenheimer
Intérpretes: Kirk Douglas, Ava Gardner, Burt Lancaster, Fredric March, Edmond O'Brien, Martin Balsam, George Macready, John Houseman, Hugh Marlowe
Guión: Rod Serling
Música: Jerry Goldsmith
Fotografía:  Ellsworth Fredricks
Productora:  Seven Arts / Joel Productions
Duración: 120 minutos

El director y sus principales protagonistas

         
       

ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) Película basada en la novela “Seven day in may” de Fletcher Knebel y Charles Waldo Bailey II, publicada en 1962, que trataba el tema de un golpe militar en los Estados Unidos. Sus autores estaban familiarizados con el conflicto entre el Pentágono y la nueva administración del presidente John F. Kennedy, quién fue asesinado un año después de la publicación del libro.

2) Obtuvo dos nominaciones a los Oscar: Edmon O’Brien para mejor actor de reparto y mejor dirección artística en blanco y negro. Los decorados, bastante austeros se realizaron en terrenos del estudio, imitando a los despachos auténticos del Pentágono, donde no se autorizó la filmación de la película. Quien sí dio mayores facilidades para el rodaje fue el presidente Kennedy, que se trasladó unos días a su residencia particular de Hyannis Port (Massachussetts), para facilitar el trabajo en los alrededores de la Casa Blanca.

3) El director no sólo emplea aquí sus cualidades como cineasta, sino que también tira de su experiencia como militar, ya que fue teniente en las Fuerzas Aéreas durante la Guerra de Corea.


SINOPSIS Y COMETARIO PROPIO

Sobre la Constitución de los Estados Unidos que aparece en pantalla veremos una serie de números que se escriben sobre ella, a redoble de tambor, y comenzamos a ver en los títulos de crédito unos nombres de impresión, seguiditos, Burt Lancaster, Kirk Douglas, Fredic March, Ava Gardner, Martin Balsam, Edmond O’Brien... En la música Jerry Goldsmith y en la dirección John Frankenheimer. De modo que sólo esos títulos de crédito ya producen bastante buena impresión y esos nombres juntos es casi como un sello de garantía de calidad.

Así, los dibujos de misiles que hemos visto en la presentación se convierten en la verja que rodea la Casa Blanca y pasamos a la acción real de la película. Junto a esa verja se está produciendo una manifestación, mejor dicho, dos manifestaciones, silenciosas, pacíficas. En unas pancartas se apoya al Presidente Lyman, en otras se propone a un tal Scott para el cargo. Todas las pancartas llevan un lema, pero lo que dice una de ellas me sobrecoge un poco: “Paz en la Tierra. O que no haya Tierra”, o lo que es lo mismo, consigamos la paz aunque para ello tengamos que usar “La BOMBA”. Aún así, es maravilloso ver a unos ciudadanos tan demócratas y respetuosos de las opiniones contrarias a la suya, manifestándose sin problemas unos junto a otros. ¿Verdad? Pues no, porque al final sucede lo inevitable y se lía la de dios.

Estamos en el año 1970. El presidente de los Estados Unidos Jordan Lyman (Fredric March) ha firmado un tratado de desarme con la Unión Soviética para la destrucción progresiva del arsenal nuclear de ambos países. Esta medida no ha sido bien entendida por muchos ciudadanos que ven en ello un signo de debilidad del Gobierno, de modo que su popularidad ha caído en picado. Esos descontentos han encontrado a un líder natural en la figura del General James Mattoon Scott (Burt Lancaster), héroe de guerra y actual Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, que está totalmente en contra de la política de desarme del Presidente y que se ha enfrentado a él descarada y públicamente, por lo que el Congreso y el pueblo en la calle están bastante revolucionados.


El coronel Martin Casey “Jiggs” (Kirk Douglas) es el ayudante del general Scott, pero ese día, 12 de mayo, Jiggs empieza a ver y a escuchar cosas que le parecen un tanto extrañas. El general parece estar tramando algo y no bueno. Algo muy peligroso para todo el país, que sucederá el próximo domingo, 18 de mayo, siete días más tarde. Admira a su jefe y empieza a sufrir un gran conflicto interior intentando decidir qué es lo que tiene que hacer, pero finalmente se impone su deber como soldado y su lealtad al país que ha jurado defender y va a ver al Presidente para contarle sus sospechas de que el general prepara un complot militar para derrocar al Gobierno.



Estamos ante una película de intriga política, y entiéndase política como política-ficción. Pero no es una de esas películas sobre políticos, aburridas y llenas de nombres que ni siquiera conoces. No. Aquí vamos a ver una trama simple, con pocos nombres, directa al grano y tan interesante que te engancha desde el primer momento, te atrapa en su intriga y te deja clavado en el sofá esperando impacientemente su desarrollo y desenlace.

No encontraremos en la película grandes alardes técnicos. En realidad, no encontraremos grandes alardes de nada porque ni falta que le hace. Como se mencionaba en las curiosidades, los decorados son austeros. La música es discreta cuando aparece, que es en pocas ocasiones, pero eso sí, subrayando y de qué manera la parte correspondiente, sumándose a esa tensión que la película nos hace sentir. No esperéis acción, tiros, peleas, explosiones... Sencillamente, no hay. Ninguna. Entonces, os preguntaréis, ¿qué es lo que hace que esta película me haya parecido tan buena? Pues su guión y sus actores. Esas son sus grandes bazas, un gran guión que desarrolla de una forma sencilla y clara una muy buena historia, que cuenta con buenos personajes, bien definidos y delimitados a los que les dan cuerpo unos actores de sobra conocidos y que nos regalan muy buenas interpretaciones. Eso es lo que tiene la película y a mí me parece que con eso le sobra y le basta.

Su nombre es el primero en salir en los títulos y es que es el personaje principal. Cuando él no está en pantalla, lo que sucede o se habla se refiere a él. Hablo de Burt Lancaster. Él y el director ya habían trabajado juntos en otra estupenda película, El hombre de Alcatraz, de 1962, que tuve el placer de colocar en los clásicos. Por cierto que ese mismo año 1962  Frankenheimer filmó también otra buena película, El mensajero del miedo, también en clásicos, esta vez colocada por Jason y sin Lancaster. Luego volvieron a trabajar de nuevo juntos en otra magnífica película, en el mismo año en que se rodaba ésta, 1964, El tren, que también tuve el placer de comentar en este rinconcito. Lo digo por si queréis echarles un vistazo, que sólo tenéis que pinchar en los títulos. Como veis, un director bastante prolífico y autor de títulos verdaderamente memorables. No todos los directores pueden presumir de cuatro buenas películas en dos años.

Aquí, Lancaster lleva ya unos años alejado de los papeles de ágiles héroes por los que empezó a ser conocido tras su etapa circense, y en estos Siete días de mayo nos regala una interpretación plena de fuerza, sobria, real e intensa. Y a su altura están, como corresponde, el resto de los nombres del reparto. El de Ava Gardner es quizás el papel con menos empaque de la película, pero lo cierto es que ella aprovecha al máximo y le saca el mayor jugo a los minutos que permanece en pantalla. Ya empiezan a notarse en su rostro las huellas que deja el paso del tiempo, pero “El animal más bello de la tierra” sigue estando guapísima en su madurez.


No es una película demasiado conocida. La descubrí por casualidad y nadie de mi entorno había oído hablar de ella nunca ni les sonaba de nada, y os aseguro que mi entorno es bastante cinéfilo. Y no entiendo por qué, la verdad, porque a mí me parece que es una gran película. Por destacar alguna escena, mencionaré la entrevista entre el presidente y el general, casi al final, que me pareció impresionante. Y quizá el discurso final del Presidente ante las cámaras. Un discurso realmente brillante. Precioso. ¡Lástima que sólo sea una película”



A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.   :guiñar

9
Cine clásico y contemporáneo / La pícara puritana (1937)
« en: 20 de Noviembre de 2009, 01:35:33 pm »
LA PÍCARA PURITANA

El mejor amigo de un hombre es su madre


FICHA TÉCNICA

Título Original: The Awful Truth
Año: 1937
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Leo McCarey
Intérpretes: Cary Grant, Irene Dunne, Ralph Bellamy, Alexander D'Arcy, Cecil Cunningham
Guión: Viña Delmar
Música: Ben Oakland
Fotografía: Joseph Walker
Productora: Columbia Pictures
Duración: 91 minutos

El director y sus tres protagonistas principales


ANÉCDOTA Y/O CURIOSIDADES

1) El guión está basado en una obra teatral de igual título de Arthur Richman.

2) La película obtuvo 6 nominaciones a los Oscar (mejor película, director, actriz principal, actor secundario, guión adaptado y montaje), pero sólo su director, Leo McCarey, se llevó la estatuilla a casa y con ella también el reconocimiento de la crítica y compañeros de profesión.

3) Los lugares de rodaje fueron los lagos Arowwhead y Big Bear, y y el Parque Nacional de San Bernardino, todo ello en California.

4) Alfred Hitchcock era amigo de Leo McCarey y siempre se declaró admirador de su trabajo. Tampoco ocultaron su admiración por él otros directores como Howard Hawks, John Ford, Frank Capra, George Cukor... Sin embargo, McCarey no es de los más conocidos por el público en general, a pesar de ser el director de películas como “Sopa de ganso” o “Tú y yo”.

5) Algunos dicen que Irene Dunne era la pareja perfecta para Cary Grant. Ambos coincidirían de nuevo en la también comedia “Mi esposa favorita”, de 1940 y en el drama familiar “Serenata nostálgica”, de 1941.

6) Cary Grant no tenía mucho interés en rodar esta película, pero el sistema de Estudios de la época lo obligaba por contrato. Llevaba sólo una semana de rodaje cuando envió al Estudio todo un alegato de 8 páginas pidiendo que le relevaran de su trabajo en esa película tan inverosímil que él consideraba que iba a ser un fiasco en la taquilla. Además, adjuntaba un cheque de 5.000 dólares por los problemas que su baja en el rodaje pudiera ocasionar. Por supuesto tanto el cheque como los alegatos no fueron aceptados por los Estudios y, contra todo pronóstico de Grant, la película se convirtió en un gran éxito. (Dato extraído de “Cary Grant: El capricho de las damas”, biografía de Archibald Alexander Leach Grant, que es el nombre auténtico del actor, escrita por LLuís Bonet Mojica).


SINOPSIS Y COMENTARIO PROPIO

Jerry Warriner (Cary Grant) va a un gimnasio y trata de ponerse moreno a toda costa bajo una lámpara porque le ha dicho a su mujer Lucy (Irene Dunne) que iba a estar dos semanas en la soleada Florida, pero en realidad no se ha movido de California. Cuando regresa a casa junto con unos amigos, Lucy no está y él da por hecho que estará con su tía Patsy, pero al poco llega ella acompañada de un francés con el que da clases de canto, diciendo que habían ido a una fiesta y al volver el coche sufrió una avería y han tenido que pasar la noche en un albergue “muy molesto”. Jerry se muestra desconfiado con esta historia al tiempo que su mujer descubre que en realidad él no ha estado en Florida. Con la discusión que se produce por la desconfianza de cada uno de ellos hacia el otro, deciden que lo mejor es divorciarse. En la vista de divorcio, al estar de mutuo acuerdo, todo va bien hasta el momento de decidir quién se queda con Mister Smith, el perro.

     

Poco antes de que la sentencia de divorcio sea firme, lo que ocurre al pasar 90 días, Jerry quiere volver con Lucy, pero se encuentra con que ella está saliendo con un millonario de Oklahoma, así que intenta darle celos a su aún esposa empezando a salir con una rica heredera.

De nuevo nos encontramos con una película a la que le han encasquetado un estúpido título en español que nadie comprende a cuento de qué viene. “The Awful Truth” podría traducirse por “La horrible verdad” o “La terrible verdad”. Bajo ese nefasto título, pues, nos encontramos una elegante comedia de enredos, romántica y alocada, con rápidos e ingeniosos diálogos y unos personajes divertidos y tan poco creíbles como las situaciones en las que se ven metidos, igualmente inverosímiles.

Y es que tanto los personajes como la historia misma de la película parecen de opereta, con el único afán de entretener. Eso ya lo vemos con sólo apreciar ese bronceado expres que luce Grant al principio de la película, que parece Al Johnson en “El cantor de jazz”. También es un poco de folletín el por qué la pareja decide divorciarse, es decir, el origen del resto de la historia. Pero da igual. Todos sabemos que vamos a ver una farsa y lo mejor que podemos hacer es acomodarnos bien y disfrutarla.


De los secundarios, personalmente el que menos me convence es Ralph Bellamy en su papel de millonario palurdo y brutote, pero enmadrado como un niño. Es tan exagerada su ñoñería que no me lo creí nunca por mucho que su trabajo mereciera según el gremio de actores una nominación al Oscar. Sin embargo he de reconocer que la escena del baile con Irene Dunne es buenísima, con mala leche de Cary Grant incluida. En cambio me encanta Cecil Cunningham como la Tía Patsy, pues suyas son algunas de las frases más irónicamente ingeniosas de la película. Y mi favorito, el que está genial y divertidísimo es el perro, Mister Smith, el mejor jugando al escondite.


La pareja protagonista está francamente bien y me ha sorprendido la gran vis cómica de Irene Dunne que, aunque parezca mentira, en algunos momentos consigue eclipsar a todo un maestro de la comedia como es Cary Grant. Atentos al “discreto” vestuario que luce ella durante toda la película, lleno de modelitos y gorritos imposibles. No sé si como afirman algunos Irene Dunne es la pareja perfecta para Grant porque lo cierto es este hombre tenía la rara habilidad de emparejarse perfectamente con casi todas las actrices con las que trabajó, pero desde luego ambos logran una gran pareja cinematográfica, llena de complicidad y desprendiendo la “química” a raudales que toda comedia necesita.



La película tiene un buen ritmo narrativo, constante y sin decaer. Hay que soportar un par de canciones de la Dunne, incluidas para el lucimiento de su gran voz, aunque reconozco que el guión las incluye en escenas con gran sentido de la comicidad, lo que hace que resulten menos soporíferas. Y, además, la película contiene un buen puñado de momentos muy divertidos, algunos de ellos de carcajada, en serio, como el momento motocicletas de la policía que es totalmente increíble pero muy cómico. O el del gato en la puerta que no cierra. Y es que los animales de esta película, perro y gato, hacen un gran trabajo, sobre todo el primero.

En definitiva, una película con un tema que podría resultar actual hoy en día pero cuyo tratamiento ha dejado anticuado el paso del tiempo y que, sin embargo, resulta tan divertida que os puede proporcionar un buen rato de entretenimiento.


A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.    :guiñar

10
Cine clásico y contemporáneo / Zorba el griego (1964)
« en: 12 de Noviembre de 2009, 02:23:24 pm »
ZORBA EL GRIEGO

Zorba, enséñame a bailar

FICHA TÉCNICA

Título Original: ZORBA THE GREEK
Año: 1964
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Mihalis Kakogiannis
Intérpretes: Anthony Quinn, Alan Bates, Irene Papas, Lila Kedrova, George Foundas
Guión: Mihalis Kakogiannis
Música: Mikis Theodorakis
Fotografía: Walter Lassally
Productora: Coproducción USA-Grecia; 20Th Century Fox / Rockley
Duración: 146 minutos


El director y sus cuatro protagonistas principales

   






ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) Otros carteles de la película:
     

2) El guión, realizado por el propio director, adapta la novela “Alexis Zorba, el griego”, obra cumbre del escritor griego Niko Kazantzakis. En dicha novela, el bohemio, vitalista y despreocupado protagonista del relato se inspiraba en un personaje real, un minero llamado Georges Zorba al cual conoció el escritor en 1917 en una explotación de lignito al sur del Peloponeso. La novela, escrita entre 1941 y 1943, fue concebida por Kazantzakis como homenaje a la memoria de este hombre cuya profunda sabiduría y humanidad tanto le habían impresionado

3) El director chipriota Mihalis Kakogiannis también es conocido por el nombre más sajón de Michael Cacoyannis.

4) La película obtuvo, entre otros reconocimientos, 7 nominaciones a los Oscar, de los que ganó 3: A la mejor actriz de reparto (Lila Kedrova), mejor fotografía en blanco y negro y mejor dirección artística en blanco y negro. Las otras cuatro nominaciones fueron a la mejor película (ganó My Fair Lady), mejor director (ganó George Cukor por “My Fair Lady”), Mejor actor (Anthony Quinn, pero ganó Rex Harrison por “My Fair Lady”) y  mejor guión adaptado (que ganó la película “Becket”). Lo que para mí resulta imperdonable es que su banda sonora no estuviera ni siquiera nominada.

5) Aunque la película se supone que transcurre en la isla griega de Creta, en realidad fue rodada en otra isla griega, Rodas, en uno sus hermosos pueblos llamado Lindos.

6) La actriz de origen ruso Lila Kedrova, que ganó el oscar a la mejor actriz secundaria por esta película, repitió su papel de Madame Hortense varios años más tarde, en 1983, en la versión musical de “Zorba el griego” que se realizó en los escenarios de Broadway, ganando por su actuación un premio Tony a la mejor protagonista de una obra musical. Se ve que este papel le dio mucha suerte.

7) Anthony Quinn fue nominado al Oscar como mejor actor por esta película, pero no lo consiguió. En realidad, a pesar de sus muchas y grandes interpretaciones, el actor no consiguió nunca un Oscar por un papel principal, aunque sí consiguió dos estatuillas por papeles secundarios, en “¡Viva Zapata!” (1952), de Elia Kazan el primero, y El loco del pelo rojo (1956), de Vincente Minnelli) el segundo.

8) El gobierno griego le estuvo tan agradecido a Antonio Quiñones, nombre auténtico de Anthony Quinn, por su papel de  Zorba que, poco más tarde, le otorgaría la nacionalidad griega a este actor hijo de padre irlandés y madre mexicana, pero residente en los Estados Unidos desde muy niño. Tal vez por esa mezcla de culturas y un físico nada común para los cánones de Hollywood, a Quinn se le dieron tan bien los papeles étnicos y pintorescos.

 9) La famosa danza del sirtaki por la que es conocida mundialmente la película, no era en realidad un baile tradicional griego si no que se ideó y coreografió especialmente para esta película. Sin embargo, está basado en otra danza folklórica griega, la Hasapiko.

10) Al principio del rodaje, la relación de Quinn con el director no fue fácil porque éste último pensaba que el actor sobreactuaba demasiado. Sin embargo también reconocía a la vez que justamente eso era el sello de identidad de Quinn y gran parte de su carisma. Más adelante, cuando el rodaje avanzó y Quinn fue metiéndose más y más en el papel, el director le contaba a todo el mundo que Quinn se había convertido en un auténtico griego y años más tarde reconoció que el personaje de Zorba no hubiera sido posible sin la interpretación de Anthony Quinn.


SINOPSIS Y COMENTARIO PROPIOS

Un  joven Alan Bates (Basil) vigila bajo la lluvia la subida de su equipaje al barco que ha de llevarlo a Creta, sobre todo el baúl que contienen sus apreciados libros. Sin embargo, debido al fuerte temporal, el barco va a retrasar su salida hasta que mejore un poco el tiempo. En la espera, Basil conoce a un hombre extraño y pintoresco, Alexis Zorba (Anthony Quinn), que de buenas a primeras le pide que lo lleve con él a Creta, como cocinero, como minero, como ayudante de lo que sea porque él ha hecho de todo.

Basil es un escritor británico en horas bajas que va a Creta a hacerse cargo de unas tierras heredadas de su padre en las que hay una vieja mina de lignito abandonada. Es un tipo culto, tímido y de personalidad apagada y tristona que contrasta fuertemente con la arrolladora personalidad del extrovertido y vital griego que tiene delante de él. Así que finalmente contrata a Zorba para que le ayude a poner en marcha de nuevo la mina.

Cuando por fin el barco se pone en marcha es para realizar una horrorosa travesía debido al temporal, pero finalmente llegan a su destino, un pequeño pueblo a donde nunca va nadie y cuya llegada resulta el mayor acontecimiento en el lugar en años. De primeras y hasta que habiliten un poco la casa de su padre, Basil y Zorba se alojan en el hotel de Madame Hortense, una francesa ya metida en años, que lleva allí toda la vida, y que les ameniza las noches ejerciendo su antigua profesión, cabaretera, y contándoles sus batallitas y amoríos.


He buscado mucho un cartel en el que no figurase como parte principal o simplemente única el famoso sirtaki que se marca Anthony Quinn y por el que es mundialmente conocida esta película, pero el único que he encontrado con un tamaño decente, al final, no se ve, así que he puesto uno de los normales. Y es que sí, el sirtaki es muy importante en esta película, es la filosofía de vida de Zorba y así nos lo explica él cuando nos cuenta sucintamente su historia para acabar diciendo que él baila cuando está triste y, cuando está contento, también. Pero es que esta película es mucho más que ese sirtaki.

Se nos va a contar una historia sencilla y tranquila que transcurre en un pequeño pueblo de una isla griega. No se indica en qué época transcurre la historia pero, por algunos comentarios de Madame Hortense, podemos fijarla en la postguerra de la 2ª Guerra Mundial. Y con esta historia se nos va a mostrar la cultura y forma de vida de los griegos en aquellos años, al menos en el ambiente rural, que es una sociedad un tanto anclada en el pasado, machista hasta el extremo de que las mujeres pueden deslomarse trabajando en el campo pero en el bar, ay amig@s, en el bar sólo entran los hombres. Veremos un concepto de vida un tanto arcaico, obtuso y rancio, que va a resaltar aún más con la llegada del británico, hombre culto y civilizado. Naturalmente, el nexo de unión entre estos dos polos distantes va a ser Zorba, mujeriego, vividor, caradura, vitalista y, a pesar de ser un inculto analfabeto, poseedor de una extraña pero práctica filosofía de la vida. “No quiero problemas en mi vida”, dice Basil en una ocasión y Zorba le contesta “Vivir es el problema. Sólo la muerte no trae problemas”.

Extraña la relación que se produce entre Basil y Zorba. Dos hombres tan distintos, dos formas de ver la vida tan dispares, dos personalidades tan opuestas y sin embargo se produce una firme amistad de mutuo respeto y total confianza el uno en el otro. Como ejemplo, una frase de Zorba a Basil cuando éste se preocupa por el peligro que puedan correr los hombres en la mina: “Jefe, a ver si nos entendemos. ¿Es usted o no es usted un cochino capitalista?”. O cuando brindan, Basil dice “Que dios nos ayude” y Zorba apostilla “Y el diablo también”.


El cuarto personaje importante de esta historia y de la que aún no he hablado es el protagonizado por Irene Papas, una joven viuda, delgada y muy atractiva a pesar de sus austeros ropajes negros. Una mujer dura por fuerza de las circunstancias pues vive en un lugar donde todo el mundo la odia. Los hombres porque todos la desean y ella le da calabazas a todos. Las mujeres porque sus padres, maridos e hijos beben los vientos por ella. Es una mujer fuerte, de gran carácter, solitaria excepto por la compañía y la devoción del tonto del pueblo y, debido al entorno que la rodea, muy huraña ¡Qué ojos los de Irene Papas! ¡Qué intensidad en su mirada! De Irene Papas son varias de las escenas de más fuerza, dramatismo e intensidad que se producen en la película. Sin apenas diálogo, sólo las miradas y las actitudes, que te dejan clavado en el asiento, tenso, sin aliento. Esas escenas son... ¡Puro cine!

   

Mikis Theodorakis compuso una banda sonora brillante para esta obra, en perfecta sintonía con cada escena de la película y dónde, cómo no, destaca poderosamente la fuerza y vivacidad de ese maravilloso tema central, ese sirtaki con el que se inicia la película, algunos de cuyos acordes se repiten a lo largo de distintas partes del metraje y, finalmente, concluye la película como una auténtica explosión de vitalidad y optimismo. Repito lo expresado en las curiosidades, no me entra en la cabeza que este impresionante tema ni siquiera estuviera nominado en los Oscar de aquel año.

Bella fotografía con la que podemos apreciar las azules y cristalinas aguas del Egeo. Sí, he escrito “azules” y ya sé que estoy hablando de una película en blanco y negro, pero es que hasta en blanco y negro se nota ese impresionante color azul que tiene el mar en Grecia y que cualquiera que haya visitado Creta, Rodas, Santorini o cualquier otra isla griega sabrá reconocer de qué hablo.

Gran, gran, pero gran trabajo de Anthony Quinn en uno de esos papeles raciales y de pura fuerza que él bordaba y que nos dejó para la posteridad sin ninguna posibilidad de que nadie pueda imaginarse jamás a otro actor en ese papel, ni por asomo. Quinn hizo grandes papel en su extensa carrera, pero también él sabía que éste fue el gran papel de su vida. De hecho, se pasó el resto de su vida bailando ese sirtaki ideado para la película a la menor ocasión que se le proporcionara. Y es que Zorba era Anthony Quinn.

Eso sí, lo que Zorba opina sobre las mujeres no creo que acabe de gustarle a ninguna fémina, pero es que una opinión diferente de semejante personaje no resultaría ni remotamente creíble, así que espero que vuestros corazoncitos cinéfilos, chicas, sepan perdonarle y tengáis en cuenta a su favor lo bien que se porta con Madame Hortense.


Y llegando el final, primero una bajada a los infiernos con esas escenas con las plañideras primero y luego el resto del pueblo, propias de una sociedad sin ley ni orden, atávica y medieval pero en pleno siglo XX que dan auténtico miedo. Y luego, tras el “Jefe, ¿vio usted alguna vez un desastre más esplendoroso?" de Zorba a Basil, la súplica de éste para que le enseñe su forma de ser y su forma de ver la vida. Por eso le dice: “Zorba, enséñame a bailar”.



Veremos una historia sencilla, sí, pero llena de humanidad, repleta de contrastes, bien narrada, magníficamente interpretada y con una música inolvidable. Todo un clásico, sin duda, y una película que ningún aficionado debería perderse.

A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.    :guiñar

11
Cine clásico y contemporáneo / Tiempos de gloria (1989)
« en: 06 de Noviembre de 2009, 01:49:09 pm »
TIEMPOS DE GLORIA



FICHA TÉCNICA

Título Original: Glory
Año: 1989
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Edward Zwick
Intérpretes: Matthew Broderick, Denzel Washington, Cary Elwes, Morgan Freeman, Jane Alexander, Bob Gunton, Andre Braugher, Jay O. Sanders, JD Cullum, Cliff De Young, Donovan Leitch, Jihmi Kennedy, Jane Alexander, Bill Nunn, Kevin Jarre
Guión: Kevin Jarre
Música: James Horner
Fotografía:  Freddie Francis
Productora:  Tri-Star
Duración:   122 minutos

SINOPSIS

1861-1865. Durante la Guerra de Secesión norteamericana, que enfrenta al ejército confederado (Estados del Sur) con el ejército de la Unión (Estados el Norte). En el ejército del norte admiten que los negros se enrolen en sus filas, pero son muy reacios a proporcionarles armas y, por supuesto, a tratarlos como auténticos soldados.


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) Otros carteles y carátulas:
      

2) Basada en un hecho histórico real. Entre 1861-1865 EE.UU. vive la Guerra de Secesión que enfrentó al ejército confederado con las tropas de la Unión. El regimiento 54º de Massachusetts fue el primero y el más valeroso de los batallones formados por negros y el Coronel Robert Gould Shaw fue el encargado de crearlo y organizarlo. De las cartas y memorias del joven Coronel Shaw, se ha extraído el guión de esta película.

3) En su rodaje participaron más de 2.000 extras.

4) Cary Elwes, el amigo y ayudante de Matthew Broderick, es el temible pirata Robert de La princesa prometida. Broderick está casado en la actualidad con una de las protagonistas de la serie “Sexo en Nueva York”, Sarah Jessica Parker.

5) El fuerte Wagner, objetivo militar con el que culmina la película, nunca fue tomado por las tropas de la Unión.

6) Nominada a 5 Oscars, ganó 3: Mejor actor secundario (Denzel Washington), fotografía y sonido. Al recibir este Oscar, Denzel Washington se convirtió en el tercer actor negro en conseguir una estuilla. La primera fue Hattie McDaniel, a la mejor actriz de reparto por su entrañable papel de “Mammy” de Lo que el viento se llevó, en 1939. El segundo fue Sidney Poitier, esta vez como mejor actor principal por Los lirios del valle, en 1962. Pero Washington tiene además otro record, el de ser el único actor negro en recibir dos estatuillas, ésta por secundario y otra por actor principal en Training Day. Cuando recibió éste último, el actor se dirigió a la prensa de este modo: “Marquen ustedes la diferencia y no digan mañana que el Oscar lo ganó un actor negro, escriban sólo que lo ganó un actor”. Sidney Poitier también tiene dos estatuillas, pero la segunda fue un Oscar honorífico a toda una carrera, concedido en 2002.


7) Pequeña reseña sobre el 54º Regimiento:

El 54º Regimiento de voluntarios de Massachusetts fue el primer regimiento de soldados negros del ejército de los Estados Unidos. La película nos muestra su formación y reclutamiento, y su participación en el asalto a Fort Wagner en Carolina del Sur en 1863. Cuando este regimiento fue formado, se pretendió que sus hombres fueran la “cremé de la cremé” de la raza negra y por ello casi todos tenían estudios y sabían leer y escribir (algo que no muestra bien la película).

Inicialmente se le utilizó más como una unidad para trabajos que como una unidad de combate, sencillamente porque nadie creía que los soldados negros iban a combatir tan bien como los soldados blancos. De hecho, su primera “acción de combate” fue realizar un raid (acción de saqueo y rapiña sobre lugares ya abandonados o sin apenas defensa) sobre la ciudad de Darien el 11 de junio de 1863. Ése fue el origen del estereotipo de soldados negros quemando y saqueando ciudades blancas sureñas que luego se representaría en la película El nacimiento de una nación, de 1915. Este episodio también viene reflejado en esta película que ahora nos ocupa. El coronel Shaw solicitó que el 54º encabezara el asalto a Fuerte Wagner para "lavar" el honor de la unidad.

El fallido asalto a Fuerte Wagner le costó al 54º unas 281 bajas (54 muertos y 48 desaparecidos entre ellas) de un total de 600 soldados. Uno de sus miembros, el sargento Willian H. Carmey ganó la Medalla de Honor del Congreso en 1900 (37 años después) . La proeza de Carmey fue que, al tiempo que Shaw moría, recogió la bandera y la llevó hasta el parapeto. Recibió heridas en ambas piernas, el pecho y brazo derecho, pero pudo ser evacuado a la retaguardia donde dijo su famosa frase: “La vieja chica nunca tocó el suelo, chicos”.


COMENTARIO PROPIO

Relatada en forma de cartas del coronel Shaw (Matthew Broderick) a sus padres, al inicio de la película se nos informa de que esas cartas se conservan hoy en día en la biblioteca de la Universidad de Harvard. En realidad, es una película de guerra en la que quitando alguna escaramuza suelta y la gran batalla final, apenas hay guerra y, quizá, por eso me gusta a mí, que no soy amante de las bélicas. Es una película de sentimientos y emociones, de la lucha por la libertad individual y de toda una raza, que habla del honor, del orgullo, de la amistad y la camaradería, emotiva y, en muchos momentos, triste.

La película nos recrea los inicios de este regimiento que no cuenta con la simpatía de nadie, ni de la gente ni de las autoridades y, por supuesto, ningún oficial quiere estar al mando de él. Todos los oficiales eran blancos, por supuesto. Así que cuando a pesar de todo este regimiento se forma, todo son problemas.


No entro en si el Oscar a Denzel Washington fue justo o es que ya tocaba otro de estos premios a un actor de color, de color negro quiero decir y esta película era una buena candidata para ello, pero a mí me parece que en algunos momentos su actuación es un poco exagerada y desmedida, aunque en la escena en que le dan los latigazos y mira fijamente al coronel mientras se le caen silenciosas lágrimas, he de decir que yo también me acongojé un poco. Sin embargo, personalmente le habría dado el Oscar a Morgan Freeman, pero sin ninguna duda, vaya, porque está realmente espléndido, perfecto, como siempre, y mira, también era un actor negro. Lo que pasa es que por esta película Freeman no estaba nominado, sí lo estaba como actor principal por Paseando a Miss Daisy, pero aquel año en esa categoría se llevó el gato al agua Daniel Day-Lewis por Mi pie izquierdo. Volviendo a la que nos ocupa, me encanta la escena en que Freeman pone en su lugar a Denzel Washington, que recrea un personaje bastante insoportable al principio, y acaba diciéndole “El único negro que hay aquí eres tú”.

Otro momento que me emocionó es al final, cuando el regimiento se dirige a tomar el fuerte, que prácticamente va a ser un ataque suicida. Durante un momento de la película, unos soldados blancos regresan hechos polvos de una batalla y les recriminan a los negros que ellos nunca pelean, que sólo cavan las letrinas y entonces se organiza una trifulca entre ellos. Pues bien, cuando se encaminan hacia ese fuerte en medio de un silencio sepulcral, ese soldado blanco que se peleó con ellos les grita: “¡A por ellos, 54!”, y a mí se me hizo un nudo en la garganta.


Personalmente me gustó mucho la relación de antes-después que se establece entre los dos oficiales blancos y su amigo negro, cuando este regimiento aún no existe, y la que hay luego, cuando los tres ya están enrolados en él, pero las circunstancias son distintas.

En fin que, como decía al principio, ésta es una película de sentimientos, con algo de acción, y un pequeño gesto de desagravio hacia la gente de color, de color negro. Puede que no sea una obra maestra, pero a mí me parece una buena película, me gusta cuando la veo y verla al menos una vez me parece que merece la pena.

A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.    :guiñar

12
Cine clásico y contemporáneo / El loco del pelo rojo (1956)
« en: 05 de Noviembre de 2009, 12:55:00 pm »
EL LOCO DEL PELO ROJO


FICHA TÉCNICA

Título Original: Lust for Life
Año: 1956
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Vincente Minnelli
Intérpretes: Kirk Douglas, Anthony Quinn, James Donald, Pamela Brown, Everett Sloane, Jill Bennett, Henry Daniell, Niall MacGinnis
Guión: Norman Corwin
Música: Miklós Rózsa
Fotografía: Freddie Young & Russell Harlan
Productora: MGM / UA
Duración: 123 minutos


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) En 1945 la Warner inicia un proyecto sobre la vida de este pintor y selecciona a Paul Muni y John Garfield para encarnar a los protagonistas, pero luego abandona el proyecto. En 1946 el productor Arthur Freed encarga escribir un guión al novelista Irving Stone, pero a comienzos de los años 50 se lo pasa al productor y realizador Richard Brooks, que tampoco hace nada con él. Fruto de las investigaciones que hizo sobre la vida del pintor, Irving Stone escribe la novela “Lust for life”, que consigue un gran éxito de ventas. Tras el éxito de Moulin Rouge (1952), de John Huston, sobre la vida del pintor impresionista Toulouse Lautrec, Metro Goldwyn Mayer compra los derechos cinematográficos de la obra y Vincente Minnelli se interesa por dirigir la adaptación.

2) Las reproducciones de los cuadros estén lo más cerca posible de los originales. Los cuadros originales se fotografiaron en placas de gran tamaño, de 8 x 10 pulgadas. Luego se proyectaban por debajo de unas mesas especiales con el tablero traslúcido y personal especializado los copió, pincelada a pincelada, con gran minuciosidad y perfectos resultados.

3) Minnelli quería rodar en negativo Anscocolor, que encontraba mucho más apropiado para el colorido de la paleta del pintor que el negativo Eastmancolor que ya se había impuesto en la industria, pero ante la fuerte competencia de Kodak la fábrica Ansco ya no fabricaba este material. La MGM compró el último lote de negativo Anscocolor, 300.000 pies, y logró que pusieran a su disposición un laboratorio especial para el revelado.

4) Dado su parecido físico con el pintor, Kirk Douglas sólo tiene que dejarse crecer la barba y dar un tono rojizo a su pelo. Para interpretar al ruidoso y extravertido Paul Gauguin a Anthony Quinn le modificaron la nariz para que se pareciera algo más al personaje. Ese pequeño retoque y su gran trabajo le valió al actor el Oscar de ese año al mejor actor secundario.

5) Con el tiempo se ha perdido bastante el minucioso cuidado puesto en la reproducción de los colores originales creados por Van Gogh porque el negativo Anscocolor utilizado no se mantiene tan bien como el Technicolor y tiene tendencia a volverse pardo con el paso de los años. Por eso y por desgracia, la mayoría de las copias que circulan tienen muy poco que ver con el colorido obtenido originalmente por Minnelli.

6) Por problemas de agenda, Minnelli sólo puede empezar a rodar a finales de 1955 y para entonces, las flores  se han marchitado y el color del campo no era el deseado. Por ello, un equipo de la MGM mantuvo un campo de trigo en todo su esplendor con ayuda de productos químicos para que pueda rodar en él, pero eso decidió que la película hubiera de empezar a rodarse por el final, por una de las escenas más dramáticas y difíciles, el suicidio del pintor.

7) Un pequeño fallo en el guión: Gaugin conoció a Van Gogh antes de marchar a la Martinica y no después como nos muestran en la película.


SINOPSIS Y COMENTARIO PROPIO

La película es un biopic, que así se llaman en cine a las biografías. Con el desafortunado título en español de El loco del pelo rojo, se nos presenta la vida del famoso pintor impresionista Vincent Van Gogh, narrada de forma cronológica desde su etapa en los “Mensajeros de la fe”, donde queda claro que no está llamado a ser un evangelizador pues el joven Van Gogh se muestra incapaz de improvisar un discurso, prepara largos y oscuros sermones que no es capaz de retener en la memoria y luego, cuando los lee, lo hace a trompicones y sin articular, como un niño, según las palabras de su preparador. Asistiremos a su paso por una pobre zona minera a donde nadie quiere ir y a donde es enviado dado su afán por ayudar y ser útil a los demás, a su vuelta a casa, en Holanda, donde empieza a dibujar todo lo que ve, veremos sus relaciones familiares, sus relaciones afectivas, su estancia en París y, en general, toda su andadura vital hasta su trágico final.

Esto del biopic no es uno de los géneros que más me guste, precisamente. No todas las biografías reflejan vidas interesantes y no todas, aún siendo interesantes, resultan cinematográficas. Ésta, sí. En esta película se nos presenta la vida de alguien tan interesante que parece perfecta para reflejarla en una pantalla.

Reconozco que no conocía nada de la biografía de este pintor, excepto la famosa anécdota de la oreja y que murió en la más absoluta pobreza ya que sólo consiguió vender un cuadro en vida, esos cuadros que ahora se subastan por auténticas millonadas. Por eso me ha resultado bastante interesante enterarme de tantas cosas viendo esta película, como que su primera vocación fue ser un predicador evangelista, que ingresó voluntariamente en un psiquiátrico, que el único cuadro que vendió fue de chiripa y por la suma de 400 francos, que fue amigo de Gaugin y eso que éste no era precisamente muy dado a tener amigos con la lengua viperina que tenía, que se suicidó pegándose un tiro…

Encarnado por un impresionante Kirk Douglas, que guardaba tan asombroso parecido con el pintor que hizo totalmente innecesaria la labor de caracterización bastando apenas con un poco de maquillaje, y que realiza en esta película uno de los mejores trabajos de su vida. Es que hay momentos en los que nos parece ver el “autorretrato” del pintor hablando y moviéndose por la pantalla.

 

Ya desde el primer momento se nos muestra que Van Gogh es un ser atormentado que no encuentra su lugar en el mundo y busca con desesperación un camino que seguir. La película refleja su vida, su aprendizaje, sus obsesiones y dificultades, con el placer añadido de ver en pantalla la mayoría de sus cuadros, los más famosos y conocidos, cedidos para hacer las copias que se usaron en el rodaje por sus dueños, los más prestigiosos museos del mundo y coleccionistas privados.

Van Gogh pinta a la gente en sus trabajos, en sus hogares, realizando tareas cotidianas, mientras una voz en off nos cuenta lo que siente el pintor y lo que quiere plasmar, y lo vemos de forma vívida gracias al gran esmero que puso Minnelli con esta producción, mimando la ambientación y las localizaciones de una forma impresionante para lograr que veamos en pantalla el increíble colorido de los cuadros del pintor. Es que toda la película, por su colorido, parece un cuadro impresionista.

Tiene una gran, gran, gran fotografía, bellísima en los paisajes, luminosa en los exteriores y absolutamente prodigiosa en los interiores. Una música apropiada a cada momento y una gran actuación de Douglas, en ese personaje atormentado y desequilibrado que sufre bastantes momentos histriónicos y excesivos que le permiten al actor un gran lucimiento.

 

Por otro lado tenemos a Anthony Quinn, un actor que, en mi modesta opinión, resulta toda una garantía para cualquier producción en la que participara. Quinn es Paul Gaugin, el pintor neo-impresionista que, por increíble que pueda parecer, fue amigo de Van Gogh. Y digo increíble por lo muy distintos que eran en su forma de ser y de ver la vida. Todo lo atormentado y amargado que era Van Gogh lo tenía de alegre y pendenciero Gaugin. Su papel es corto, pero muy intenso y muy importante, y Quinn lo borda. La película estaba montada para el total lucimiento de Kirk Douglas, que ya había coincidido con Vicente Minnelli en Cautivos del mal, pero Quinn era un “roba-escenas” de mucho cuidado y tenía esa rara habilidad de conseguir que aunque su papel no fuera muy importante, todo el mundo le mencionara al hablar de la película. Él no se parecía tanto a su personaje como Douglas al suyo y hubo que “apañarle” un poco más, pero lo cierto es que también consigue resultar increíblemente parecido al Gaugin real.

   
   
Es una película larga, no os voy a engañar, y también es lenta. Si no os entusiasman las biografías, puede que se os haga más lenta y más larga aún. También puede no ser una opción demasiado acertada para los que no sean muy amantes de la pintura, por lo que puede hacerse un poco pesada en algunos momentos. Si en cambio eres un apasionado de los cuadros y los pintores, sobre todo de Van Gogh, ésta puede que sea una obra imprescindible para ti. En cualquier caso, creo que es una de esas películas que hay que ver al menos una vez. Y además resulta muy instructiva.



A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.   :guiñar

13
Cine clásico y contemporáneo / Estirpe de dragón (1944)
« en: 02 de Noviembre de 2009, 11:45:48 am »
ESTIRPE DE DRAGÓN

La paz es el alimento del hombre

FICHA TÉCNICA

Título Original: Dragon Seed
Año: 1944
Nacionalidad: EE. UU.
Dirección: Jack Conway y Harold S. Bucquet
Intérpretes: Katharine Hepburn, Walter Huston, Akim Tamiroff, Turhan Bey, Aline MacMahon, Agnes Moorehead, Hurd Hatfield
Guión: Jane Murfin
Música: Herbert Stothart
Fotografía: Sidney Wagner
Productora: MGM
Duración: 145 minutos


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) Otro cartel de la película:

2) El guión está basado en una obra de igual título de Pealr S. Buck.

3) Los lugares de rodaje de la película fueron Chinatown y en el Rancho de John Show, en Woodland Hills (ambos en Los Angeles, California) y en los estudios de la Metro-Goldwyn-Mayer (Culver City, California).

4) La actriz Alline MacMahon. que hace el papel de la matriarca de la familia, fue nominada al Oscar como mejor actriz de reparto. También la fotografía en blanco y negro fue nominada. Pero la película no ganó ninguna estatuilla.

5) La película no tuvo excesivo éxito, pero resulta toda una curiosidad sólo por ver a todo un reparto occidental haciendo de chino y a un montón de actores chinos haciendo de japoneses.

6) Pequeña reseña sobre PEARL S. BUCK (1892-1973):

Escritora estadounidense conocida por el apellido de uno de sus maridos ya que su apellido de soltera era Sydenstricker.

Sus padres eran misioneros y llevaron a China a la pequeña cuando sólo tenía 3 meses de vida. Residió allí los 40 años de edad y eso la hace gran conocedora del carácter chino, tema que refleja muy bien en sus obras, mostrando con gran sensibilidad y profundidad sus formas de vida y sus tradiciones milenarias.

En 1932 ganó el prestigioso premio Pulitzer con una de su obras más emblemáticas, “La buena tierra”, y en 1938 obtuvo el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la primera mujer norteamericana en lograr semejante galardón.

Algunas de sus obras más relevantes son: Bambú, El Ultimo Gran Amor, La Buena Tierra, La Estirpe Del Dragon, La Madre, Las Tres Hijas De Madame Liang o Viento Del Este Viento Del Oeste. Dos de ellas fueron adaptadas al cine, La buena tierra en 1937 y La estirpe del dragón en 1944, con dispar suerte. Mientras la primera conseguía bastante éxito y reconocimiento, así como el Oscar para la mejor actriz y para la mejor fotografía en blanco y negro, la segunda tuvo unas críticas no muy buenas, no demasiado éxito comercial y de público y una trayectoria bastante discreta.


SINOPSIS Y COMENTARIO PROPIO

Estirpe del dragón se centra en una familia china en el ámbito rural que, un tanto aislada del resto del país y, sobre todo, del mundo, conserva sus tradiciones ancestrales, heredadas y transmitidas de padres a hijos. Y ello sucede en los años inmediatamente anteriores a la 2ª Guerra Mundial, cuando Japón decide invadir China, por lo que la llegada del invasor rompe la rutina cotidiana de esta gente humilde y pacífica, al tiempo que siembra todo a su paso de destrucción, miseria, miedo y hambre.

Mal etiquetada en muchos sitios como película bélica, en mi modesta opinión es un drama con todas las de la ley que, eso sí, transcurre metido de lleno en una contienda bélica, en el momento de la invasión de China por parte de los japoneses que en 1931 tomaron el noreste de China y en 1937 iniciaron la invasión del sur. En esta segunda oleada bélica es cuando transcurre la película, con la inminente caída de la ciudad china de Nanjing, que fue unos de los peores episodios de esta contienda, en la que los soldados nipones realizaron una frenética masacre, con matanzas, violaciones, saqueos y demás atrocidades, y en la que murieron más de 300.000 personas y más de 20.000 mujeres fueros víctimas de abusos sexuales.

Tiene esta película, por otro lado no demasiado conocida, dos cosas que sobresalen del resto de manera poderosa. Una es buenísima, la otra realmente nefasta. Empezaré por la mala.

Lo peor que tiene la película es un horroroso casting. La mayoría de los personajes que, por supuesto, son chinos, están interpretados por actores de rostro occidental, como Walter Houston o Katharine Hepburn, lo que hace que todos ellos aparezcan con los ojos deformados de forma antinatural para que parezcan ojos asiáticos. Algo tan visible y ridículo que resulta cómico, lo cual es una losa para una obra que nos presenta un auténtico drama. Unos salen mejor parados que otros, claro, pero no se libra ni una gran actriz como la Hepburn que, seguramente molesta por esas tiranteces en sus párpados, no consigue ofrecer un trabajo a la altura de su talento, excepto esporádicamente, en las escenas finales, y ya entonces es tarde.

Por el contrario, como ya apunté en las curiosidades, todo el metraje está lleno de rostros orientales, la mayoría de ellos chinos que o bien hacen de extras o, lo peor, ¡hacen de japoneses! En serio, un auténtico despropósito.

 

¿Cuál es la parte buena de esta película entonces? Pues que está basada en un gran relato de una gran escritora, lo que hace que la película nos presente una gran historia, emotiva, llena de matices sobre la condición humana, con unos personajes consistentes, reales y llenos de humanidad, que consiguen hacernos llegar al corazón su humilde existencia y el trastorno en sus vidas que supone algo para lo que no están preparados y que no saben cómo combatir.

Los habitantes del valle en el que transcurre la historia son campesinos, gente humilde y sencilla que se sienten felices con su existencia porque, sin ser ricos, no son pobres, y la fértil tierra del valle les proporciona todo lo que necesitan y les hace tener los estómagos llenos.

Evidentemente, al estar hablando de la sociedad china y encima la sociedad rural, no os extrañéis de ver machismo rezumando por todas partes. Estamos hablando de una sociedad donde la mujer es considerada netamente inferior al hombre, que tiene que caminar unos metros tras su esposo no junto a él, que está en el mundo para cuidar la casa y a los hombres, y para traer niños al mundo. Sin embargo, ese mismo aspecto es totalmente imprescindible para evidenciar el contraste que suponen esos personajes que no se ajustan a la norma, que intentan flexibilizar las tradiciones, que ven las cosas y el mundo de otro modo. La adaptación que el guión realiza de la novela se ajusta bastante en este sentido a lo narrado por S. Buck, que era una gran conocedora de la cultura y tradición china.



Que la película se rodará en plena 2ª Guerra Mundial, cuando los Estados Unidos ya habían entrado en ella tras el bombardeo de Pearl Harbor en 1941, proporcionó la excusa perfecta para presentar a los japoneses como los malos de esta historia, sin ir muy desencaminados porque aún hoy en día se producen incidentes diplomáticos entre los dos países, ya que en algunos lugares de China no han olvidado ni por asomo lo que por allí hicieron los japoneses y cómo trataron a la gente, a la que ni siquiera consideraban eso, gente, si no menos que perros.

Cuesta un poco acostumbrarse a esos ojos deformados que ves por todas partes en los actores del reparto. De hecho, al principio no se consigue, o a mí me pasó, y te cuesta entrar en la historia porque estás distraído con esto. Pero si lo consigues, cuando uno logra abstraerse de ello, no tardas en darte cuenta de que estás a punto de ver una gran historia. Una voz en off nos relata algunas partes, de forma puntual, para avanzar en el relato, y es que es imposible condensar en el metraje de una película el maravilloso universo que nos muestra la autora en su novela que, ya de paso, aprovecho para recomendaros su lectura.

La vida de esta sencilla gente, sus relaciones familiares y de amistad, sus costumbres se nos muestran de un modo tranquilo y relajado, como su propia vida. Con la llegada de los japoneses al valle, la intensidad del drama crece de modo exponencial. Personalmente, algunas escenas que se producen en la granja de nuestra familia me pusieron el corazón en un puño, más por lo que imaginas que por lo que ves. Asistimos al cambio que se produce en varios de los componentes de esta familia y a la firmeza de convicciones que muestran otros. Se despliegan ante nuestros ojos un montón de sentimientos que todos podemos reconocer fácilmente, el dolor por la pérdida de un ser querido, la ira contra el cruel invasor, la envidia, el amor por la tierra y la familia, la venganza, la traición…

Respecto a los actores, comentar que aunque Katharine Hepburn es el nombre que sale en primer lugar en los títulos de crédito y aún siendo el suyo un personaje importantísimo en el relato, quien se lleva el gato al agua es la pareja formada por Walter Houston y Aline MacMahon, que realizan un trabajo extraordinario. Suya es la película, aunque el resto de los actores están francamente bien. ¡Lástima, de nuevo, esos ojos deformados! Aunque si os digo la verdad, cuando consigues meterte de lleno en lo que se narra, casi hasta se te olvidan los ojos rasgados. Bueno, menos los de la Hepburn, que ésos no hay manera. ¡Qué cara más rara le hacen, por dios!


Y, como corresponde a un gran relato y, a pesar de los pesares, también a una gran película, Estirpe de dragón tiene una gran final, o mejor aún, dos grandes finales, uno épico y otro emotivo.

A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.   :guiñar

14
Cine clásico y contemporáneo / Robin Hood (1973)
« en: 28 de Octubre de 2009, 01:21:25 pm »
ROBIN HOOD

¡Qué alegría, amigos! ¡Ah, qué día más feliz!


FICHA TÉCNICA

Título Original: Robin Hood
Año: 1973
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Wolfgang Reitherman
Intérpretes: Animación
Guión: Larry Clemmons
Música: George Burns
Productora:  Walt Disney Pictures
Duración: 83 minutos


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) Alguna otra carátula simpática:

2) Fue el primer largometraje animado de la productora que llegó a los cines tras la muerte de su fundador, Walt Disney en 1966. Desde su muerte los estudios entraron en una etapa de crisis creativa que en la Disney se conoce como “los años oscuros” y que parece acabó en 1989 con el triunfo en todo el mundo de La sirenita.

3) Los responsables de este primer trabajo sin Walt trataron de no experimentar demasiado y los productores intentaron “economizar” un poco para lo que “plagiaron” varias escenas de Blancanieves, o fondos de El libro de la selva, por ejemplo, a las que agregaron luego los personajes de Robin Hood.

4) A pesar de las dudas y reticencias y contra todo pronóstico, a los tres días de exhibición esta película se convirtió en la más taquillera de la historia de la Disney hasta aquel momento, recaudando 9,5 millones de dólares.

5) Aunque las críticas estuvieron bastante divididas, el público recibió muy bien la película y, a fin de cuentas, en algunas ocasiones, el público es el que manda. La producción obtuvo, incluso, una nominación al Oscar por la mejor canción, “Love”.

6) En España se vio por primera vez en cine el 5 de diciembre de 1974.

7) En 1982 Robin Hood se reestrenó en los cines de los Estados Unidos, y duplicó la taquilla que había realizado en 1973.

8) La canción “Oo-De-Lally” que canta el gallo trovador, (“¡Oh, qué día tan feliz!” en español) fue traducida a 14 idiomas.

9) No conozco al resto de actores que prestaron sus voces a los dibujos, pero me llama poderosamente la atención que al príncipe Juan lo doblara nada más y nada menos que Peter Ustinov y a la serpiente Hiss, el consejero del rey, le pusiera voz Terry Thomas.



SINOPSIS Y COMENTARIO PROPIO

El rey Ricardo Corazón de León había partido hacia Tierra Santa en las cruzadas y durante su ausencia, su hermano, Juan Sin Tierra aprovechó para usurpar el trono de Inglaterra. Explotando al máximo al pueblo con duras leyes y fuertes impuestos, la única esperanza que les quedaba a los pobres estaba puesta en Robin Hood, bandido perseguido por la autoridad e idolatrado por el pueblo como un héroe ya que, escondido con su inseparable amigo Little John en el bosque de Sherwood, su principal actividad era robar a los ricos para dárselo a los pobres.


Básicamente ésta es la historia conocida por todos de Robin Hood. Y esta película es una nueva versión del legendario héroe desde el punto de vista del reino animal y con la premisa de ser una producción para el público familiar y sobre todo infantil, por lo que está plagada de situaciones cómicas y los personajes están mucho más estereotipados, siendo los buenos muy listos y astutos, y muy buenos y los malos muy malos y, además, tontos.

Está considerada por algunos como una obra menor de la Disney. Tal vez se deba a lo apuntado como curiosidad 3). No hay que fijarse mucho para darse cuenta que el oso Little John es exactamente igual al Baloo de El libro de la selva, cambiado el color de su piel. Incluso el entrañable e inseparable compañero de Robin se marca un baile similar al de la mencionada película. También el consejero del rey Juan, la serpiente Hiss nos recuerda inevitablemente a la serpiente Ka de El libro de la selva, o los buitres que salían en dicha película están aquí representados como los guardias del sheriff, Lelo y Tiro Listo. Todos ellos convenientemente vestidos para la ocasión.

No es menos cierto que el vestuario y la estética de la película recuerdan inevitablemente a Robin de los bosques, rodada por Michael Curtiz en 1938, con Errol Flyn y Olivia de Havilland como protagonistas, que hasta ese momento era la obra más importante que se había realizado sobre el personaje. Y es que es así como todos imaginamos a Robin Hood, con el jubón verde y el sombrerito de arquero con la pluma, con la cara de Errol Flyn y ahora también con la de nuestro simpático zorro. Por cierto, que la película del 38 cuenta con un estupendo comentario del bombar en clásicos y sólo tenéis que pinchar en el título para echarle un vistazo, si queréis, como siempre que os pongo un título en color. Os pongo unas fotos para que comprobéis mi afirmación.

 

 

Bueno, pues quizá todos esos detalles sean lo que la conviertan en una obra menor de Disney, no lo sé, pero lo cierto es que a mí no me importa en absoluto porque ésta es una de mis películas favoritas de los Disney de antes de la era digital. Mi número uno es, sin la menor duda, El libro de la selva, que también puse en su día en clásicos y, después, ésta.

Y es que conducidos a través de la historia por el trovador Allan, un elegante y estilizado gallo, vamos a asistir a todo un derroche de imaginación y a un magnífico ejercicio de casting que transpone a los de sobra conocidos personajes de la obra de Walter Scott al mundo animal del dibujo animado. Y así, el hábil y astuto bandolero es un zorro, su eterna enamorada, Lady Mariam es una zorra (con perdón), el inseparable y gordo compañero de fatigas Little John es un oso pardo, los reyes son leones (me refiero a Ricardo y Juan), el malvado sheriff de Nottingham es un lobo, los guardias y demás personal del ejército son cocodrilos, elefantes, buitres y rinocerontes, etc. Pero es que no sólo el animal elegido representa perfectamente el carácter del personaje, es que ya quisieran muchos actores de carne y hueso hincarle el diente a personajes tan bien definidos y con tanto cuerpo como ese rey encarnado por un león enclenque, presumido, envidioso, ñoño y miedica o esa sibilina serpiente, astuta y taimada pero también lisonjera y aduladora como nadie, por poner sólo un par de ejemplos.

Es una película de animación tradicional, con dibujos hechos a mano, con fondos un tanto planos y estáticos sobre los que se mueven los personajes. No esperéis por tanto las maravillas digitales que se realizan hoy en día. Pero no todas las películas de animación actuales podrían presumir de tener el encanto de esta película, que cuenta con un gran guión y personajes simpáticos y entrañables a los que Disney nos tenía acostumbrados. Además, tiene acción a raudales, humor a espuertas, derrocha alegría, ingenio y colorido y es… absolutamente maravillosa.


En cuanto a la banda sonora, he de decir que está bastante bien, acompañando perfectamente la acción, el suspense o el sentimentalismo de las escenas. Y sobre las canciones, pues sí, hay canciones claro. Eso era una norma no escrita pero de obligado cumplimiento en el cine de animación de antes. Pero no son demasiadas, por fortuna y, en general, están bastante bien. Era difícil superar el listón tan alto que puso El libro de la selva, de nuevo, y habría que esperar a finales de los años 80 para que Disney volviera a tener otro bombazo comercial en este apartado, con La sirenita, que se vendió como rosquillas en todo el mundo, y revitalizó de nuevo la moda de poner canciones a punta pala en las películas de animación. De todos modos, si os soy sincero, las dos canciones que canta el gallo son bastante pegadizas y concretamente la de la cárcel, “Not in Nottingham” (“Jamás en Nottingham” en español) me gusta bastante porque acompaña a una de mis escenas favoritas, en tonos grises y azulados, que contiene un montón de detalles concentrados en unos segundos y que, emotivamente hablando, es una de las escenas más sentimentales y bonitas de la película. Fijaos en la cantidad de detalles que podemos observar en esos pobres prisioneros y, sobre todo, atentos al momento de la entrada de los mapaches a la cárcel al ritmo de la canción porque es buenísimo.

Y por último, ya sabéis, la película tiene un final feliz garantizado.


En fin, que Robin Hood será una obra menor de la animación, pero a mí me parece una gran película de aventuras que no desmerece en absoluto de las de personajes reales de todos los tiempos, que resulta jovial, amena y divertida, con personajes simpáticos y entrañables, con multitud de escenas hilarantes bien intercaladas entre los momentos dramáticos y emotivos. Me haré un viejo decrépito y seguiré disfrutando como un niño de esta joya de la animación. Y vosotr@s, si tenéis hijos pequeños, yo no dudaría en compartir un buen momento con ellos viendo esta película a su lado.

A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.   :guiñar

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Cine clásico y contemporáneo / El mundo en sus manos (1952)
« en: 26 de Octubre de 2009, 01:22:31 pm »
EL MUNDO EN SUS MANOS


FICHA TÉCNICA

Título Original: The World in His Arms
Año: 1952
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Raoul Walsh
Intérpretes: Gregory Peck, Anthony Quinn, Ann Blyth, John McIntire, Andrea King, Carl Esmond, Eugenie Leontovich
Guión: Borden Chase
Música: Frank Skinner
Fotografía: Russell Metty
Productora: Universal Pictures
Duración: 104 minutos

El director y sus tres protagonistas principales en una escena de la película


ANÉCDOTAS Y/O CURIOSIDADES

1) Otros carteles de la película:



2) El guión está basado en una novela de Rex Beach.

3) Está fue la segunda colaboración de Gregory Peck y Raoul Walsh. Un año antes ambos habían presentado una película que en España se llamó El hidalgo de los mares, de calidad bastante inferior a la que nos ocupa.


SINOPSIS Y COMENTARIO PROPIO

La historia se inicia en 1850, unos años antes de producirse la compra de Alaska por los Estados Unidos a los rusos el 30 de marzo de 1867. Esa compra es el sueño del capitán Johnathan Clark (Gregory Peck), que intenta conseguir los 10 millones de dólares que necesitaría para hacerlo. Ha fondeado su barco, la goleta “La peregrina” (Pilgrim) en la bahía de San Francisco, cargado de pieles de focas, burlando una vez más a los rusos que han puesto precio a su cabeza y lo consideran un pirata.

A Clark se le conoce como “El hombre de Boston”, aunque él en realidad es de Salem. Nada más llegar a puerto, tiene que ir a liberar a los hombres de su tripulación, que han sido… “requisados” por “El portugués”, un Anthony Quinn en uno de esos papeles pintorescos que él bordaba.

Por otro lado está la condesa rusa Marina Selanova (Ann Blyth), que necesita salir de San Francisco a toda prisa para eludir un matrimonio concertado por el propio zar con su sobrino, al que ella odia, y pretende llegar a la ciudad de Sitka, en Alaska, cuyo gobernador es su tío, para pedirle ayuda contra ese matrimonio. Uno de sus ayudante ha contratado a “el portugués”, pero como éste no tenía tripulación, tuvo que secuestrar a la de “La peregrina”, de ahí que el capitán Clark tenga que liberar a sus hombres nada más empezar la película.


Y así, a los 3-4 minutos de película asistimos a la primera pelea. Ah, claro, es que ésta es una película de acción y aventuras, ¿no? Pues no, en realidad no lo es o, al menos, no del todo.

He leído por ahí comentarios sobre esta película definiéndola como una obra maestra o como una de las mejores películas de aventuras jamás rodada. Luego ves a Peck y a Quinn con esos atuendos, al director de Murieron con las botas puestas, Raoul Walsh, al mando, al autor del guión de Horizontes lejanos, Borden Chase, en el equipo, y lees un poco de qué va y, claro, uno piensa que es de aventuras. Pues yo disiento, no estoy de acuerdo en absoluto. Gran parte de la película no tiene ninguna acción ni aventura y es, simplemente, una película romántica.

Quizá ése sea el principal problema de la película, que Walsh navega entre el género de aventuras y el romántico sin tener muy claro con cual quedarse, y así va dando tumbos del uno al otro, haciendo las transiciones un tanto bruscas, con lo que consigue que uno nunca llegue a meterse de lleno en la historia. Vamos, que podríamos decir que es una película romántica con toques de aventura, o una de aventuras con una gran parte romántica.

La banda sonora no es precisamente la principal virtud de esta película, pero cuando suena música con aires rusos a mí me gusta. Tampoco los decorados son una maravilla y en muchas escenas se nota el cartón-piedra a la legua o el fondo de pantalla delante del cual los actores realizan su trabajo. En cambio el vestuario sí que está bastante cuidado.

Los personajes son bastante arquetípicos. El lobo de mar honrado a su manera, alegre, fuerte y decidido, que siempre consigue lo que se propone a base de tenacidad que representa Peck tiene su contrapunto en el tramposo y marrullero Quinn, ladrón pero simpático. La chica es eso, la chica de la película. Y el personaje al que me parece que no se le saca todo el partido que podría tener es al del pintoresco esquimal y sus “voy-voy”, que con un poquito más de interés podría haber proporcionado secuencias mucho más divertidas. Todo el reparto está correcto, sin más, así que no esperéis grandes interpretaciones ni diálogos de leyenda.


Tal como os la estoy poniendo pudiera parecer que la película es un bodrio. No, no lo es. Es sólo que, siempre bajo mi punta de vista, a la película le falta… “algo”, no sé exactamente qué, pero ese algo que tienen otras obras que las hace grandes, que las hace únicas. Y a mí en ésta me falta ese “algo”. No obstante, también tiene un montón de cosas buenas: personajes pintorescos, amor y aventura, mensaje ecologista sobre las focas mucho antes de que Brigitte Bardot se convirtiera en la abanderada mundial del tema, y el detalle de incluir imágenes reales de un documental de lugares de cría de focas como si fuera parte de la película, con los personajes pululando por ahí. Cierto que mirando esas imágenes hoy en día “cantan” un poco, pero es que no olvidéis que la película tiene ¡casi 60 años!

Como escenas resaltaría el original pulso entre cuchillos que se marcan Peck y Quinn y, sobre todo, la carrera de las goletas en mar abierto que nos ofrece unas imágenes preciosas. Además, los momentos finales son intensos y trepidantes, como está “mandao”, que es lo que todo el mundo espera en este tipo de películas.

Como curiosidad os voy a poner un par de imágenes para que vosotros mismos juzguéis.
1)
Uno tiene el mundo en sus manos…

2)
… y el otro es el rey del mundo.

Quizá son esos comentarios exagerados sobre ella lo que le hace un flaco favor porque uno se espera mucho más y al final puede quedar decepcionado. Pero si se mira como lo que es, una de aquellas entrañables películas de antes que ya tiene más de medio siglo de antigüedad, nos encontraremos con una buena película, que no sólo tiene un título bonito si no que además está entretenida y que es una buena opción para uno de esos ratos tontos en los que no se tiene nada que hacer. Y además tiene una ventaja añadida: ¡Qué bonitas son las películas en Technicolor!

A los que os animéis a ver esta película, que la disfrutéis.   :guiñar

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