Johnny Mnemonic
(http://pics.filmaffinity.com/Johnny_Mnemonic-209415970-large.jpg)
TÍTULO ORIGINAL: Johnny Mnemonic
AÑO: 1995
DURACIÓN: 96 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Robert Longo
GUIÓN: William Gibson
PRODUCTORA: Alliance Atlantis
REPARTO: Keanu Reeves, Dolph Lungdren, Ice-T, Takeshi Kitano, Udo Kier, Dina Meyer...
Sinopsis:Corre el año 2021 y la mitad de la población sufre de una enfermedad llamada "síndrome de atenuación de los nervios". Johnny (Keanu Reeves) es un mensajero de información, una persona que lleva los datos más importantes del siglo XXI, directamente implantados en su cerebro. Su información será muy valiosa para una corporación farmaceútica.
Crítica:En la década de los 90 se estrenaron muchas películas de ciencia ficción con premisas interesantes pero que se quedaban básicamente en eso, en la premisa. A la cabeza me viene 'Hardware', la cual tenía elementos para triunfar pero se quedó a medio gas por tener una trama muy tópica. La película que nos ocupa, lejos de ser una excepción, es una más de esas. 'Johnny Mnemonic' es una película de acción del estilo "Yo contra el mundo" en un futuro desolador, pero a la que se le tiene que sumar la tecnológica propuesta que nos muestran. En una época en la que la sociedad se ve hackeada a diario, la información no está segura en los sistemas informáticos. Por ello, se han creado implantes corporales donde poder guardar la información y transportarla con total seguridad. Eso si, siempre y cuando los implantes estén implantados en mercenarios con habilidades increíbles. Ellos son el antivirus.
Gracias a esta propuesta, tenemos un inicio prometedor, al menos para pasar el rato. Es algo interesante que está explotado al máximo en el film, ya que por desgracia es la única baza con la que cuenta. El libro es un relato corto de 160 páginas que, debo imaginar, sorprendió en su día por la premisa antes mencionada y el hecho de plantear todo como una aventura lo hacía liviano. La cuestión es que en la película no funciona. La trama acaba siendo algo banal, alargándose de forma innecesaria. Esta idea podría haber funcionado mejor como mediometraje, yendo directa al grano. Aquí todo acaba siendo una película que ya hemos visto mil veces anteriormente donde no solo nos suena su desarrollo, sino también los estereotipos en forma de personajes que aparecen, lo que la acaba haciendo aburrida muy a pesar de su corta duración. La salvan de ser un desastre absoluto algunos momentos donde sale a relucir la personalidad con la que cuenta la sociedad creada por William Gibson (escritor del relato y guionista del film). Momentos que con el paso de los años han acabado siendo más casposos y divertidos que emocionantes, pero que siguen siendo memorables.
Keanu Reeves siempre mola. Lo pongas en la película que lo pongas. Sabes que es una garantía, sabes que hablaran de tu película si él sale en ella. A veces para bien ('Constantine', 'John Wick' o 'Matrix') y otras para mal. Aquí está a medio camino y es que está correcto como el
badass que supone ser pero tiene algunos momentos histrionicos propios del peor (mejor) Nicolas Cage. El resto del reparto me ha parecido lamentablemente sobreactuado salvando solo al Dolph Lungdren lapidario al que estamos acostumbrados, que se mete en la piel del mejor personaje de todos y el único con algo de carisma.
Es de esas películas malas a las que se les tiene cierto cariño. Pero sigue siendo mala. Un
4.