Sólo por los hipnóticos y bellísimos paisajes del parque de Yosemite merecería darle una oportunidad. Con un buen comienzo la sensación final es que podía haber dado algo más de sí aunque al final remonta.
Bien hecha en general y con una historia medianamente interesante aunque creo que comete el error de
Spoiler
hacernos creer demasiado pronto quién puede ser el capullo de la fiesta para confirmarlo finalmente
algo que no me ha gustado en exceso pero que, independientemente, finalmente deja un buen regusto.
Como miniserie funciona siguiendo un poco la senda de The Sinner pero sin tanta elaboración. Una investigación que llevará al agente federal Kyle Turner a buscar las respuestas para intentar esclarecer los hechos y quizás su atormentada existencia. Un Eric Bana en plenitud de facultades cuyo personaje es quien lleva el máximo peso de la historia y quizá eso también le haya pasado algo de factura a la serie por no tener demasiados compañeros que le den la réplica.
Como ya han comentado mis compañeros, los paisajes son de aúpa y aunque el uso del CGI para algunos animales es simplemente funcional lo compensa sobradamente con el entorno en el que se desarrolla la acción.
En definitiva, una buena serie para pasar un buen rato aunque no descubra la pólvora.
Un 7.