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LETYAT ZHURAVLl Cuando pasan las cigüeñas- Mikhail Kalatozov, 1957)
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"El amor, querida mía, significa un trastorno mutuo de cabezas..."
Reconozco que no soy muy de campo y que el bello mundo rural es un ecosistema que frecuento con cuentagotas, pero cuando llego a un pueblo, detecto un campanario y diviso una cigüeña, pienso para mis adentros... "Ojo... que aquí puede haber película..."
Hay un pequeño grupo de películas que nos fuerzan a hacer tabla rasa, que alteran súbita y abruptamente nuestros rankings, frágilmente consolidados durante años, y que nos obligan urgentemente a desplazar la línea que separa lo imprescindible de lo meramente aceptable. Al contemplarlas, reflexionamos acerca de lo que hemos visto hasta ese momento y de lo que no necesitamos ya ver en el porvenir; de lo que hemos consumido con cierta complacencia y de aquello que en el futuro ya no estamos dispuestos a aceptar de ninguna manera. Cuando se prueba jamón de bellota, es difícil volver al serrano... En el cine hay instantes esenciales que, aunque nos abren la mente, nos restringen para siempre el ámbito de movimiento, señalizando en rojo antiguas zonas que ya no vamos a volver a visitar porque nuestra vista ha enfocado algo revolucionario que hace que buena parte de lo pretérito ya no nos satisfaga. LETYAT ZHURAVLI, es, en mi caso particular, uno de esos puntos de ruptura a partir de los cuales las cosas dejaron, para siempre de ser como eran...
En 1957, el mismo año del estreno de LETYAT ZHURAVLI, un profesor de filosofía norteamericano llamado James L. Jarrett publicó un libro titulado THE QUEST FOR BEAUTY (La búsqueda de la belleza) cuya declaración de intenciones afirmaba su propósito de ser "Un estudio de los problemas y teorías de la estética. Una ayuda para el aprendizaje estético" el cual, por supuesto, no he leído y que no debió tener mucho predicamento en España. A pesar de la obtención de la Palma de Oro en el festival de Cannes, que fue el pasaporte para una generosa distribución internacional, el largometraje de Mikhail Kalatozov no pudo traspasar las líneas enemigas ni alcanzar el corazón del carpetovetonismo imperante en la patria nacional-católica y antisoviética de Franco, que solo abrió la mano a toro pasado para proyectar el DON QUIJOTE (1957)de Grigori Kozintsev, ya en el falso clima aperturista de 1966. Poco importa que en realidad no fueran cigüeñas (аисты / aisty), sino grullas (журавли / zhuravli). Cuando, por fin, le llegó el turno, el distribuidor ibérico no profundizó en detalles ornitológicos y si bien podía haber optado en su aleatoria traducción por los urogallos, los chotacabras, los picamaderos magallánicos, o las oropéndolas de Moctezuma, al menos no desvió mucho el tiro y, ciñéndose prudentemente a la plumífera familia de las aves zancudas y tras eludir con cautela a los correlimos gordos, a las chochas perdiz, a los zarapitos reales, a los avetorillos panamericanos y a los rascones crepitantes, decidió apostar toda su ciencia filológica a favor de nuestras queridas cigüeñas del valle del Ebro, las que vienen de París, minimizando así en lo posible lo arriesgado de su diagnóstico.
En EL VIAJE A NINGUNA PARTE (1986), el personaje de Don Arturo, interpretado por Fernando Fernán-Gómez, exclamaba, entre lágrimas de frustración, que esto del cine era una mierda, y que no tenía nada que ver con el teatro. LETYAT ZHURAVLI le otorga de lleno la razón en la segunda parte de su queja con la misma fuerza con la que se la quita en la primera. ¿Pero cómo seducir a los jóvenes espectadores de hoy en día para que se lancen a probar este tipo de cine? ¿Cómo alertarles de lo mucho que se están perdiendo si no dan el paso...?
El realizador Mikhail Kalatozov y su operador Sergei Urusevsky, magos, visionarios, poetas...Juntos alcanzaron cimas asombrosas como NEOTPRAVLENNOYE PISMO (La carta que nunca fue enviada, 1960) o YA CUBA (Soy Cuba, 1964) que junto con las CIGÜEÑAS rompieron los esquemas de gente como Martin Scorsesse o Francis Ford Coppola... Con ellos, la rígida propaganda quedó subordinada a los flexibles designios del arte. Los estilistas consumados, artífices de lo imposible, ... la belleza de Tatyana Samojlova resplandeciendo en decenas de primeros planos reservados tan solo a las superestrellas y a las diosas paganas... ¿Quién los conoce hoy en día? ¿Quién recuerda lo que lograron estos auténticos cosmonautas del cine, ... y hasta donde fueron capaces de elevar el listón de su imaginación? En la época de los likes y de la popularidad a toda costa ¿para qué a meterse en este jardín...? Pero si teneis tiempo y ganas, ...probad a ver estas películas y a sacar luego estos nombres sepultados e impronunciables en el contexto de una conversación circunstancial: eso, si preparaos a recibir a renglón seguido una severa batería de punzantes miradas reprobatorias, silencios incómodos, mudas preguntas respondidas de antemano entre risas ahogadas y suaves codazos de complicidad... ¿Qué se ha creído éste?... ¿Qué está diciendo?... ¿Quiénes son esos de los que habla...? ¿Una película soviética en blanco y negro...? ¿...de 1957...? Uuuuff... qué pereza...¿verdad...?