Los siete samurais (Shichinin no samurai, 1954)

Iniciado por Supraphon, Hoy a las 09:52:09 AM

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Supraphon


SHICHININ NO SAMURAI (Los siete samuráis – Akira Kurosawa, 1954)
https://www.filmaffinity.com/es/film168398.html 

"Un buen fuerte necesita una brecha. El enemigo debe ser atraído para que podamos atacarlo. Si solo defendemos, perdemos la guerra."

Probablemente, el mejor cortometraje de todos los tiempos: 205 minutos ...

En las grandes obras de Akira Kurosawa siempre llueve a cántaros... Llueve en RASHOMON, llueve en VIVIR, llueve en TRONO DE SANGRE, ... llueve en DERSU UZALA... Kurosawa es, quizás, junto a Frank Capra y Wong Kar Wai el cineasta que mejor ha sabido integrar el componente meteorológico de la lluvia en la dramaturgia de sus películas. La lluvia siempre se ha empleado en el cine como recurso dramático, como palanca enfática de emociones angustiosas... Douglas Sirk hace también un uso magistral de este elemento en varias escenas de THERE'S ALWAYS TOMORROW (Siempre hay un mañana -1957) especialmente en esa secuencia ejemplar en las que las gotas inclementes de una tormenta torrencial, filtradas a través de la luz de una ventana, se reflejan en el rostro de Barbara Stanwyck igual que si fueran lágrimas... El bosque, otra de las obsesiones estéticas de Kurosawa, brilla, majestuoso e inquietante, como solo ha lucido en la obra de Ingmar Bergman, de Andrej Tarkowsky, de Mikhail Kalatozov... o de Walt Disney...

En LOS SIETE SAMURIAS diluvia... La enorme escena de la batalla final, disputada bajo un aguacero bíblico, sólo puede compararse con otra lucha fílmica condicionada por los elementos climáticos extremos como fue la que transcurre sobre la superficie congelada del Lago Peipus en ALEXANDR NEVSKY (Serguei M. Eisenstein, 1938) entre los jinetes teutónicos y las tropas ortodoxas gobernadas por el príncipe de la dinastía Rúrika. La lluvia... , cortina fatal que siempre anticipa en el drama escénico tragedias y dificultades, con frecuencia irreversibles, y que opera como símbolo de profundos conflictos interiores, aparece retratada en LOS SIETE SAMURAIS como una aliada del ejército circunstancial entrenado a contra reloj por Kanbei y sus seis nobles mercenarios. Los samuráis y sus tropas se desenvuelven sobre el barro y los charcos con la misma soltura que la Real Sociedad de los años 70 en el viejo campo de Atotxa. Sus adversarios, los bandidos profesionales, cuales equipos de campanillas habituados a jugar siempre con las cartas marcadas y el árbitro a favor, sucumben ante el valor de sus contrincantes espoleados por la fé de su hinchada y el furor de la borrasca. Cada muerte, anunciada y casi inevitable, de uno de estos héroes se lamenta mucho más que la de un pariente lo suficientemente cercano como para echarle en falta y lo suficientemente lejano como para que no empiece ya a resultar molesto en vida. La conexión emocional del espectador con estos perdedores obsesionados con el honor y el cumplimiento del deber que buscan una despedida digna y venerable, tiene pocos paralelismos de igual fuerza en otros colectivos retratados por el cine (me vienen ahora a la memoria, quizás, los pilotos de ONLY ANGELS HAVE WINGS (Sólo los ángeles tienen alas -Howard Hawks, 1939), las viudas y solteras de WESTWARD THE WOMEN (Caravana de mujeres - William A. Wellman, 1951), o los prisioneros de THE GREAT ESCAPE (La gran evasión - John Sturges,1963)...)

Esta obra magna abarrotada de enseñanzas morales ( "¿De qué te sirve la barba cuando van a cortarte el cuello?" ) y valores artísticos de alcance universal, es más que una película, es un patrimonio de la humanidad... Si nos ponemos a sacar la cosas de quicio, es cierto que el taparrabos de Kikuchiyo pueda incomodar a ciertas sensibilidades textiles, pero a pesar de ello y como bien afirmaba un crítico del Boston Globe, este milagro de Akira Kurosawa: "Arrastra al espectador tan plenamente a su mundo, que la vida real puede parecer sofocante y aburrida cuando se encienden las luces".
"En el cine todo es mentira... es un truco..." (El espíritu de la colmena -Victor Erice, 1973)
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    Cinéfilos que han agradecido este tema: Soprano

Soprano

Uno de mis directores favoritos y una de sus películas más reconocidas o populares, Kurosawa era un maestro de la dirección en el sentido más amplio ya que dominaba todo tipo de registros pero a mí siempre me ha fascinado su capacidad para retratar la condición humana, hará cuatro o cinco años que vi por última vez Los Siete Samurais y cada vez me gusta más aunque no es mi preferida de su filmografía, mención especial para el incombustible Mifune que bien merece un capítulo aparte, vaya dos genios.
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