LOS ZOMBIS EVOLUCIONAN, LA SAGA NO TANTO
Después de sus escarceos con otros proyectos, Paul W.S. Anderson (que en lo único que tiene en común con el gran Paul Thomas Anderson es su nombre y su apellido) volvió ocho años después al universo Resident Evil con su mujer repartiendo estopa por 4ª vez, y en su regreso debo decir que no estuvo del todo mal, aunque la original 'Resident Evil' sigue siendo la mejor, y tiene pinta de que así se quedará aún quedando por ver el capítulo final; de la quinta entrega me extenderé en otra reseña.
Los puntos fuertes de esta película no son muchos, pero sí suficientes para no mandar esta película a que se lo coman los zombies. Los nuevos personajes parecen los adecuados para un filme como este, destacando a Kim Coates con su irritante personaje Bennett y a Wentworth Miller, recién salido de 'Prison Break', como Chris Redfield, nombre familiar en los videojuegos cuya transición a carne y hueso es llevado con acierto. Además, se respira de nuevo un ambiente opresivo y de aventuras más reconocibles sobre el material que adaptan que ayuda a que el largometraje sea más interesante.
Por otro lado, los zombies evolucionan basándose en 'Resident Evil 4', así como la aparición de otro enemigo reconocible lo que enriquece la trama.
Lo malo es que en el fondo es casi lo mismo de siempre. Es decepcionante que lo que se prometía en el final de la cinta anterior sea aquí tratado deprisa y corriendo y que el resto vaya de otra cosa; y aunque la trama general sea también atrayente no quita la sensación de engaño al público, además la evolución no es tan sustanciosa como para decir que han cambiado, sigue habiendo acción para dar y tomar y el regreso de Anderson a la dirección no influye demasiado en la inercia que arrastraba la franquicia; sin embargo, todo lo que no sea por debajo de 'Resident Evil 2: Apocalipsis' ya es un triunfo.
5.5