Creo que como dicen Wancho y Myers, mucho tiene que ver las actividades cotidianas que hacemos. Por ejemplo, y lo que mencionan, estar de repente concentrados en otras actividades de la mano de la tecnología como los juegos de plataforma, los celulares, las computadoras y demás, puede arrastrarnos a limitarnos y quizá estancarnos. Afortunadamente por un lado, en mi trabajo no es impresicindible usar equipos de computo, y el celular apenas si lo uso porque no le entiendo. No estoy en ninguna red social de ningún tipo, así que por ese lado me queda mucho tiempo libre. Veo a amigos que con el Facebbok y el Twitter se les va la vida, tanto que cuando estamos platicando o trabajando mis conversaciones son ignoradas

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Sobre lo que dice Jescri, pues sí y no. Creo que al final ya se ata uno, no porque quiera sino porque con la edad ya surgen un sinfín de responsabilidades no adquiridas. De hecho procuro no tener deudas para si en cualquier momento de la nada decido renunciar a algo, no estar con el pendiente de tener que pagar y no tener dinero. Pero también pienso un tanto en retribuir a mis padres de alguna manera aunque no lo soliciten, y lo que nunca quise, es tener una mascota (ahora dos), porque no me veía caminando de mochilazo a un lado de la carretera con un perro (la postal se ve bonita, pero implica mucho).
Admiro a la gente que puede sentarse detrás de un escritorio, o estar en una oficina encerrados. Yo no podría -no sé si el caso tuyo Jescri, pero si es así, que aguante, aunque la actitud positiva siempre es un respiro-. Recuerdo una cosa que siempre quise hacer: trabajar en un call-center, no estuve agusto hasta que entré, y como ya dentro tampoco estuve agusto, desistí. Me gustaría como Wancho trabajar en un aeropuerto -el puesto es lo de menos-, pero los exámenes no eran precisamente sencillos.
Hay actividades que ni siquiera requieren fuerza de voluntad si te gustan hacerlas Havoc, en el caso de los animales -y ya te lo dirán muchos más que aquí en el foro igual amamos a los animales-, tengo toda la voluntad del mundo porque me gusta. No importa a qué nos dediquemos y si lo que hacemos tiene mucho, poco o nada que ver con lo que estudiamos, aunque siempre será importante realizarnos en lo que hemos invertido tanto tiempo, esfuerzo o dinero. Sabemos que los tiempos no están para desaprovechar cualquier oportunidad laboral, pero siempre será primordial estar agusto y estar contento. Está claro que el trabajo no es de a gratis, pero cuando te gusta lo que haces, ni siquiera trabajo será, y el dinero se sentira gratuito.
Quizá divago, pero a fin de cuentas no nos queda más que echarle los kilos y tratar y ser los mejores en lo que hacemos. Y ya chole con mi choro, así que bye.