Seré sincero, la primera escena no me gustó... sí, la de la llamada telefónica. Cierto, es una especie de guiño a la conversación de Han en el episodio IV cuando habla sobre un escape muy peligroso, pero en esta ocasión creí que se comenzaba a ridiculizar de una forma increíble al personaje de Hux, y me pareció un error de inicio.
Sin embargo, es algo que la propia escena arregla después. Al final queda claro el primer conflicto de la película con Leia mirando la pantalla de bajas al recibir la noticia, aliviada, de que el acorazado había caído: Poe es un líder, pero es un líder que basa sus victorias en el todo o nada, en que los medios no importan pero sí el fin. Y eso es lo que no necesita la Resistencia en ese momento, por eso me parece una gran idea presentar a un personaje nuevo que no conocen ni el público ni Poe para sembrar esa desconfianza tanto en el personaje como en el espectador (
Holdo, Laura Dern), y que toda esa trama ayude a evolucionar al personaje de Poe en un líder cauto que entienda la lucha de huir hoy para combatir otro día.
La siguiente presentación es la de Luke, y el primer visionado me chocó, tal vez por ese toque cómico al cortar la música y tirar el sable con tanta desgana, pero tras verla de nuevo pensé que no podía ser más coherente con el personaje. Luke siempre ha sido alguien de fortaleza mental. Ni si quiera el Emperador y Vader pudieron seducirle para que se pasara al Lado Oscuro. En cambio, lo que hizo fue derrotar a su padre en un acto que casi le consume e instantes después recapacitar, verse a sí mismo convertido en Vader y tirar el sable. Su batalla ya había sido librada y había vencido al Emperador, eso es lo que enfada a Palpatine, que Luke venza si recurrir a la violencia.
El sable de luz simboliza todo ello para él y me parece que volverlo a lanzar, aunque sea con otras intenciones, es un buen guiño al personaje y sienta las bases de su evolución, que me parece magnífica y el mejor papel de Luke en las películas. Luke ha sido vencido. Un personaje incapaz de verse derrotado moralmente ante cientos de obstáculos en las originales resulta que aquí está vencido... ¿por qué? Porque, tal y como narran los flashbacks, fracasa al encender el sable -aunque solo sea un momento- y eso siembra la semilla de que, realmente, el peligroso es él y, por consecuencia, los jedi.

La trama de Finn también me gusta, aunque por ritmo es la que más objeciones podría atraer. Finn fue presentado como un personaje sin identidad en la primera película, y pocas horas después vemos que su único objetivo es encontrar a Rey... es decir, es dependiente de alguien y su identidad sigue siendo nula. Poco a poco hemos visto como adquiere un nombre e incluso una reputación de héroe (de la que él reniega, aunque le gusta en parte), pero él no siente para nada que deba luchar contra la Primera Orden. Así, toda esa trama sirve para darle una identidad de Rebelde. Para empezar lo colocan al lado de un personaje completamente nuevo que acaba de perder a su hermana por destruir un simple acorazado, alguien que siente la lucha y sus ideales son fuertes. Viajan a un mundo Casino en el que cometen el error de verbalizar demasiado esa crítica (cuando hablan en el balcón sobre la guerra) pero en el que queda claro que Finn no siente esa lucha -se emboba con las mesas de juego y repite varias veces que ese lugar es genial-. También introducen un personaje que le hará retroceder en eso de convertirse en un rebelde,
DJ (
don't join) interpretado por Del Toro, vestido completamente de gris (simbología clarísima) y haciéndose rico a costa de traiciones y robos, y de no luchar por nadie -aunque favorezca a la Primera Orden-. Esa traición será la que marque el devenir de Finn... esa clara visualización de estar apunto de morir porque alguien que no se une a ninguno de los dos bandos va a favorecer al bando más rico -lo que implica, sin lugar a dudas, tomar partido-. Así Finn se convierte en escoria rebelde.
Y dejo lo mejor para el final:
Rey y, sobretodo,
Kylo Ren. La primera es otro personaje con una falta de identidad tremenda. Es huérfana y superviviente y toda la vida lleva esperando a que vuelvan sus padres y le den esa identidad. Por eso la decisión que decirle que sus padres son dos borrachos que no son nadie me parece acertadísima (lástima de la última película). Kylo, en cambio, es un niño con mucha identidad y eso le sobrepasa. Tiene un legado al que no llega a estar a la altura, y eso lo convierte en un chico -porque incluso su rostro de crío es apropósito- inseguro y manipulable, lo que lo convierte en imprevisible. Es una bomba de relojería, por eso tiene achaques de rabia -destruir ese casco que le quita identidad pero le permite ser imponente me parece muy simbólico-. Además me parece asombrosa la técnica nueva que introduce Rian Johnson al comunicarse entre ellos. Es una clara evolución a la forma que tienen Luke y Leia, o Luke y Vader en la que por montaje había una transición casi imperceptible a la hora de hablar a quilómetros de distancia. En esta ocasión se nos planta a uno de los personajes en el escenario del otro, con la iluminación del otro, e incluso algunos elementos del escenario del otro: el agua de las olas en las manos de Kylo. Pero el climax me parece la escena íntima y maravillosamente rodada en la que ambos personajes tocan la yema de sus dedos, estableciendo una conexión enorme y humanizándolos a más no poder -sobretodo a Kylo- mientras que Luke, en un plano central, es un obstáculo para ellos.

La película tiene una personalidad arrolladora e introduce conceptos nuevos -como practicamente cualquier película de Star Wars-. Los personajes antiguos se mantienen a buen nivel (Leia) o mejoran (Luke), mientras que los nuevos se ponen a la altura de los clásicos. Además a nivel de guión es la primera de la saga en dividirse en cuatro actos, lo que es arriesgado y potente, e introduce así varios climax alrededor de los dos últimos (la muerte de Snoke, el salto al hiperespacio de Holdo y el duelo de Luke vs Kylo). Además termina de una forma muy esperanzadora a pesar de la muerte de Luke -preciosa, por cierto, y acorde con un personaje que se redime de sus errores- al poder ver como esa chispa de la que no paran de hablar en la película ya prende con los niños jugando a recrear la hazaña de Luke.