EL IRLANDÉS/THE IRISHMAN
SINOPSIS: La historia se centra en el asesino a sueldo Frank Sheeran, conocido como el irlandés (interpretado por Robert De Niro), quien en su lecho de muerte alegó haber cometido el asesinato no resuelto del líder sindical estadounidense, Jimmy Hoffa, por orden del jefe mafioso Russell Bufalino.
COMO LOS VIEJOS TIEMPOSHay amistades que duran un tiempo y acaban y hay otras que duran para siempre. Dentro de estas amistades eternas, las hay que influyen también a multitud de gente, como es el caso de Martin Scorsese, Robert De Niro, Joe Pesci y Harvey Keitel. Estos cuatro nombres durante más de cuatro décadas ayudaron a que el cine estadounidense alcanzase, a veces, un nivel casi de matrícula de honor. Se echaba bastante de menos que no cruzasen sus caminos en bastantes años (De Niro y Pesci desde 'Casino' y con Keitel desde 'La última tentación de Cristo).
Aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid, por fin se han vuelto a reunir en el que quizás sea la última vez que veamos a esta pandilla junta, y duele hasta escribirlo, pero el tiempo pasa para todos. Por lo menos, este es el posible testamento de un legado que no se olvidará por décadas. Entre ellos, yo.
La historia de Frank Sheeran y Jimmy Hoffa es lo que ha llevado a los cuatro a trabajar juntos de nuevo. Para quien sepa lo básico de este suceso sabrá que es como contar el final de 'Titanic', no hay sorpresas; efectivamente, no hay sorpresas ni en la forma en la que Scorsese y compañía han abordado el relato. Cuando uno ve una cinta de Martin Scorsese siempre espera lo mejor, y cuando se reúne con De Niro, Pesci y Keitel y (es increíble que no trabajasen nunca antes) Al Pacino la cosa solo podría mejorar. Lo hace.
Quienes hayan visto los trabajos más famosos de Scorsese como 'Taxi driver', 'Uno de los nuestros' o 'Casino' reconocerán el estilo en un suspiro, realmente el realizador no arriesga ni un poco en la forma de contar esta película, sin embargo lo bueno está en que es tan bueno que sin arriesgarse acierta de pleno. No ha tenido miedo en narrar lo que quería en más de tres horas ni en usar sus viejos trucos y le ha salido una película compacta y con calidad en los cuatro costados. No voy a mentir y decir que pasa volando, porque a veces se nota; aún así, no se nota demasiado.
Cuando uno sigue la carrera de Robert De Niro y sabe que vuelve a trabajar con Scorsese solo cabe pensar "con Scorsese volverá a salirle un gran trabajo, como ha hecho casi siempre". Bien, realmente es en parte así. El talento de De Niro nunca se fue solo que eligió salir en cintas mediocres por no sé exactamente que (sin) razón y cuando tiene un buen material, sigue siendo el mismo que encandiló al público. La cosa es que aquí quienes roban la escena son Pesci y Pacino, con papeles con bastante espacio para lucirse y así lo hacen. Pesci hasta parece que no se esfuerza y Pacino no sobrepasa el histrionismo, por mucho que no era difícil caer, y hace suyo su encarnación de Hoffa. Eché de menos algo más de Harvey Keitel, uno de los antiguos colaboradores de Martin Scorsese creo que está bastante desaprovechado y sentí un poco de pena porque es de mis secundarios de lujo favoritos.
No estoy de acuerdo en que es la mejor cinta de Scorsese como se ha dicho, porque, para mí, ese honor lo tienen 'Uno de los nuestros' y 'Toro salvaje'. No me llena tanto como otras producciones suyas porque durante todo el metraje no deja de recorrer un pensamiento de "esto ya lo he visto" y el filme quizás dura un pelín de más. En este caso en particular no es incompatible con que no solo es buena, sino uno de los mejores filmes que he visto en este 2019 que está llegando al tiempo de descuento. Un filme hecho a la vieja usanza, cuyo método nunca pasa de moda.
La frase de "los viejos rockeros nunca mueren" toma aquí un significado bastante certero. Aconsejo ir preparando el cuerpo por si esta pudiese ser la última vez que veamos a tales monstruos del cine juntos. Y guarden, si pueden, sus películas como oro en paño.
8.5