Un pedacito de cielo (A little bit of heaven)

Iniciado por ÁngelNeg, 14 de Octubre de 2011, 08:27:57 AM

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ÁngelNeg

UN PEDACITO DE CIELO


Nada no es sinónimo de cielo

En el 2004, Nicole Kasell había conseguido un trabajo delicado y bien cuidado acerca de la pederastia en la cinta Un crimen inconfesable (The woodsman), un trabajo que le valió el reconocimiento para una joven novata que se arriesgaba con este penetrante drama que a la vez mostraba cierta limitante para no herir susceptibilidades o no ser demasiado explícita.

Entonces pues, resulta raro que su siguiente cinta no sea igual de provocativa o interesante y que quede muy lejos de ser un ejercicio constante, medido y articulado que vaya más allá de un simple drama romántico ajenjo. Un pedacito de cielo (A little bit of heaven, EUA-2011) no está tan cerca de ser una película buena, como sí lo está de ser una muy mala; por su falta de enfoque, determinación y por su extrema insipidez.

Es bastante obvio en el guión de Gren Wells, las buenas intenciones para provocar en el espectador dosis de drama al por mayor ya que la trama lo permite al contarnos la historia de una mujer que padece una enfermedad terminal y que se enamora de su médico. Marley (Kate Hudson) es una mujer joven que descubre que se está muriendo de cáncer, pero cuando de forma inesperada se enamora de su médico (Gael García Bernal), entonces aquí, la amenaza de caer en el amor es más aterradora que la muerte.


A partir de un irremediable final -que no es necesario terminar la película para saber qué es lo que pasará-, la historia es cruelmente sobajada al melodrama más repetitivo de un personaje que se muestra tan indiferente hacia la muerte como tan temerosa de las misma en el mismo momento. Es sólo que con la frialdad con la que el guión retrata al personaje, también la desprovee de carisma y hasta compasión para el público espectador.

Pero eso no es todo. La comparsa histriónica que se supone llevaría o haría el camino del personaje principal por momentos más dulces momentáneamente hablando, dotando a la historia de vida y hasta cierto tipo de esperanza, no funciona. Gael García Bernal no pudo haber sido más que la peor opción de casting; no es mal actor, pero sin embargo tiene bastantes limitaciones en el cine anglosajón que van desde su pronunciación y que no lo podemos cuadrar visualmente en historias de este tipo.

Está por demás mencionar que no existe química en la pareja formada, y que ni siquiera se ven bien juntos en pantalla. Uno no logra creerse nada de lo que está pasando y no queda más remedio que desviar la mirada hacia otros puntos de enfoque, y no es Whoopi Goldberg ciertamente, sino la siempre pulcra presencia actoral de Kathy Bates quien tiene las mejores partes de la cinta; y quizá un tanto la agradable presencia de Lucy Punch. Kasell fracasa en este segundo intento al entregar un ejercicio sin firma, demasiado lineal para poder ser aceptable. En esta misma historia, haber dado un giro por la relación madre e hija hubiera arrojado mejores resultados. Mientras tanto, sólo se queda en un pedacito de película que no está ni cerca de alcanzar altura.
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