¿Has cogido el champú? Sí, cariño. ¿Cepillos de dientes? Están dentro. ¿Cámara de fotos? Si, aquí la llevo. ¿Las entradas del parque? ... hmmm ... espera... ... ... vale, ya está, aquí las tengo. Bien, carguemos las maletas llenas de ganas diversión en el coche y... ¡Pongamos rumbo a Walley World!

Antes de llegar, es interesante –que no imprescindible- saber que 'Vacaciones', no es ni una “nueva” película ni una primera parte de una nueva franquicia, si no, que es otro título que se suma a la fórmula que tan bien parece funcionar en el modelo de hollywood actual: Una secuela (Quinta parte) disfrazada de Reboot. Las andaduras de los Griswold empezaron en 1983 con 'Las locas vacaciones de una familia americana' para continuar con 'Las vacaciones europeas de una chiflada familia americana' (1985) –Dónde por algún motivo que desconozco, cambiaron ligeramente su apellido por los Griswald (¿?)-, '¡Socorro, ya es Navidad!' (1989) y 'Vacaciones en Las Vegas' (1997). Alguno de los títulos les debe de sonar seguro...ni que sea, tal vez, de haber "pillado" de casualidad alguna de sus emisiones en televisión. Aunque forman parte de una misma “saga”, éstas películas son lo suficientemente independientes cómo para disfrutar de cualquiera de ellas por separado sin necesidad de haber visto las otras, pero que, si integran pequeños guiños o referencias entre ellas que pueden enriquecer ligeramente la experiencia del visionado, al igual que ocurre en ésta última entrega.

Tan conscientes de lo que son y de dónde parten, que en los primeros minutos de la cinta se permiten una auto-referencia para dejarlo bien claro; “Parece lo mismo, pero será diferente” comenta uno de los protagonistas, con total y absoluto acierto. Porque si algo tiene realmente bueno éstas 'Vacaciones', es saber recoger lo bueno de aquellos títulos y traerlo de vuelta a éste presente 2015 con una puesta al día en formato y, además, elevarlo un peldaño más arriba en cuanto a locura se refiere. ¿Significa esto que es más divertida que alguna de las anteriores? A lo que, mejor responder con otra pregunta ¿Se trata acaso de una competición para ver quién lo hace mejor? ¿Se ha tratado alguna vez? Rotundamente no. Nunca lo ha sido y nunca lo ha pretendido ser. Se trata, simple y llanamente, de volver a divertir(se). Así que, centrémonos en la que nos ocupa ahora, y dejémonos llevar por dónde sopla el buen humor.

El que para entonces fuere el hijo/hermano pequeño de la familia, Rusty (Ed Helms, conocido por su también desafortunado personaje en la saga 'Resacón') toma con acierto el relevo espiritual de lo que fue Chevy Chase en los 80, para embarcar junto a su mujer Debbie (Christina Applegate) y sus dos hijos, James y Kevin (Skyler Gisondo y Steele Steebins, respectivamente) para que, siguiendo los -desastrosos- pasos de su padre en su niñez, disfrutar –o al menos, intentarlo- de un viaje vacacional acompañado de su familia con la mejor de las intenciones. Pero qué, cómo bien ya todos sabemos y no podía ser de otra manera, esos pasos les conducirán inevitablemente hasta a las peores y más desafortunadas paradas en un viaje en el que, si algo puede salir mal… saldrá peor.

Y se suele decir en éstos casos: lo importante no es el destino, si no el viaje. Una afirmación que los responsables de la cinta tienen tan presentes que añaden uno de los mejores aciertos de la cinta: el 'Prancer', una locura de coche Albanés de última tecnología escogido por el entusiasta cabeza de familia para recorrer los 4.000 kilómetros que les separan de su destino. Un buen añadido que, aunque no se puede considerar un elemento protagonista, si ayuda a que el viaje nunca caiga en punto muerto, teniendo siempre una carta bajo la manga con la que poder jugar y añadir ésta loca baraja, a la que se le sumarán todas las disparatadas, absurdas y hasta soeces situaciones o conversaciones por las que irán pasando, quieran o no, los protagonistas... sin que puedan bajar la guardia.

Así pues, 'Vacaciones' se (re)presenta como una correcta, directa y divertida comedia americana de corte actual, siendo éste, seguramente, su mejor y peor acierto, convirtiéndola en una película tan disfrutable cómo –seguramente- olvidable… pero siendo lo suficiente ingeniosa (O absurda, no lo sé, en términos de humor ¿Qué diferencia hay?) cómo para mantenernos, como mínimo, alegres y sonrientes durante todo el viaje y, una vez llegados al final, llegar a preguntarnos: ¿A dónde vamos la próxima vez?

Nota: 6.75

Por Alex Martín Fernández
@fenometrix