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El amor según Sitges

Vía El Séptimo Arte por 07 de octubre de 2009
Llevamos ya seis días deambulando por Sitges... por sus calles, pero sobretodo por sus salas de cine. Justo cuando llegamos al ecuador de esta travesía cinéfila, parece que la temática amorosa ha aparecido en el certamen. Pero en esta cita puede que el amor mostrado no se corresponda del todo con la acepción más clásica de la palabra.

Así lo ha demostrado 'The Hurt Locker', de Kathryn Bigelow. En este caso hay amor -u obsesión- hacia esa “droga” llamada guerra. Localizada en el aterrador escenario de la guerra de Irak, la historia trata sobre una unidad especial del ejército americano, especializada en la desactivación de bombas. No vamos a descubrir ahora el talento de la directora por las películas de acción, pero aquí lleva sus aptitudes a otro nivel. ¿Saben que a veces hay determinadas escenas por las que merece la pena ver una película entera? 'The Hurt Locker' es uno de esos casos. El artilugio detonado por un teléfono móvil, el coche en la sede de la ONU, el duelo de francotiradores... todos ellos momentos espectaculares, no sólo por la pirotecnia empleada, sino también por la tensión que sabe imprimir Bigelow al campo de batalla. La lástima es que cuando se dejan las armas de lado, el relato pierde fuerza, y se sostiene exclusivamente por el desconcertante encanto del Sargento William James, un pobre diablo adicto al subidón adenalínico que sólo le puede proporcionar el disparar su arma de fuego o el desactivar bombas. Ni el acertado tono hiperrealista -flirteando con el documental-, ni los cameos de lujo consiguen que se borre la sensación de que estamos ante un filme que cristaliza demasiadas pocas de las buenas palpitaciones mostradas al principio.

A continuación, la Sección Oficial Fantàstic en Competición ha mostrado otra de sus proposiciones: 'TiMER'de la debutante Jac Schaeffer. En la película, la también guionista trata de poner solución a uno de los eternos rompecabezas del ser humano: “¿Y si supiera seguro de quién me voy a enamorar para siempre?” Así las cosas, el TiMER es un aparato implantado en la muñeca que, a través de una cuenta atrás, indica con total exactitud el momento en que uno va a conocer al amor de su vida. ¿Comedia romántica? No exactamente. En palabras de la propia directora, se trata de un híbrido entre comedia romántica y ciencia-ficción. De modo que el elemento fantástico es el principal atractivo de una cinta que, con la excusa del relojito de marras, reflexiona sobre la esencia del amor, así como sobre el destino. El otro gran argumento para concederle la oportunidad a esta atípica propuesta es el guión firmado por Schaeffer. Mostrando desparpajo indie y frescura en los diálogos (en este aspecto, hay momentos que parecen directamente sacados del cerebro de la cada vez más influyente Diablo Cody), el resultado se ha visto reflejado en las risas y aplausos de un público encantado de seguirle el juego a la cineasta californiana. A pesar de ello, la historia se va perdiendo poco a poco en algún que otro lugar común romanticón. Eso sí, ahí queda el esfuerzo por aportar algo nuevo a este castigadísimo género.

Seguimos con la temática amorosa... otra vez desde una perspectiva inusual. ¿Puede alguien enamorarse de la figura amenazante en una monster movie? Alrededor de esta pregunta gira 'Splice', nuevo largometraje del director de 'Cube', Vincenzo Natali (otro rey de Sitges). Antes del pase, el realizador canadiense sintetizó sus intenciones para con el proyecto: “Quería rodar una película cuyo monstruo fuera un personaje más, no simplemente algo de lo que hay que huir.” En este sentido, objetivo alcanzado. Dren es una criatura nueva, no sólo desde el punto de vista estético, sino también psicológico. En efecto, Natali podrá presumir que ha engendrado un ser que. por enigmático y perverso, pasará a ocupar un sitio -tampoco demasiado privilegiado- en el imaginario colectivo. Tantos esfuerzos ha puesto en Dren que todo lo demás cae en el olvido. La historia avanza a trompicones y de forma increíble e ingenua; descartando a la pareja protagonista (encarnada por Adrien Brody y Sarah Polley, que no se creen jamás a esos dos entregados bioquímicos), todos los personajes parecen estar sólo para adornar. A ello le sumamos un final precipitado y con apertura para posibles secuelas, y encontramos que este film, mezcla de 'Mimic' y 'Species' , que contaba con muchas bazas para dejar huella (la ya comentada Dren, esas escenas morbosas incomodísimas... pero a la vez desaprovechadas), ha terminado en un producto simplemente entretenido, pero sin mayor trascendencia.

Amor no, pero sí mucha curiosidad me despertaba la tormentosa relación entre Abel Ferrara y Werner Herzog a raíz de 'Teniente corrupto' (2009), filmada por el segundo. Pero lo que son esos festivales maratonianos... que si agobios por un programa colapsado aquí, que si empanadas mentales allá... y he acabado en una película cuyo argumento me ha dado tiempo a leer justo antes de que se apagaran las luces de la sala. Se trata de 'Cropsey', un documental cuyo protagonista coincidiría a la perfección con la clásica imagen del hombre del saco. Estamos en la neoyorquina Staten Island, lugar donde los padres asustaban a sus hijos con las historias de Cropsey, un enfermo mental fugado del centro psiquiátrico de Willowbrook. El verdadero terror en este documental es que nos muestra lo extremadamente delgada que puede ser a veces la línea que divide la ficción de la realidad. Lo que eran leyendas urbanas, cobraron vida propia en la década de los ochenta cuando cinco niños desaparecieron. Y desgraciadamente, ahí va otro imponente punto de partida desaprovechado. Me aterrorizo al ver las imágenes de aquel vertedero humano llamado Willowbrook; me recorren escalofríos con la historia verdadera de esas aberraciones aún sin esclarecer del todo; me apasiona la forma en que una leyenda va tomando cuerpo... pero aborrezco el formato de sobremesa que se le ha dado a un conjunto algo repetitivo, que se centra demasiado en aspectos que requerían mucha menos atención. Por lo menos, 'Cropsey' es un excelente ejemplo de que los documentales también pueden estimular los miedos más viscerales.

Mañana más.

por Víctor Esquirol Molinas

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Comentarios

  • Avatar de reporter
    reporter 13 de Octubre de 2009, 09:17:37 PM
    Claro q sí. Ya sea en festivales o no... HAY QUE HACER una qdada septimoartera YA :si.
  • Avatar de ~&#931;DU~
    ~ΣDU~ 14 de Octubre de 2009, 12:09:27 AM
    Cita de: reporter en 13 de Octubre de 2009, 09:17:37 PM
    Claro q sí. Ya sea en festivales o no... HAY QUE HACER una qdada septimoartera YA :si.

    Jaja, hace mucho lo hablamos tú y yo xD y sería épico la verdad :obacion

    Además, con mi hermano y Erendil... corte ninguno :poss
  • Avatar de El Nota
    El Nota 14 de Octubre de 2009, 08:46:27 PM
    Estáis todos invitados a Mazorca City.
  • Avatar de reporter
    reporter 14 de Octubre de 2009, 09:02:16 PM
    Cita de: El Nota en 14 de Octubre de 2009, 08:46:27 PMEstáis todos invitados a Mazorca City.

    No me lo digas dos veces eh, q como buen catalán q soy, puedo sacar mi faceta gorrona :D..
  • Avatar de El Nota
    El Nota 14 de Octubre de 2009, 10:12:52 PM
    Mi casa es tu casa, eso sí, a dormir con el perro. xD