Crítica a
Parcialmente nublado, el corto que le antecede.
Upsss! El helio se acabaOtro año que pasa, otra película de
Pixar que llega. Ya todo está dejando de ser novedad, y la calidad yace apenas superada entrega tras entrega. A
Pixar ya no le podemos pedir mejores
CGI, ni mejor entretenimiento… esos aspectos los tienen logrados con creces, pero si en el lapso de algunos años no nos han sorprendido con nada que no les augurásemos, lo prudente sería esperar otra visión edulcorada y fastuosa como la anterior. Para defecto de males, la comparación con la anterior en este caso, es nuestro único termómetro para definir si las cosas están igual o mejor que antes. La otra opción es peor que antes, y en
Up: Una aventura de altura (
Up, EUA-2009) esto está comprobado. En el entendimiento, de que la visión no lo es todo y a esto hay que sumar la cohesión de lo mostrado con lo narrado, tenemos desde luego una cojera en el rubro del guión, que hace que esta nueva aventura no sea mala, sino que nos deja flotando; flotando cual globo inflado de helio… pero de un helio que se acaba.
Encontramos en esta ocasión, un mensaje preciso que se ve avalado por la aventura dimensional. Este mensaje es desde luego, todos y cada uno de los elementos narrativo-visuales que se refieren a la etapa de la senectud, y como parte de la mirada, y de la contemplación del espectador, la cinta nos fija claro el lugar que se le da hoy día a las personas de la tercera edad. Claro está, ese es un mensaje inmerso, pero la mayor parte es evidente en la historia.
Up: Una aventura de altura, cuenta la historia del vendedor de globos,
Carl Fredricksen quien a los 78 años realiza el sueño que como pareja se había forjado con su esposa
Ellie ya fallecida, tener una casa en una de las montañas de Sudamérica. Pero lo que decide, es llevarse también su casa; donde descubrirá, demasiado tarde, que
Russell, un niño guía explorador que desborda entusiasmo y que por error se sumó al viaje.
Son entonces temas como la soledad, la tolerancia y el respeto los que los realizadores dejan en la pantalla para asimilación de la realidad, al tiempo que logran entretener –ambas cosas de manera intencional-, creando una cinta que si bien no es lo mejor que se les ha visto en mucho tiempo, pues no adolece de grandes errores en general, pero su formulación resulta exagerada e infantil. Ahora bien, que si la película no vale la pena por completo, esa primera parte de la cinta es excepcional, ese montaje en el que transcurre la vida del pequeño Carl y la pequeña Ellie, hasta que se casan y envejecen, es sublime, nostálgica, deprimente, para llorar si así se desea. Hay profundidad en esa parte, y se necesitaría ser insensible para no emocionarse. Si le sumamos que no hay palabras… entonces esto sería mucho más difícil, y queda completamente logrado.
Up: Una aventura de altura es un regocijo para los ojos, una aventura extravagante que raya en lo ilógico, pero que no busca dar explicaciones, sino fijarse firmemente sobre la base de la imaginación del público al que va dirigida. Entonces al público infantil puede que no le importe, pero quizá pueda preguntárselo. Desde luego la cuestión de los globos está más que obviada, y juzgarla por ese detalle primordial, sería absurdo. Conforme va avanzando, y hasta al final, esta serie de elementos fortuitos para la trama al tirar de ellos para poder avanzar, se van haciendo cada vez más constantes y cada vez más risibles. Tener una cinta de
Pixar en puerta, no limita a que los adultos no estén ansiosos por verla, y cuando esto ocurra, todos esos detalles constantes y risibles, evidenciarán los fallos que se acometen sin ningún pretexto particular.
Lamentablemente no todo sobresale… conforme más se aleja de su inicio prometedor falla cada vez más y más. No sabemos a dónde se ha ido toda esa parte melodramática con el paso a la exorbitante aventura. O tenía que ser lo uno o lo otro, pero no se dieron tiempo de conjuntar ambas cosas. La segunda parte de la cinta es muy pesada, infantil, e irreal. Fuera de
Carl,
Russell, y
Ellie, todos los demás personajes estorban. Y con cada uno que aparece, o los globos ya no aguantan el peso, o el helio se les está escapando de a poco y de a poco. Hasta que se desploma.