
No es la primera ocasión que existen discordias en torno a la ceremonia de entrega del
Ariel, otorgado por la
Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas, y que se realizó apenas este martes. En esta ceremonia
Arráncame la vida, sólo obtuvo 5 nominaciones que no incluían las categorías principales, siendo que esta misma cinta nos representó en busca de una nominación para los premios
Oscar. Por el contrario Desierto adentro, resultó con 11 candidaturas, pero que no incluían las dos principales. Documentales compitiendo con ficción para la mejor película y algunas otras discordancias se hicieron evidentes este año por parte de la
Academia, que esta conformada por tan sólo 25 miembros activos.
El gremio cinematográfico en algunos casos se ha puesto en contra de la
Academia; como el caso de Arturo Ripstein que desde hace casi 10 años, no permite que sus cintas sean inscritas al
Ariel. De igual forma, al no ser tomadas en cuenta para la contienda por el
Oscar, los productores de
Y tu mamá también; y
El espinazo del diablo, declinaron la invitación para aparecer en sus ternas.
Malayerba por ejemplo dejó la entrega de lado cuando a Javier Patrón Fox -productor de
Mezcal-, no se le dejó votar un año después cuando estaba nominada su película
Fuera del cielo. Con pocas ternas, el actor Damián Alcázar sugirió que se crearan nuevas para reconocer a los nuevos valores, cosa que no ocurrió.
Y este año, Daniel Giménez Cacho se suma a la lista de inconformidad en plena ceremonia 51 de los premios
Ariel, solicitando que la
Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (
AMACC) se convierta "
en una institución más plural, incluyente y democrática, acorde a los nuevos tiempos del cine nacional". Con ello por delante, y antes de anunciar los ganadores en la terna que le tocó presentar, a nombre de varios cineastas solicitó revisar y proponer en conjunto nuevos lineamientos, para el funcionamiento de la institución, basados en las experiencias de otros países y academias. Sin duda un comentario bastante certero sobre lo que ocurre con la
AMACC, en palabras de uno de los mejores actores del país y que brindó una de las actuaciones más relevantes de este año pasado y que sin embargo ni siquiera fue nominado. La decisión está en manos del presidente de la
Academia, Pedro Armendáriz Jr.