RIDERS
SINOPSIS: Slim, Otis, Frank y Alex forman una banda de atracadores profesionales de bancos cuya especialidad son sus espectaculares escapadas. Desaparecen entre la multitud, mezclándose con los corredores de una maratón de patinaje, o asaltando un furgón blindado, gracias a su habilidad para los deportes de riesgo: patinaje en línea, caída libre...No hay límites en sus escapadas. Slim, el cerebro del grupo, idea un atraco final, que les permitirá hacer cinco robos en cinco días consecutivos, y con los que obtendrán 20 millones de dólares. Pero esta vez la policía pone todos sus recursos con tal de atraparlos, y junto con unos matones contratados, interesados en su botín, complican el plan.
NO DEL TODO SOBRE RUEDAS
El director parisino Gérard Pirès venía de un éxito como fue 'Taxi Express' con el mítico taxi Peugeot 406 tuneado hasta la trancas y su siguiente filme fue también de policías y ladrones, pero sin el carisma ni el nivel del filme de 1998, a pesar de que había actores internacionales como Stephen Dorff dando vida a un ladrón o una Natasha Henstridge como detective de policía que está para ponerle un piso y así se aprovecha aquí.
Henstridge y Dorff son actores que han conocido tiempos mejores (si bien este último de vez en cuando aún asoma la patita en la relevancia), así como Bruce Payne; lo que no quita que no son actores realmente peores que beber amoníaco y cumplen con sus respectivos papeles para el bien de este largometraje de atracos. Más la actuación como secundario de lujo de Steven Berkoff como parroquiano alejado del camino de Dios.
Sin ser un producto más allá del puro entretenimiento, sí que tiene algunas cosas por las que no merece caer bajo un aplastante suspenso y sí darle el aprobado raspado como es el ya mencionado reparto, quienes cumplen sobradamente con el expediente, así como un guion que guarda algún as bajo la manga, aunque no llega a sorprender del todo. Sí que echo en falta que hubieran recurrido más a lo de los patines, que parece su forma de atracar y, sin embargo, solo se ve durante el tramo inicial.
Algunas secuencias de acción como algunas persecuciones tampoco son para sacarse los ojos y entre unas cosas y otras se queda un producto que es así: no merece despellejarlo sin miramientos, mas tampoco darle más elogios de los que merece. Evidentemente, hay más opciones y mejores que esta para pasar el rato. Eso sí, para matar el tiempo es una elección de la que no pienso que se vayan a arrepentir teniendo, además, una duración adecuada de poco más de hora y veinte y pocos minutos, contando créditos finales.
Spoiler
Obsceno la escena del bar entre Henstridge y Dorff que pretende imitar a 'Heat', es una referencia que le queda muuuy grande.
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