'Astérix y Obélix al servicio de su majestad': Licencia para aburrir
En el momento de su máximo esplendor, el imperio romano se extendía a lo largo y ancho del mundo conocido. En sus territorios nunca pudo llegar a decirse aquello de que jamás se ponía el sol, básicamente por la troglodítica concepción del planeta que se tenía en aquel entonces, y también porque aparentemente el mapamundi ya no daba más de sí. En este sentido,...




