Onanismo no-ficcionado
Estar en un entorno tranquilo en el que nada ni nadie vaya a molestarnos. Controlar el grado de luminosidad hasta alcanzar el punto ideal. Volver a comprobar, por si acaso, que ningún ser vivo osará irrumpir en nuestro espacio vital. Calentar ligeramente la mano. La buena, claro. Mirar a izquierda y derecha, fijar la vista en nuestro querido objeto de deseo (en...

