'La espera' es la tercera película de F. Javier Gutiérrez, quien hace quince años llamó la atención hasta de Hollywood con '3 días', ópera prima con la que tiene mucho en común. Para empezar la presencia como protagonista de un de nuevo excelso Víctor Clavijo, actor que no parece gozar del estatus que merece gracias a trabajos como los de ambas películas.

'La espera' es un sólido thriller rural aderezado con un sutil pero omnipresente toque fantástico que destaca, sobre todo, por su estupenda y muy lograda atmósfera. Una atmósfera cruda, áspera y sobre todo empapada de una incómoda suciedad que traspasa la pantalla, hasta el punto de llegar incluso a recordarnos a la de 'Qué difícil es ser un dios'.

Una atmósfera que envuelve lo que podemos definir sin contemplaciones, fácil y directamente, como un cruce entre un western crepuscular y 'Los santos inocentes' de Mario Camus. 'La espera' es en verdad una película muy sencilla y directa, y a la vez también muy física de una manera íntima que sabe explotar a la perfección sus puntos fuertes.

¿Y cuáles son sus puntos fuertes de esta "espera" empapada de tierra, y de sudor, y de sol, y de oscura certidumbre? Lo dicho, su rasposa atmósfera, su pegajosa suciedad y por supuesto don Víctor Clavijo, quien se echa la película sobre los hombros y la conduce con la maestría de quien llena la pantalla con la fuerza de una mirada sumida en la mierda.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex