"La película no la he visto, y dicen que es espantosa. Pero la casa que me compré con mi sueldo sí la he visto, y es preciosa". Así resumió Michael Caine su participación en 'Tiburón: La venganza'. Unas famosas declaraciones mucho más recordadas de lo que lo está la propia película. 

Para un actor, lo (más) complicado de participar en películas como 'Oh. What. Fun.' viene a la hora de promocionarlas. Porque, entendiendo Hollywood como lo que es, una industria de cine y contenidos, no es aconsejable que sean tan honestos como lo fue en aquel entonces Michael Caine. Porque obviamente, no las hacen por amor al arte o la posibilidad de ganar algún premio.

Sinceramente, no recuerdo si 'Tiburón: La venganza' es tan espantosa como dicen. Pero me importa tan poco como tan poco le importan a nadie películas como 'Oh. What. Fun.'. Películas que hoy en día es prácticamente imposible que se estrenen en salas de cine. Por dejadez propia, por voluntad propia. 'S.O.S. Ya es Navidad' es un título que lo resume todo de manera clara y concisa.

El título, que no la (divertida) película que un servidor ve cada año desde el siglo pasado. A lo que se supone que aspira todo título navideño, cuando lo raro es que sobrevivan incluso a la semana en la que se han estrenado. Películas como 'Oh. What. Fun.', contenido oportunista para adornar una plataforma de streaming a juego con la época más materialista y sanchista de año.

Porque básicamente, es eso: Un adorno desechable. Un producto de baja calidad, prácticamente de imitación, de usar y tirar como los que se compran en los chinos. Por poner algo en casa, por vergüenza estacional. Si es que eres de aquellos a los que les gusta ver películas a juego con la época en la que estamos. O simplemente les gusta disfrutar de esta época en particular.

Películas, o más bien contenidos que al igual que 'Oh. What. Fun.' no se hacen porque, oh, es Navidad y de pronto "Todo es fabuloso" como cantaban en 'La LEGO película'. Una obviedad por otro lado, toda vez que 'Oh. What. Fun.', a diferencia de por ejemplo 'La estación de la felicidad' o 'El espíritu de la Navidad', no tiene ni la menor intención de ser o parecer cine.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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