'Pillion' - Easy Rider
La ópera prima de Harry Lighton explora la relación entre un chico introvertido y Alexander Skarsgård, el carismático y buenorro líder de una banda de moteros que le toma como su sumiso, dinamitando su rutina y cambiándole la vida....
El encanto de 'Pillion', fluido, complicado y, ante todo atípico, reside en que no se trata de una película de una sensibilidad claramente definida, fácil de describir o resumir. Algo que toda sea dicho, puede intimidar en cierta medida.
'Pillion', título que hace referencia al asiento del pasajero en la parte trasera de una moto, no es ni una comedia ni un drama, propiamente dicho. Ni es ni deja de ser una historia de amor, de autodescubrimiento, de madurez, de sumisión sexual. Lo es y no lo es con una ligereza cotidiana que ciertamente, confunde y estimula a partes iguales.
'Pillion' es clara, pero no simple; directa, pero no obvia; es irónica sin dejar de sentirse auténtica y honesta; sexual, pero no de forma provocadora o gratuita. Es muy gay, pero al mismo tiempo... muy hetero, tan transgresora como a su vez normativa. Y sobre todo, es cálida y humana; también refinada, cautivadora y a la postre entrañable y tierna.
Una rara y peculiar película 'feel good' de una fina delicadeza que recuerda, salvando muchas distancias a la de 'Desconocidos' y que, de forma igualmente funambulista, naturaliza el BDSM de una manera cercana, cotidiana y sobre todo sin (pre)juicios ni moralina innecesaria. Porque lo que llamamos amor es lo que tiene, que uno se deja llevar...

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
