'Plan en familia 2' - Familia, Navidad, Mark Wahlberg y esas mierdas
Obviamente, sin motivos personales.
Si he visto 'Plan en familia 2', es porque disfrute en alguna medida de 'Plan en familia'. Lo admito. No puedo decir que esta secuela me haya sorprendido, como tampoco puedo decir que me haya decepcionado. Porque no se trata de nada de eso. Porque a grandes rasgos viene a ser lo que uno cabe esperar: Una secuela tirando a lo pobre de una película que de por sí no tenía ninguna intención de provocar debate alguno.
¿En torno a qué? Pues, por ejemplo, en torno a lo que es cine y lo que es contenido. Si bien la primera se tapaba un poco, la segunda no se molesta en hacerlo. No tiene por qué: Es claramente contenido. Con orgullo y descaro. El tipo de producción -porque llamarla película le queda grande- que uno ve (o tiene) de fondo mientras está haciendo otras cosas. Lo admito. Ahí estaba de fondo mientras mi vida seguía adelante.
Como si tal cosa. Como si no importase mucho... como el que tiene la radio o música de fondo. Como si fuera contenido, fondo de armario para streaming al que uno recurre para no mirar a la nada mientras hace aburridas tareas domésticas que en su compañía, seamos justos, ya no son tan aburridas. O no lo parecen, del mismo modo que así una producción como 'Plan en familia 2' tampoco resulta aburrida. Ni pesada.
El tipo de producción que uno ve mientras hace otras porque de lo contrario se quedaría dormido en el sofá. El tipo de producción poco inspirada y aún menos ambiciosa que simplemente es, por defecto e inercia; porque la primera tuvo éxito. Un eco claramente inferior, por cuanto la primera al menos tenía detrás un concepto que la respaldada y dotaba de algo de chispa. Esta segunda sin embargo, sólo tiene a Kit Harington de malo.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex



