'Superman' - You'll believe a man can fly

Un minuto, y ya te sientes como en casa. James Gunn va al grano, y en menos de un minuto ya nos ha puesto en situación. Al fin y al cabo, ¿quién no sabe quién es Superman, lo interprete quien lo interprete? Es lo que más salta a la vista de este nuevo 'Superman', la fluida familiaridad con la que Gunn establece una nueva aventura en la que no cuesta nada entrar. Como si no fuera la primera película... siendo, de hecho, que no es la primera película de Superman.
Lo dicho: todos sabemos quién es Superman. Incluido James Gunn, que al igual que los demás es consciente de que ha habido otros "supermanes". Unos más clásicos, como el de Bryan Singer, y otros algo más oscuros, como el de Zack Snyder. Aunque ninguno como el de Richard Donner y John Williams. El que estableció el mito, la leyenda. El que estableció la melodía que siempre, siempre, siempre va a caracterizar al personaje. Normal que Gunn recurra a ella.
Es instantáneo. Instintivo. Genuino. Orgánico. Un minuto, y ya te sientes como en casa. Gunn hace su película, una de James Gunn en la que por supuesto no faltan buena parte de sus amigos. Pero también es una película de Superman, menos realista y solemne y mucho más campy y comiquera de lo habitual, y el relativo comienzo de un nuevo universo. Relativo, porque Gunn se salta las habituales presentaciones para ir al grano. Para ir directo a la sustancia.
Como si todos ya supiéramos de qué va todo. Como si esta, repito, no fuera la primera película, ni de Superman, ni de Gunn, ni de los demás... y de hecho, no lo es. Gunn es consciente del mundo que le rodea, y de unos antecedentes que nosotros como espectadores también conocemos. Sin entrar en comparaciones, resulta muy estimulante que personajes como Superman puedan ser tratados y retratados de maneras tan diferentes sin dejar de ser igual de reconocibles.
Y la de este 'Superman', por supuesto, es la manera de un James Gunn que, obviamente, ha leído y disfrutado mucho de los cómics, no ya sólo de DC... Un cineasta respetuoso con el material de partida y con el espectador, y al mismo tiempo, fiel a sí mismo y a lo que debe ser un blockbuster veraniego como este: algo alegre y juguetón, colorido y desenfadado que no le tiene miedo al qué dirán, sino a dejar insatisfecho al espectador que se entregue a la causa.
Un espectador al que Gunn trata como a uno de los suyos, y al que le dedica numerosos guiños que ni explica ni está tentado de explicar. Es, quizá, lo único realmente negativo que podemos echarle en cara a este 'Superman': que Gunn da, quizá, demasiadas cosas por sentado y apenas se detiene a explicar quién es quién, o qué es lo que hace que cada uno sea quien es. Como si todos, además de haber visto las distintas películas, también hubiéramos leído los cómics...
Negativo, si uno se lo quiere preguntar porque está muy desconectado o los superhéroes no son lo suyo; o porque el Snyderverse le ciega o prefiere no dejarse llevar por una película que al igual que las tres de 'Guardianes de la Galaxia' o 'El escuadrón suicida', apela a esa sana diversión pajillera un tanto idealizada que pueda encajar en las fantasías de un eterno adolescente; en esta ocasión, con un tono aún más decididamente familiar, retro, naíf y vintage.
Un tono que le sienta muy bien a este 'Superman' de James Gunn, una película disfrutona que no sumerge en lo que podemos considerar un agitado y animado cómic en movimiento con alma de clásico. Incluso con sus excesos narrativos, de CGI o personajes no siempre bien ponderados, pero también con un talante tan romántico, vivaz e inocente por el que es complicado no dejarse engatusar, toda vez que funciona con la alegre jovialidad de una cálida noche de verano.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex




