'El alucinante mundo de Norman' - El alucinante aroma de los Goonies

Una de las cosas que más fastidian en cualquier deporte es que te metan un tanto en el último instante; especialmente, si éste echa por tierra el buen trabajo desarrollado durante todo un partido que hasta entonces parecía ganado, dejando, además, una sensación agridulce que si bien, no tiene por qué ser justa para con los méritos sumados, sí resulta fundamental para nuestro estado de ánimo. Algo así sucede con 'El alucinante mundo de Norman', cinta de animación que después de lograr durante algo más de una hora dar forma a una sensacional propuesta para grandes y no tan grandes, pierde fuelle de manera alarmante durante sus últimos quince minutos que si bien, sin ser para nada malos, sí carecen de la magia, el humor o la fuerza de los que los preceden. Lo que influye sobremanera en un veredicto final que se ve lastrado por esta impresión, no lo olvidemos, con la que nos despedimos de la película.
"De los creadores de 'Los mundos de Coraline'" nos llega esta nueva producción animada mediante la entrañable técnica de stop motion, la cual, por desgracia y más allá de la curiosidad inicial, no parece contar con la simpatía de una buena parte de un público que en ocasiones, sinceramente, parece imbécil y entre los cuales que conste también me incluyo... en ocasiones. Y el que esté libre de pecado que arroje el primer tweet. En el caso que nos ocupa, es una verdadera lástima que exista la sensación de que, al igual que le pudo ocurrir el pasado mes de octubre a 'Frankenweenie', una cinta tan notable vaya a ser dejada de lado, e incluso a ser menospreciada por la audiencia de forma harto gratuita sin brindarle la oportunidad de defenderse donde toda película que podamos considerar como tal por méritos propios tiene derecho a defenderse (esté o no disponible para "bajar" en el momento de su estreno...).
"El hábito no hace al monje" se suele decir, y si bien en última instancia lo importante es la historia que se nos cuenta, en no pocos casos, especialmente en lo que a animación se refiere, el medio resulta tan influyente en el resultado final que no se puede hablar de lo uno sin hablar de lo otro. O cuanto menos sin tenerlo muy cuenta... que por algo existe en los Oscar la categoría de mejor película animada, y a partir de ahora también en la Copa de Cine de E7A. Y 'El alucinante mundo de Norman' es una producción bastante más interesante de lo que de media suelen ser, cada vez más y por costumbre buena parte de las cintas elaboradas mediante animación por ordenador; sin lugar a dudas, el (poderoso) enemigo actual a batir por cualquier otra técnica de animación... e incluso por un propio CGI cada vez más repetitivo, impersonal y aburrido que va camino de perder esa personalidad que tanto le sobra, precisamente, a una técnica tan artesanal como el stop motion.
Precisamente esta cualidad artesanal, o más bien, la personalidad que fluye a través de ella es uno de los principales encantos de 'El alucinante mundo de Norman'... para quien prejuicios al margen, así lo quiera ver. Una cinta que si exceptuamos el bajón ya mencionado que se produce en sus últimos minutos es toda una delicia... y sí, una de las mejores películas de animación del año. Aunque tanto este reduccionismo técnico como esta misma frase hiperbólica huelan a rancio desde antes de girar la esquina que conduce a la última esquina. No obstante hasta el rabo todo es toro, empleando otro de los tantos dichos populares del que dispone el castellano, y si es importante causar una buena impresión inicial, y la de este "Norman" es inmejorable, no es menos importante ofrecer un final a la altura de las circunstancias que tú mismo has planteado para rubricar el triunfo. O siguiendo con el modelo deportivo, cuando el pequeño juega en la cancha del grande hay de dar el 100% durante el 100%. Como la vida misma.
'El alucinante mundo de Norman' es, durante su mayor parte, una divertida y trepidante cinta de animación (repito por si no lo había dicho ya) que, en la misma línea que ya lo fuera la estupenda 'Los mundos de Coraline', ofrece un espectáculo narrativo bastante gamberrete, maduro y algo oscuro enfocado principalmente a niños no tan pequeños y adultos no tan mayores; quizá, uno de los fallos desde un punto de vista comercial... pero a su vez, uno de sus principales fundamentos para poder presentar una película hecha y derecha, libre de adoptar un tono de terror genuino y de serie B consciente y paródico si le place, y no un mero pasatiempo con la mala leche agriada al que sobrevivir, ya sea con o sin alguno de esos pequeños bastardos cerca. Llena de referencias, guiños y bromas de todo tipo, Laika ofrece en su segunda película una suerte de cruce entre la propia 'Los mundos de Coraline' y ese espíritu de 'Los Goonies' con el que tantos hemos crecido... y al que nunca se ha de tomar en vano.
Y no, la referencia a 'Los Goonies' no es gratuita, para nada; de hecho, si en sus últimos minutos la cinta se desinfla es porque es cuando pisa el freno y ese (divertidísimo) espíritu a 'Los Goonies' se diluye... y aunque no sea para caer en la clásica cantinela moral y/o melodramática que enturbia los corazones de nuestros hijos, sí es para cambiarle la marcha a un relato cuyo (bello) tramo final parece extraído de otra película. Porque a diferencia de lo que ocurría por ejemplo con '¡Piratas!' o 'El origen de los guardianes', Laika deja margen para que se desarrolle una verdadera historia entre fotograma y fotograma; para que su estilizada premisa sea algo más que un refugio para un continuo (y cansino) recital de bromas gratuitas -caso de la primera-, o una colección de fuegos de artificio para que los más pequeños den un momento de respiro a sus papás -caso de la segunda-. Porque 'El alucinante mundo de Norman' es ante todo, una película hecha y derecha.
Una a la que no le falta humor a la hora de lidiar con la muerte de forma valiente y atrevida, ni a la de enfrentarse a un argumento que, al fin y al cabo, gira en torno a un grupo de zombis sedientos de ese cerebro que no abunda y un fin del mundo tan de moda hoy en día (pero cuya luz parece que aún no nos ha llegado). Ni mucho menos le falta espectáculo, en una producción magistral a nivel visual y técnico, ya sea en 2D o 3D que nos regala no pocos fotogramas con marchamo de obra de arte, y que sobretodo en un panorama tan sobrecargado de propuestas como es el cine de animación, ofrece un soplo de aire fresco, algo distinto, personal y reconocible. Lejos de ser la clásica producción comercial animada que viene a vivir de las vacaciones navideñas de los más pequeños, 'El alucinante mundo de Norman' es un filme que como se describe en las estupendas notas de producción de Universal Pictures, se ñas ingenia para contar una historia mágicamente emotiva y espantosamente divertida... una joya, en resumen, a la que se antoja muy apropiado, casi inexcusable darle una oportunidad (aún a pesar de que no remate el partido).
Nota: 7,5/10
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
¿Y por qué será...?
Coincidimos en lo de los 15 últimos minutos, Jescri, pero yo soy mucho más generoso y le concedo los 70 anteriores, no sólo los 15 primeros... que mezquino.
Cuando vimos en el cine 'La vida de Pi' en 3D ya se pegó unos sustos de la leche con el tráiler de esta peli, y hoy en cuando ha visto al niño ha dicho: oh oh... vamos que ya le daba mala espina