'Black Phone 2' - Simplemente, pasaba por aquí

La secuela "explotation" de 'Black Phone', una película según dejé por escrito hace tres años "autolimitada a lo mínimo exigible e incapaz de disimular que se trata de una chorrada; resuelta con oficio, pero de poco beneficio..." como lo es aún menos dicha secuela "explotation". La, al menos, no tan típica secuela "de explotación" de Bluffhouse.
Es cierto que no me convenció 'Black Phone', como tampoco lo ha hecho esta secuela a la que al menos le reconozco no haber intentado repetir la misma jugada. Hubiera sido lo más cómodo, práctico y fácil aunque no necesariamente lo más fiable. Una secuela que muta en un derivado no oficial de 'Pesadilla en Elm Street' en el que Ethan Hawke sale más en el póster que en la propia película (si es que realmente es él).
Una secuela desestructurada, sobreescrita y demasiado reduccionista que insiste en vulgarizar a un villano arrinconado por la cristiana y nevada inercia de su deriva. Una inercia tan subrayada como estéril que a diferencia del icónico Freddy Krueger no se hace fuerte ni en el terror ni en la comedia, sino en el sueño de haber estado en Derry.
Pero Derry le queda muy lejos. No digamos ya al despertar, con una serie de personajes con los que Scott Derrickson, atrapado en medio como en 'El abismo secreto', no sabe muy bien que hacer. Están por estar, metidos con calzador para que la escasa y nada intimidatoria presencia (del doble) de Hawke pueda pasar algo más desapercibida.
Una amenaza que no se siente como tal, en una secuela rodada con oficio pero (de nuevo) poco incisiva que además no acierta a bascular el protagonismo entre Mason Thames y Madeleine McGraw. Una deriva pesada, hueca, inane que sobre todo falla, como película de terror, en convertir a El Raptor en algo que no sea, simplemente, un tío que pasaba por ahí. Como lo es esta secuela "que simplemente pasaba por aquí".
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex



