'El destino final' -
La cuarta entrega de la saga de 'Destino final' es una película decepcionante. Bastante decepcionante. Y no sólo porque vuelva a contar, básicamente, la misma historia de los tres títulos anteriores, que no deja de ser lo que por otro lado cabe esperar (sin ambición alguna); sino por la simpleza y ramplonería con la que lo hace, sin aportar nada a una sucesión de muertes, cabe señalar, algo rebuscadas, absurdas y forzosamente salvajes.
Las tres películas anteriores eran gozosos ecos de un mismo patrón, aunque reformulados de alguna manera más o menos inquieta y/o creativa; siempre, con un malsano y macábro sentido del humor y el regocijante placer morboso del más difícil todavía en cuanto al surrealismo mortal. Efectivos pasacalles no exentos de un cierto empaque y/o sustento en forma de guión que con mayor o menor acierto sostuviese una trama de 90 minutos.
En el caso de 'El destino final'... no. Está el consabido accidente premonitorio, del que después se salvan unos cuantos y a partir de ahí, a cada escena que se sucede van muriendo uno a uno hasta que la película... fin, se acaba. No hay más. No hay ni un mínimo intento por dotar de sentido a la historia o de tratar de sorprender con la misma. La fórmula aplicada a rajatabla. Presunto e insípido virtuosismo técnico en 3D tirando a barato y cutre.
Sin más emoción que el de un fuego de artificio. Sin que siquiera el accidente premonitorio tenga la debida y necesaria gracia, resuelto como toda la película con la rutina del que se acoge a una fórmula como único argumento. Así, puede que 'El destino final' resulte entretenida, dado que va directa al grano. Hay muertes, violencia y sangre en 3D. El sueño húmedo de todo psicópata en almíbar sin apenas empatía por la existencia humana.
Pero a la vez es rematadamente plana y fustrante, por cuanto más que una película parece una compilación de vídeos de un programa tipo 'Impacto total'. Mil maneras de morir (con o sin gracia y/o fundamento). Y es que 'El destino final' es una película bastante decepcionante. Un artifico sin alma, decencia, moral y/o espíritu que evidencia su condición de producto de estudio forzado a existir, manque pierda y aún a costa de sí mismo.