'La sangre helada' - Un monstruo llamado Henry Drax
Por la vía rápida y fácil: para los que no conozcan la obra original en la que se inspira, 'La sangre helada' viene a ser, a grandes rasgos, algo muy parecido a la primera temporada de 'The Terror', pero con mala baba y sin una criatura sobrenatural dando por saco. En su lugar, un monstruo llamado Henry Drax, un papel muy potente que le regala a Colin Farrell su interpretación más icónica. Farrell, a partir de ahora será Drax; Drax, a partir de ahora será Farrell: un monstruo con piel de lobo, un hijo de puta con pinta de cabrón.
Farrell no desaprovecha el regalo, y se erige en el jugador estrella de un equipo comandado por Andrew Haigh, un artesano de la vieja escuela que a su vez se confirma como un talento todoterreno. Farrell podrá ser la estrella, si bien Haigh no cae en la tentación de jugar para él y reparte juego entre todo el equipo. Es posible que sea el mejor halago hacia una serie tan propensa al halago: el sobrio y delicado equilibrio de un relato cuya aparente calma y sosiego están marcados por una constante sensación de intensa urgencia.
Un relato que luce con las hechuras de un clásico instantáneo imperecedero, bendecido por las bondades de toda una gran producción de la BBC a la que Haigh le saca todo el provecho del mundo. Una factura técnica impecable que rompe su molde en teoría televisivo y envuelve una dura historia de supervivencia, en toda la amplia extensión de la palabra. Una historia áspera, cruda e implacable, con unos personajes llevados al límite de una existencia por la que tienen que luchar y pelear día a día, casi minuto a minuto.
Drax no es más que el hijo pródigo de un mundo cruel que no regala nada.
'La sangre helada' es un retrato feroz y perverso del hombre como un animal salvaje acorralado y a merced de su instinto de supervivencia, un retrato inmisericorde y descarnado que sin embargo no se excede en unas formas siempre elegantes, ancladas en una realidad tangible que insinúa más de lo que muestra. Un retrato incómodo cocinado a fuego lento a lo largo de cinco capítulos en los que prevalece la atmósfera frente al impacto y la tensión late con sutilidad detrás de cada puñetero plano.
Todo ello vertebrado a través de la rivalidad entre los personajes de Farrell y Jack O'Connell, dos individuos que pertenecen a mundos diferentes y que están destinados a chocar, brutalmente, en los confines de lo que consideramos es el mundo civilizado. "Ha! Ha!", que diría Nelson Muntz. Un marco natural de una belleza incomparable donde se desarrolla esta paciente producción, veraz y reflexiva sobre la condición humana llevada a ese extremo en el que el hombre se convierte en la bestia que por naturaleza es.
'La sangre helada' no es un plato de fácil digestión. Al igual que en trabajos anteriores como '45 días' o 'Lean on Pete', Andrew Haigh presenta una obra cuya solidez teñida de blanco impulsa un recuerdo que se engrandece con el paso del tiempo. Con Henry Drax como un monstruo que atormenta a otros monstruos. Un monstruo con piel de humano creado por el propio hombre a imagen y semejanza de aquello que tememos pero a la vez, soñamos con ser: alguien completamente libre, alguien completamente dueño de su destino.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex




Sólo a tono informativo y lo tengo que contrastar pero cuando ví el 1x02 me pareció que los primeros 11 min eran exactamente iguales que los últimos 11 del 1x01. Eso me llamó la atención y hubiera quedado en una simple anécdota hasta que mencionaste el tema de la diferente distribución.
Que quizá ocurriese algo diferente en esos primeros 11 min pero me dije, ¡cuánto dura el resumen del capítulo 1x01!. Lo miraré de nuevo pero juraría que algo "raro" sí pasó ahí.
De todas formas son 11 minutos que no llevan a ninguna parte pero bueno sólo por comentarlo.
Que me perdone entonces el de la tijera.
Nada Wancho, entonces que quede lo que he dicho como curiosidad simplemente.