Buena (mini)serie, a la altura de lo que cabe esperar (como mínimo) de Apple TV+, David E. Kelley, Jake Gyllenhaal o Greg Yaitanes. 'Presunto inocente' es tan sólida en cualquier apartado como por ejemplo lo era 'Defender a Jacob', otra solemne (mini)serie "de abogados" aún más a la altura de lo que cabe esperar (como mínimo) de Don Apple TV+.

Por más que se podría haber contado más o menos lo mismo en menos episodios y/o metraje, como de hecho hizo el filme protagonizado por Harrison Ford en 1990; por más que se eche en falta algo de tensión o nervio, también de intensidad o profundidad, toda vez que su exquisita rectitud resulta un tanto aséptica, funcional y monoaural.  

Como si no quisieran complicarse la vida, siendo que por ejemplo a diferencia de la citada 'Defender a Jacob' no se atreve a dejarnos con alguna duda, en uno de esos finales rebuscados y poco convincentes que buscan la sorpresa a costa de su credibilidad; no como una ficción sobria, eficiente y competente, sino como emulación de alguna "verdad".

Incómoda o no.

Como algo más que una ficción que si bien no se hace larga ni pesada, no sobresale entre las de su gremio debido a su higiénica corrección carente de malicia o agudeza. Como tampoco ayuda situar de manera tan burda a Peter Sarsgaard como antagonista, no más que un reflejo de lo que acaba siendo la propia serie: Una burda ficción.

Una burda ficción muy aseada que no cuenta con nada especialmente original, fresco, llamativo o transgresor, pero tan sólida y correcta como para sin duda gustar y/o convencer a los que les gustan las historias con juicios de por medio. Porque 'Presunto inocente' no deja de ser una sólida, correcta y competente (mini)serie que aún sin alegría, cumple.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex