El Festival de Málaga es uno de tantos festivales que han incluido series en su programación, aunque sea de manera relativa y testimonial. Más bien promocional. Juzgar una serie por tan sólo un episodio siempre ha sido algo temerario, aunque es verdad que hay primeros episodios que lo dicen todo, o casi todo. O al menos eso parece.

Es el caso del de 'Días mejores', que bien podría haber sido una película a la que le ha quedado media hora por filmar. El primer episodio de esta dramedia no es nada del otro mundo, siendo en apariencia otra serie/picadillo de Telecinco distribuida por Prime Video sin apenas orgullo o ambición. Una serie que se presenta discreta e incluso vulgar en todas sus líneas y a la que sus ocho episodios es posible que se le hagan más largos que al espectador.

Todo lo contrario sucede con 'Rapa', la nueva serie de los creadores de 'Hierro', a la que no por casualidad remite y evoca como si pudiera ser una suerte de spin-off del personaje de Mónica López. El primero de un total de seis capítulos supone una notable y estilosa carta de presentación para este prometedor thriller, al nivel de credibilidad y buena apariencia que cabe esperar de Movistar+. Un modélico ejemplo de piloto que deja con ganas de más.

Algo que no sucede con 'Nosotros no nos mataremos con pistolas' o 'La maniobra de la tortuga', en este caso películas que nos dejan con la misma sensación que un mal piloto de televisión con el que sentimos haber perdido el tiempo: Que les falta algo que no nos han convencido de querer ver. Ambas parecen hechas a medias o a ratos, de manera un tanto aleatoria y gratuita. Lo que sería hacer una paella con cualquier cosa que tuviéramos por casa.

Dos obras fallidas desde un guión que en ambos casos las deja vendidas y con la credibilidad por los suelos, sin que la realización o las interpretaciones puedan maquillar algo tan justito. Películas sin sangre, nervio o estilo. Como si tan sólo pasarán por ahí, sin entender qué están haciendo: La primera, gritándole al viento mientras genera conflictos que luego rehuye; la segunda, poniéndose en evidencia al mezclar torpe y rutinariamente tramas y clichés.

Menos mal que acudieron los ingleses a nuestro rescate con 'El arma del engaño', una buena muestra de la elegancia y formalidad del cine británico. Un relato de espías durante la II Guerra Mundial que destaca por la solvencia servicial de un conjunto tan directo y sutil como una pedrada. John Madden es un director eficiente, y así es esta película tan disfrutable donde todos sus elementos tiene una razón de ser (y para estar, o de lo contario no estarían). Una obra que a diferencia de las dos películas españolas mencionadas en este artículo, sabe cómo llegar a donde quiere llegar. O lo que es lo mismo, no inventa la rueda pero la hace girar como si lo llevase haciendo toda la vida.

Continuará...

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex