'Señor, dame paciencia' relata la historia de una familia disfuncional en la que el choque cultural origina muchos de los conflictos que se sucederán en la cinta. Así en la película Rossy de Palma muere repentinamente y su marido, Gregorio, un banquero muy conservador y malhumorado al que da vida Jordi Sánchez se ve obligado a cumplir la última voluntad de su esposa: pasar un fin de semana con sus hijos y sus parejas en Sanlúcar de Barrameda para esparcir sus cenizas en el Guadalquivir.

Pero el drama que hasta este punto parece contener el argumento se vuelve comedia toda vez que conocemos a los vástagos, yernos y nueras. Así su hija Sandra (Megan Montaner,) está casada con Jordi (David Guapo), un catalán muy culé al que Gregorio no aguanta. Otra hija, Alicia (Silvia Alonso) sale con Leo (Salva Reina), un hippie anti-sistema con el que tampoco hace buenas migas. Y para colmo de males (para Gregorio) la última voluntad de su mujer también significa reencontrarse con su hijo pequeño, Carlos (Edu Casanova), al que dejó de hablar cuando confesó que era homosexual. Carlos se presenta a este viaje con su novio Eneko (Boré Buika), un vasco de origen senegalés que Gregorio jamás imaginó tener como yerno.