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Àlex Lora rueda en Barcelona 'L'escletxa'

por 24 de octubre de 2025
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INICIA FILMS y SCOPE PICTURES producen L’ESCLETXA, la nueva película del director Àlex Lora (La Gran Obra, Unicornios) que se está rodando en Barcelona.

El reparto de L’ESCLETXA está formado por Anna Alarcón (Desayuna conmigo, Mamífera), Younes Tisghiti, Wallid Zaghdoud, Mourad Oauni (La Unidad, Berlín) y Maia Vila, con la participación especial de Alex Brendemühl (Creatura, Truman).

Pol Khaled, un joven de madre catalana y padre marroquí, se enfrenta a sus miedos más íntimos y a los prejuicios de los demás abrazando la fe musulmana, en el lugar menos idóneo y en el transcurso del año más convulso de la historia reciente de Cataluña.

Mediante la ficción y el trayecto vital y geográfico del joven Pol Khaled, L’ESCLETXA trata de acercarse a 3 momentos y circunstancias que propiciaron una tormenta perfecta hecha de demasiadas banderas, intereses y complejidades que colisionaron en un momento caníbal repleto de símbolos y señuelos: De un lado, a uno de los hechos más tristes y sórdidos de la historia catalana reciente, el de los atentados terroristas que tuvieron lugar en Barcelona y Cambrils el 17 de agosto de 2017; del otro, a una realidad muy compleja, la de la llegada de personas migrantes y su integración, asimilación o inadaptación en nuestras comunidades, realidad de complicado estudio y difícil gestión; y, por último, a la crispación social surgida durante el proceso del proyecto político independentista y a la posterior gestión del referéndum que tuvo lugar en Cataluña en octubre de 2017.

2017, Pol Khaled, un adolescente de Ripoll, de madre catalana y padre marroquí que les abandonó, indaga sobre su identidad en el año más convulso de la Cataluña reciente, cuando se está gestando el referendum y una de las tragedias que marcará el futuro del pueblo.

En palabras del director y coguionista: “El verano de 2017 supuso la triste confluencia de factores que estallaron, de forma literal y figurada, provocando una onda expansiva cuyos efectos pueden observarse hasta día de hoy, especialmente, en el caso de Ripoll, a través del duelo invisibilizado y la gestión de tragedia que la comunidad se ha visto forzada a hacer de puertas adentro, y al resultado de las pasadas elecciones municipales. En mi caso, en lo que podríamos llamar el instante antes del impacto, ese en el que, a pesar de todo, las cosas parecían normales, volví al pueblo para pasar los meses de julio y agosto en familia. Esta vez mi alegría era doble: no sólo estaba en casa, sino que además mis padres por fin podrían conocer a su nieto –mi primer hijo– de tan sólo 2 meses. De ahí que, para mi desgracia, tuviera el privilegio de poder asistir a los momentos anteriores y posteriores a los atentados. Ripoll es un lugar pequeño. Conocía de vista a algunos de los chicos que formaron parte de la cédula terrorista que perpetró los ataques ese funesto 17 de agosto. Otros eran amigos de amigos, conocidos de amigos, amigos de conocidos. He mantenido largas conversaciones sobre todo lo ocurrido con mi afecto Hamid Hichamy, primo de Younes Abouyaaqoub, el terrorista que asesinó a 16 personas en las Ramblas, y de Mohamed Hichamy, el líder que arrastró al resto de la cédula a Cambrils, asesinando a una persona más”

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