'Drácula, de Luc Besson' - La sombra del vampiro
El 'Drácula' de Luc Besson tiene el mismo problema que el 'Frankenstein' de Guillermo del Toro. Ambos saben más que de sobra cómo filmar una película, incluso si se da la oportunidad filmar una buena. Pero sobre todo saben cómo filmar una película para que sea entretenida y además luzca bien en pantalla.
La versión de la obra de Bram Stoker de Besson no es una excepción, como tampoco lo es la versión de la obra de Mary Shelley de Del Toro... por más que ambas tengan un problema evidente que salta a la vista: Son nuevas versiones de una historia harto reconocible, más que conocida y de sobras recurrente.
Sin ir más lejos el año pasado se estrenó el 'Nosferatu' de Robert Eggers, cineasta con muchísima personalidad. La que le falta a Besson, un artesano que sabe cómo filmar una película. O que al menos luzca bien en pantalla. Y su 'Drácula', como un claro eco del de Coppola, adoptado por la cultura popular como el más prominente, luce de forma conveniente mientras su romanticismo naíf aporta la suficiente sangre fresca para que todo fluya de manera ágil.
Pero al igual que el 'Frankenstein' de Guillermo del Toro, no deja de ser una versión más de un déjà vu. La apreciable y competente pero innecesaria y a la postre olvidable sombra de un mejor (o más bonito) recuerdo... del que no formará parte Christoph Waltz, por más que salga en ambas. Aunque al menos el cineasta francés ha contado con un presupuesto más moderado, lo que le ha permitido hacer un filme más equilibrado y ajustado a las necesidades.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex


