No hay dos sin tres.

Ben Affleck se consagra como director con esta 'Argo', un filme interesante, más que correcto y bastante resultón en las distancias cortas que, no obstante, resulta hasta la fecha el menos robusto y contundente de su corta y por ahora humilde filmografía.

Relativamente hablando, por descontado.

A diferencia de sus dos filmes anteriores, 'Adiós pequeña adiós' y 'The Town. Ciudad de ladrones', más sencillos y directos, a su vez también más efectivos y enérgicos, 'Argo' es un filme un tanto intermitente e irregular que oscila entre géneros sin mezclar géneros (craso error), y que aunque nunca deja de resultar apreciable, su ambición por abarcar demasiado en tan poco tiempo hacen de él una producción un tanto laxa y amainada.

Tal vez, demasiado ligera y distendida.

Y es que se trata de una visión reduccionista, y un tanto amable y complaciente de una historia real a la que representa de forma tirando a banal, más bien anecdótica y superficial. Si bien el interés nunca decae y su reparto siempre da la cara (con mucho gusto) por ella, el posible impacto de 'Argo' se ve atenuado por una narrativa que no impulsa un visionado agradable y agradecido, pero no más que agradable, agradecido y resultón.

No más que de película... de usar y tirar.

Sin la fuerza necesaria para alzarse por encima del momento, y con el sabor agridulce del "ha estado bien". ¿El qué? 'Argo'. ¿Y qué es 'Argo'? La película que acabamos de ver. Ah, vale, ha estado bien... para ser de Ben Affleck. ¿Quién? Ben Affleck, el de 'Argo'... 

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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