Es la primera película en solitario de Shih-Ching Tsou, 20 años después de haber dirigido (escrito, montado y producido) 'Take Out' junto a un Sean Baker con el que luego ha colaborado en la producción de 'Starlet', 'Tangerine', 'The Florida Project' o 'Red Rocket'. Un Sean Baker que en esta ejerce de productor, coguionista y montador, siendo la primera vez que edita una película dirigida por otra persona.

Tanto monta, que monta tanto. La asociación con el también responsable de 'Anora' es tan inmediata como obvia, tanto si se ha reparado en su nombre en los créditos como si no se ha hecho, siendo que 'La chica zurda' destaca por esa viveza animosa y cálida franqueza características de Baker, además de por la desenfadada naturalidad de su reparto o el vibrante marco que dispone la ciudad de Taipéi.

Se trata de una comedia dramática que sigue a una madre soltera y a sus dos hijas tras su llegada a la capital taiwanesa, donde abren un sencillo puesto de fideos en un bullicioso mercado nocturno. Cada una deberá encontrar una manera de adaptarse a esta nueva vida sin que ello afecte a la unidad familiar.

Un proyecto muy personal para Tsou, que regresa a su ciudad natal para hacer una película que como todas las que ha hecho junto a Baker, parte del deseo de contar una historia que tenga una dimensión muy humana. La idea, lo dicho, hacer una película "como las de Sean Baker" que, efectivamente, intenta y en gran medida consigue extraer la autenticidad de cada detalle.

Una película "como las de Sean Baker" que guarda la oportuna membresía con aquellas, con su misma cercanía visual y atmosférica a través del uso de localizaciones reales, y del trabajo con luz natural y los colores del entorno para definir la puesta en escena. Una película que, al igual que 'Tangerine' en 2015, hace ya quince años, se ha rodado íntegramente con un iPhone.

'La chica zurda' es, en resumen, una historia sobre relaciones familiares, maternidad, resiliencia femenina y tirar para adelante a toda costa "como las de Sean Baker" marcada por la energía, la animación y los colores de Taipéi y narrada con brío, corazón, humor y un encanto hipnótico con mucho "flow".

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

'Anora' - Pretty Fucking Woman

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