'La fuente de la eterna juventud' - We don't make films, we make movies

Vi 'Misión: Imposible - Sentencia final' el mismo día en el que vi 'La fuente de la eterna juventud'. La dirigida por Christopher McQuarrie la vi en una sala de cine IMAX, mientras que la que nos ocupa, dirigida por Guy Ritchie, la vi en la humilde tele de mi casa. Las comparaciones son, ciertamente, odiosas. Pero no por ello resultan innecesarias, inapropiadas o inexactas.
Ciertamente, comparar a McQuarrie con Ritchie es odioso, tanto como comparar a Tom Cruise con John Krasinski. Porque se puede decir que todos cumplen... que todos ellos cumplen, eso sí, en función de la ambición. Y la ambición de ambos filmes, claramente, no es la misma. Mientras que una se estrena en salas de cine e IMAX, la otra lo hace directamente en Apple TV+.
En realidad no vamos a descubrir nada nuevo. Ritchie no es un director con ambición, como bien demuestran la mayor parte de sus últimos filmes. Es competente, cumplidor, resultón; pero poco queda de aquel cineasta que hace 25 años parecía que iba a comerse el mundo. Un cineasta cuyas películas, casi todas de un tiempo a esta parte, parecen a medio hacer.
'La fuente de la eterna juventud' no es la excepción, siendo otra de tantas de Ritchie a la que no parece que le hayan dado más de una pensada. Que parece realizada a partir de un primer borrador. En términos futbolísticos, sin dejarla botar. El egoísmo del goleador que no levanta la vista porque tiene la portería entre ceja y ceja. We don't make films, we make movies.
Así, esta película que recuerda a 'La búsqueda' -como por otro lado es su obvia intención- ni es la mejor versión de sí misma, ni tampoco intenta ser la mejor versión posible de sí misma. Simplemente... es. Una peli entretenida, más por inercia que por afición. Donde a nadie parece importarle demasiado nada; una de tantas que uno ve de fondo mientras la vida... sigue.
Baste decir que Natalie Portman se pasea por ella con la misma cara que en las precuelas de 'Star Wars'. Y si bien John Krasinski le pone algo de encanto, obviamente, ni es Tom Cruise ni hace lo que hace Ethan Hunt; ni su equipo ni los villanos tienen el mismo peso que los de 'Misión: Imposible'. O que los de 'La búsqueda', un binomio que tenía muy claro qué y cómo ser.
'La fuente de la eterna juventud', sin embargo no, siendo una gran aventura en potencia que se limita a existir y a cumplir. A resultar distraída y resultona. A ser tosco y preciosista "contenido" con problemas de tono y sin pulir, carente de un mínimo de la ambición, la intención, la energía o el entusiasmo de, sin ir más lejos, sí, 'Misión: Imposible - Sentencia final'.
Las comparaciones son ciertamente odiosas; especialmente, entre las películas de Skydance que se estrenan en cines... y las que como 'Ghosting' o 'El abismo secreto' no lo hacen.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex



